Un Dakar en miniatura
Los románticos del ‘Scalextric’ se reúnen en la duodécima edición del Open Raid de AVslot con la participación de más de 60 pilotos
Los participantes en el Open Raid de AVslot posan con el circuito en la sede en la calle Oro.-J.M. LOSTAU
En la mente de todos está muy presente la imagen de Nasser Al-Attiyah volviendo a ganar el Rally Dakar. Incluso la del vallisoletano Roberto Carranza, que por primera vez ha puesto una pica local en la carrera más exigente que se conoce. Y es que el mundo del motor sigue causando pasiones sea a tamaño real o bien a escala, como es este caso.
Así, un nutrido grupo de ‘pilotos’ aficionados al romántico Scalextric, más de 60 llegados desde puntos tan diferentes como Galicia, Cantabria, Madrid, Alicante, Tenerife y Almería, se concitó durante este pasado fin de semana en las instalaciones de la asociación AVslot para disfrutar de un raid al estilo del Rally Dakar, sobre un circuito en el que no faltaron las pronunciadas cuestas y las curvas cerradas, además del cuidado atrezzo de arena, palmeras, oasis e incluso camellos junto a las pistas. Desde hace ya unos años, AVslot continúa con su singular actividad en su sede sita en la calle Oro, 24, y este torneo se ha convertido en un fijo del calendario.
El desarrollo de un raid slot consiste en recorrer durante un determinado número de minutos o vueltas establecidos por la organización cada uno de los tramos de la sección de competición en la que se ha inscrito el piloto y en una sola etapa. En este caso para esta competición, con más de 110 coches, se han habilitado ocho categorías:T6, T5 camiones de tres ejes, turismo (T1, T2 y T3) y T-retro con 4L, Suzuki Samurais, «un gusto para los nostálgicos», asegura Iñaki Hierro, miembro del club, que reconoce que es «como estar en un Dakar», pero en este caso de miniatura.
Por haber, hay hasta arena. «Un Dakar sin arena no es nada», bromea Hierro. En este caso las dunas se hacen con gofio, una harina gruesa de maíz procedente de Tenerife, ya que en Valladolid no es fácil de encontrarla, y que provoca hasta la sensación del polvo cuando los coches aceleran.
El Raid constó de cuatro circuitos, siendo un total de ocho tramos en pista Ninco con superficie de gofio. Los tramos son siempre nuevos para todos los pilotos, y no se pueden entrenar en ellos. Para verificar el buen funcionamiento de ellos, existe incluso un ‘coche cero’ de la organización que pasará por todos los tramos antes del inicio de cada sección de competición.
Aquí tiene importancia hasta el copiloto, al más puro estilo de Luis Moya. La función de los copilotos es la de poner los coches en el carril, si éstos se salen, durante todos los tramos. Cada piloto deberá aportar su propio ayudante de pista, teniendo en cuenta que en cada serie solo puede haber dos coches en pista. El ganador fue Fran Romero que llegó desde Tenerife, el segundo puesto Alberto Elvira, de Madrid, mientras que al tercer puesto del cajón subió Adriá Palomar, de Barcelona en un Raid que contó con más de 60 pilotos.
El objetivo sigue siendo hacer de la tarde de los fines de semana un verdadero momento de ocio y juego. La actividad engancha, promete y la dificultad es cero. Ahora la competición continúa con otras pruebas donde son protagonistas otros modelos como Fórmula 1, rallies o turismo.