Multitudinaria movilización por el futuro del Bierzo
EL INCIERTO futuro económico y social de la comarca leonesa del Bierzo, tras la progresiva desaparición de las explotaciones mineras y el anunciado cierre de la central térmica de Compostilla, movilizó ayer a miles de personas en una multitudinaria manifestación que transcurrió por el centro de Ponferrada. Fue la contundente respuesta de la sociedad leonesa al abandono en que se encuentra la comarca y una unánime reclamación para la reindustralización de la zona, exigida tanto por los sindicatos –convocantes de la protesta– como por instituciones, asociaciones y colectivos sociales.
Los secretarios regionales de UGT, Faustino Temprano, y de Comisiones Obreras, Vicente Andrés, presentes en Ponferrada, resumían la razón de la protesta en la necesidad de que los jóvenes tengan un futuro en la comarca mediante un plan de reindustrialización urgente, al tiempo que exigían para la zona una transición energética justa.
Esa misma exigencia es la que plantearon la semana pasada los presidentes de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; Asturias, Javier Fernández, y Aragón, Fidel Lambán, en una carta dirigida a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la que solicitan un urgente encuentro de trabajo. El objetivo de los tres presidentes autonómicos –los dos últimos socialistas– es analizar con detalle lo que consideran una situación límite en las antiguas cuencas mineras tras el cierre de explotaciones y la futura clausura de las térmicas, con el fin de buscar «una alternativa justa» que mantenga la actividad en estas zonas. En la misiva, también indican a la ministra que una transición justa pasa por atender el impacto social de los cierres de minas y de centrales, acompasándolos a la creación de nueva actividad económica que sirvan para relanzar estas comarcas.
Tanto la Junta como otros representantes institucionales han apuntado algunas medidas que la ministra Ribera debería tener en cuenta para mantener al menos los 2.000 empleos que se perderían con los cierres industriales anticipados, como expuso el propio titular del Ejecutivo regional al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la entrevista que ambos mantuvieron en Moncloa.
Entre ellas, Herrera estima que algunas minas y centrales térmicas podrían funcionar más allá de 2019 y que los plazos para la transición ecológica se apuren hasta 2030 en lugar de 2025.
El Gobierno socialista debe ser sensible a estas reivindicaciones y tomar nota del clamor expresado ayer en el Bierzo con un plan de reindustrialización pactado con la Junta y las administraciones locales implicados, junto con los agentes económicos y sociales, que de esperanza a la comarca leonesa.