Algo más que canastas

Hace un año el Club La Victoria decidió poner en marcha una sección de baloncesto con una sola idea: que ningún niño o niña se quedara sin jugar porque su colegio no tuviera equipo. Con esta mentalidad se ha ido creciendo, pasito a pasito, hasta convertirse en una sección que cuenta con más de 170 jugadores.

«El objetivo fue crearlo porque notamos que había una demanda de los niños de los colegios que no puede seguir jugando al baloncesto porque van a colegios o institutos que no tienen la actividad. Por eso, montamos un equipo infantil femenino y ése fue el primer paso», recuerda el coordinador Álex Arenas. Lo que no sabía es que esa semilla que se plantó se iba a convertir en una gran arboleda.

Solo hay que echar un vistazo para comprobar que equipos de baloncesto hay muchos en Valladolid, por eso, la directiva tuvo claro desde el comienzo que este club nacía para ser canastas y algo más. «Para ofrecer dos horas de entrenamiento vale cualquiera, pero nosotros queríamos dar más», apunta Arenas. Y quizás ése el secreto del éxito. La creación de la Escuela de Tecnificación ha sido una de las exitosas novedades de esta campaña. Son sesiones extras donde los minijugadores aprenden nuevas técnicas pero sobre todo sirve para hacer piña.

Además, las plantillas participan en los ‘Fanatic Mini’ de Palencia y Valladolid. «La gente nos ve cómo una entidad que no solo va a hacer el trabajo mínimo, si no que ven un proyecto de club, si ofrecemos dos horas a la semana seremos uno más».

Otro de los puntos de su ideario es que los equipos de los colegios mantengan su identidad. Aunque los equipos se mantienen bajo el paraguas del CB La Victoria, a la hora de competir todos ellos lucen el nombre del centro escolar. El trabajo en un año se ha debido hacer muy bien porque los resultados son extraordinarios. En los colegios la demanda para hacer baloncesto han crecido mucho, «entre un 10% y 15%», apunta Álex Arenas. El colegio Ponce de León cuenta esta campaña con cinco equipos, «algo inédito», el Alonso Berruguete, dos. Y el Pablo Picasso, en Las Delicias, ha roto la banca con 14 equipos. Junto a los tres del Vega de Prado, donde surgió este proyecto. Arenas no cree que haya fórmula mágica para conseguir esto. «Se hace a pico y pala», dice. Recuerda que durante el mes de septiembre la directiva se recorre los colegios e institutos para buscar jugadores de entre 6 y 16 años. Además comenta que en la edad de Primaria tienen que «sufrir las iniciativas de otros clubes que se quieren llevar a esos jugadores».

Este crecimiento supone que las instalaciones se quedan pequeñas. «Tenemos una necesidad imperiosa», clama el coordinador. No es una exageración. Un mismo equipo puede llegar a entrenar en tres sedes diferentes y en total sumarán 10 ubicaciones distintas lo que provoca un «trastorno» para jugadores y padres. Además Arenas recuerda los entrenamientos de «un martes de invierno con bajo cero». «No queremos llorar, pero sí es verdad que nos vendría mejor contar con unas instalaciones fijas y más grandes, nunca gratuitas, porque nosotros pagamos», insiste. Pese a los buenos resultados obtenidos, la directiva no tiene en mente participar en competición autonómica, todo se resume a los Juegos Escolares.

Y antes estas expectativas, Álex Arenas no quiere poner techo a la ilusión y cree que aún se puede crecer más como club. «Trabajamos con esa idea, somos prudentes, pero creo que el año que viene se puede llegar a los 200 jugadores», pronostica. «La idea sigue siendo la misma que nadie se quede sin baloncesto, si tenemos más niños de los previstos, hay que intentar buscar equipo, no hemos dejado a nadie sin jugar y no lo vamos a hacer», sentencia. La hoja de ruta de este CB La Victoria no se ha modificado.