Diario de Valladolid

Una red en peligro de extinción

Un grupo de románticos intenta recuperar el esplendor de un deporte en su modalidad masculina que actualmente solo cuenta con 30 licencias escolares / Sus dos equipos juegan en ligas femeninas

Gran parte de los equipos del Bumayé formado por los jugadores de la escuela, infantiles y cadetes posan en Río Esgueva.-EL MUNDO

Gran parte de los equipos del Bumayé formado por los jugadores de la escuela, infantiles y cadetes posan en Río Esgueva.-EL MUNDO

Publicado por
J. I. Fernández

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Los soportes digitales (CD y DVD), la cabina telefónica, la máquina de escribir, bolsas de plástico, el lince ibérico, incluso la isla de Madagascar. ¿Qué tienen en común todas estas cosas? Pues que están en peligro de extinción. En los próximos años, muchas de ellas desaparecerán por completo, y otras, si el ser humano no hace algo por evitarlo, acabarán haciéndolo poco a poco. Y en este listado también se podría incluir al voleibol masculino en Valladolid. El deporte de la red, que hace unas décadas era de los más practicados en los patios de los colegios, vive un travesía en el desierto que ha provocado que padezca su peor momento.

En estos momentos, las licencias de jugadores que practiquen voleibol en Valladolid no superan las 50. Solo existen dos equipos en edad escolar, que tienen que jugar en ligas femeninas, y uno juvenil. Además de una escuela que intenta ser el cimiente del futuro. Ahora, un grupo de románticos del voleibol de la ciudad quieren que esto no ocurra y, por eso, han decidido poner en marcha campañas de promoción y de difusión para que este deporte regrese por sus fueros.

Entre las razones de por qué se ha llegado hasta aquí, hay varias. «Cuando el vóley vivió su mejor momento, no se regó la planta y posteriormente faltó un relevo», explica Nacho Soto. Mientras que César Alonso también lo justifica con el «boom» que vive el voleibol femenino. «Todo lo que se ha perdido en el masculino se ha ganado en chicas, quizás sea porque se ve como un deporte femenino, pero no es así ni mucho menos», y en la «amplia oferta deportiva» que existe en la ciudad. Por último, Íñigo Torres cree que no se supo «vender el producto» cuando el voleibol estuvo en lo más alto y España fue campeón de España y, además, «se tenía a uno de los mejores jugadores del mundo, Rafa Pascual». Un mal que no es solo de Valladolid, se amplía a Castilla y León (excepto Soria) y en muchos puntos del país.

Todos indican que lo peor ha pasado ya, «no se puede caer más», indica Soto, por lo que ahora es el momento de resurgir y volver a ganar el partido. De momento hablar de voleibol es hacerlo del club Bumayé, «un grupo de amigos» que ha levantado el estandarte masculino. Cuenta con el equipo infantil que juega en la liga cadete de los Juegos Escolares contra conjuntos femeninos y el cadete que lo hace en juvenil. «En este caso se trata de una discriminación positiva», detalla Alonso. Mientras que el equipo juvenil lo hace en Primera y pretende ser la cantera del equipo de la UVa.

Nacho Soto recuerda que hace 7 años hubo una generación de chicos de 14 años que se convirtió en campeona de España cadete. «Se demostró que calidad hay, pero hay que cuidar lo que se tiene». Ahora se va por centros escolares realizando campañas de captación donde se invita a todos los chavales a conocer el deporte, que como asegura,«ahora somos minoritarios», mientras evoca tiempos mejores, «cuando yo era niño había más de una docena de equipos». También acuden a los propios equipos de los Juegos Escolares ya que hay algunos niños que juegan en el equipo mixto. «La intención es que si quieren probar a jugar con nosotros lo hagan», explica uno de los promotores. También forman parte de las actividades del programa municipal ‘Valladonoche’. Así, el próximo sábado habrá una tarde de voleibol (de 16 a 20 horas) en el polideportivo de La Rondilla, organizada por el Voleibol Bumayé y el Valladolid CV.

Ahora son los encargados de representar al vóley masculino. La primera piedra se puso hace unos días en Río Esgueva donde se juntaron todos para comenzar con la reconquista del terreno. «Invitamos a todos los niños, con o, a jugar al voleibol», bromea Soto. Todo ello con la intención de que este Ave fénix se eleve por encima de la red y vuelva a ser lo que fue hace unos años.

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