Vox engorda con el granero pero Cs cosecha los escaños

Castilla y león es un ejemplo palmario de lo que le ha pasado al PP y por añadidura a la troika del centro derecha. Los votos de la formación popular se los llevó el partido Santiago Abascal. Pero fue el espabilado Rivera el que cosechó los escaños, que a la postre es lo que cuenta. Esa fragmentación ha conseguido que ese perverso sistema de reparto que emana de la Ley D´Hont haya convertido en el principal beneficiado al mismo partido que resultó fundamental perjudicado hace menos de tres años. Pero lo cierto es que en este juego de carambolas electorales, Cs tiene que estar enormemente agradecido a Vox, que le fagocitó al PP 140.000 votos en ocho provincias (todas menos Valladolid) que aunque parezca que no han servido para nada, han valido para mucho. Nada menos que para que la formación naranja disparar sus inquilinos en la Cámara Baja y pasase de uno a ocho, a sólo dos del PP en Castilla y León. Del hasta ayer todopoderoso PP de Castilla y León en términos electorales. Yaunque Cs ya se vislumbra como imprescindible en cualquier pcato de gobierno que se acometa tras las próximas autonómicas y municipales, ese músculo exhibido el domingo no será el mismo en la traducción parlamentaria del venidero 26-M. El aumento de plazas de reparto hace que Vox rentabilice más esos votos y se acerque mucho a Cs, tal y como refleja la extrapolación de los votos, que no deja de ser mejor que una buena encuesta. Por eso el partido está abierto para el 26-M en Castilla y León. Porque ahora en política no siempre se lleva que gobierne el que gana, sino el que mejor pacte. Aunque eso sí, el PP tiene que cambiar estilo y estrategia. Le toca salir al ataque porque a la defensiva Vox engorda consu granero mientras Cs cosecha sus escaños.