El derbi del hielo

La inconfundible banda sonora de Juego de Tronos resonará la próxima temporada en el curling vallisoletano. Tras el muro de hielo que se levanta en el CDO de Covaresa (hoy derretido hasta la temporada próxima), lugar en el que se cocina el presente y el futuro de este deporte a orillas del Pisuerga, dos hermanos lucharán por la misma corona, la de la permanencia en la primera categoría nacional.

Dos equipos del mismo club, el Hielo Pisuerga, han firmado un derbi de hielo para el próximo curso. Marcan un hito para la ciudad (no así para Barcelona o San Sebastián que han vivido casos parecidos) después de que uno de ellos (el formado por Raúl García, Rubén García, Francisco Galindo y Juan José Aragón, aquellos que pusieron la primera piedra del curling en Valladolid) sellaran su permanencia en Primera División, categoría a la que ascendió también el equipo formado por Francisco Sandonis, Samuel Bueno, Darío Crespo y Nacho Galdeano.

Encontrar petróleo en el hielo por partida doble era algo que no entraba en los planes del club, como admite su presidente, Nacho Galdenado. «Lo que menos se esperaba era mantener la categoría. Los equipos que suben son los que suelen descender al año siguiente, porque los demás están acostumbrados a jugar en una categoría donde la competencia es mayor y mantenerse o bajar depende de pequeños detalles. Este año ha sido en el que más cara ha estado la permanencia. Ha habido un triple empate y se ha decidido por los enfrentamientos directos», explica el presidente.

La mueca de sorpresa ha sido más moderada con los últimos en llegar a la cima. «Íbamos con expectativas porque el año pasado nos quedamos a un paso. Fuimos sin presión, porque estuvimos a punto de no ir y nos lo tomamos como un premio. Esa ha sido la clave», explica. Palabra a palabra (partido a partido) se escribió la crónica de un ascenso en Jaca, epicentro del curling nacional, que sirvió de relajación para el ‘equipo A’, que se jugaba la permanencia unas semanas después. «Creo que los de Primera jugaron mejor, porque sabían que el club ya tenía un equipo en Primera para el año próximo», entiende Nacho Galdeano.

El paisaje deja ahora en el horizonte un duelo fratricida para el próximo curso. Aún queda tiempo por delante para disfrutar de los frutos cosechados y de planificar, más allá de este derbi del hielo, cómo será vivir por partida doble una competición exigente, como demuestra que el campeón de hace tres años, el equipo de Jaca, ha perdido la categoría éste. «El año que viene habrá que pelear por no descender. El objetivo es intentar mantenerse, si no es con los dos, por lo menos con uno de los equipos», explica el máximo responsable del Hielo Pisuerga.

Que dos equipos del mismo club se encuentren en la misma categoría afila una daga de doble filo. «Es más fácil que uno se mantenga, pero también es más fácil que uno baje», analiza Galdeano. Los dos equipos vallisoletanos entrarán, a priori, en el grupo que luchará por eludir las dos últimas plazas, ocupadas por los viajeros en el tren a Segunda. Sin embargo, esa sensación de luchar entre amigos no es nueva en el club vallisoletano. El pasado año, sin ir más lejos, fue el ‘equipo A’ quien privó al nuevo inquilino de Primera el ascenso. Ahora, revivirán en Primera los apasionantes derbis vividos en Segunda.

«Es un poco extraño, porque ves que son tus compañeros, con los que convives, los que están delante. No sales tan nervioso, porque conoces sus virtudes y tus defectos. No estás tan tensionado como en otros partidos, es más divertido», reconoce Nacho Galdeano, que desvela el buen ambiente que hay entre ambos equipos: «El que pierde se alegra por el otro. A todos nos gusta ganar, pero no hay malos rollos porque al final somos un equipo y puede entrar cualquiera», reconoce.

Contar con dos equipos en la élite era una quimera cuando hace menos de una década el curling lanzó sus primeras piedras en Valladolid o hace un lustro, cuando crecieron las raíces de Hielo Pisuerga. Hoy, es un nombre a tener en cuenta y sus resultados alientan a la base de este deporte. «Somos el único club con dos equipos en Primera y el resto de clubes nos van teniendo más respeto. Ven que, poco a poco, hemos conseguido llegar a la élite en poco tiempo. Además, los jóvenes lo oyen y lo ven. A cualquier persona que practique deporte le gusta competir. Por suerte o por desgracia somos pocos, pero no en todos los deportes puedes jugar campeonatos de España o Ligas contra gente de todo el país», recuerda el presidente de un club que se desliza hacia la cima, donde cada año gana más terreno.