Diario de Valladolid

Redacción de Valladolid

El hara-kiri de la izquierda

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LA Sanidad, mejor dicho su defensa, vuelve a llenar las calles de Valladolid con miles y miles de personas, poco importa aquí el baile de cifras de unos y otros, que exigen respuestas en la segunda gran manifestación en menos de un año para reclamar una mejor Sanidad en el mundo rural.

Cierto, y así lo certifican los diferentes informes, que Castilla y León cuenta con uno de los mejores sistemas de salud, de los más valorados y reconocidos por los pacientes. Como también lo es que ninguna otra Comunidad mantiene más consultorios médicos en su territorio. Pero resulta evidente que algo está fallando cuando miles de castellanos y leoneses se echan a la calle para exigir una mejor atención. No escucharlos y escudarse sólo en la crítica al uso electoralista que la oposición pueda hacer de esta protesta es no ver la realidad y, poco menos, que hacerse el hara-kiri.

Claro que para hara-kiri el que se está haciendo una parte de la izquierda, aquella que representa Podemos, que amenaza con llevarse por delante proyectos como el de la formación podemita en la Comunidad.

La crisis en la que está inmerso Podemos a nivel nacional por culpa única y exclusivamente de Pablo Iglesias y su cohorte de correligionarios, va camino de llevarse por delante el enorme trabajo que, durante estos últimos cuatro años, vienen llevando a cabo políticos de la categoría de Pablo Fernández en Castilla y León.

Más allá de sus errores o de sus intervenciones más o menos afortunadas en algunas sesiones de las Cortes autonómicas, el líder de Podemos ha demostrado que es capaz de sellar acuerdos de Comunidad, aunque estos vengan liderados desde el gobierno ‘popular’ de la Junta. Y, ahora, en plena crisis de la formación morada y a diferencia de otros que aprovechan la coyuntura para arremeter contra Pablo Iglesias y horadar aún más en la crisis del partido, Fenández guarda silencio y se dedica a trabajar de cara a las próximas municipales y autonómicas. Ya sea recorriendo la Comunidad o tratando de sellar un acuerdo que permita a Podemos confluir con Izquierda Unida, pese a que a día de hoy parece lejos de cerrarse. Y mucho más si Podemos no es capaz de cerrar su herida interna.

Mejor le iría a la formación podemita si dejara de mirarse en su ombligo madrileño y mirara a territorios y gentes como Pablo Fernández. Sólo así evitará su hara-kiri.

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