La asignatura pendiente de la precariedad laboral
El PASADO mes de abril se cerró con unos positivos resultados para el empleo por el descenso significativo del paro y un destacado aumento de las afiliaciones, impulsado en gran medida por la coincidencia con la celebración de la Semana Santa. Aunque los datos mueven al optimismo, habrá que ver en los próximos meses si se consolidan al margen de esta circunstancia estacional y, sobre todo, si se produce algún avance para aprobar con buena nota la asignatura pendiente que representa la precariedad laboral.
El desempleo bajó en el mes de abril un 2,5%, solo tres décimas menos que en España, con 3.674 castellanos y leoneses que se dieron de baja en las listas del Ecyl. Con un total de 145.903 desempleados, Castilla y León anotó el mejor dato de la última década en un mes de abril, aunque en la clasificación general fue la séptima comunidad con menor caída. Más positiva es la evolución interanual, según la cual la Comunidad rebajó en 10.523 el número de parados, un 6,8%, que supone un punto y medio por encima del promedio nacional y la coloca como la quinta autonomía con mejor resultado. Solo se situaron por delante Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura y el País Vasco.
La importancia de la Semana Santa se refleja con claridad en los datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo. El 90% de los castellanos y leoneses que abandonaron las listas del Ecyl encontraron empleo en el turismo y la hostelería, lo que supuso una caída del 3,3% en el sector servicios. También es relevante la recuperación de la construcción si se examina en términos interanuales, ya que se contabilizaron 2.518 desempleados menos.
Otro de los aspectos positivos del mes de abril, aunque no tan destacable como el descenso del paro, fue el incremento de la afiliación a la Seguridad Social, que llegó a los 4.483 nuevos cotizantes, un 0,5% más en relación al mes de marzo y un 1,5% por encima del resultado de abril del pasado año. Con este ligero aumento, Castilla y León registra un total de 914.881 cotizantes, la mayor afiliación desde abril de 2011, y se queda a solo 15.800 de alcanzar la de hace diez años. En este aspecto, tanto en términos mensuales como interanuales, la evolución fue peor que la del conjunto del país.
El aspecto más negativo en este retrato del mercado laboral es, un mes más, la precariedad que revelan los contratos formalizados. Durante el pasado mes, se firmaron 72.731 contratos en Castilla y León, pero el 91,5% fueron temporales. Esta es una tendencia sostenida a lo largo de los meses y, mientras no se corrija, no se podrá hablar de un empleo de calidad, que anime a los castellanos y leoneses a afrontar el futuro con mayor optimismo.