Diario de Valladolid

ESPEJOS PARA LA BASE / ARTURO FERNÁNDEZ SEARA

El base que dio el gran salto

Histórico jugador de la década de los 80 dejó Valladolid para fichar por el Barcelona a cambio de 7,5 millones de pesetas que ayudaron a la supervivencia del Fórum / Ganó dos Recopas de Europa y un Mundial de clubes

ArturoFernández Seara posa con dos balones de baloncesto y sus ‘armas de trabajo’ en el Centro de Rehabilitación Tenerías.-J.M. LOSTAU

ArturoFernández Seara posa con dos balones de baloncesto y sus ‘armas de trabajo’ en el Centro de Rehabilitación Tenerías.-J.M. LOSTAU

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Guillermo Sanz

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La historia ha dejado un sendero de personas que serían casi irreconocibles sin sus bigotes. Chaplin o Groucho Marx en el cine, Dalí en la pintura, Freddie Mercury en la música... o Arturo Fernández Seara en el baloncesto, terreno que conquistó el exbase del Fórum Valladolid.

Antes incluso de que su inseparable bigote comenzara a nacer, el baloncesto ya había llamado a su puerta. Lo hizo en el colegio de los Salesianos, en su Ourense natal, donde se quedaba después de clase lanzando a canasta, aunque eso le costara que el director del centro (y profesor de literatura) le preguntara la lección cada día. La recompensa, sin duda, hacía barato el ‘castigo’.

El juego de Seara le valió para ganarse (en una época en la que la que era rara avis el jugador que no vistiera la casaca de Madrid,Barcelona,Joventut oEstudiantes) un hueco en la selección española juvenil que participó en el Eurobasket de Italia de 1973. Para ello se tuvo que extraer una muela problemática el día antes de viajar al país trasalpino. Era eso o no viajar... y el dentista se convertía en la opción menos dolorosa. En Angri, sólo la Rusia de Vladimir Tkachenko impidió que la España de Antonio Serra se bañara en oro.

Con una medalla de plata bajo el brazo le fichó el Real Madrid. Cuando la jubilación de Vicente Ramos colocaba a Arturo Seara como tercer base del primer equipo, tras Cabrera y Corbalán, la Federación Española suprimió el segundo año de júnior y el jugador tuvo que buscarse otra salida. «Morti dijo que nos fuéramos todos a Valladolid. A él también le venció el año de júnior y vino a hablar con Samuel Puente, Vicente Lafuente y conmigo», recuerda. Así se fraguó su llega a Valladolid, donde es el tercer jugador que más temporadas que ha vestido la histórica casaca morada por detrás de Lalo García y Samuel Puente.

‘Los cuatro fantásticos’ hicieron piña con el americano Doyle para llevar al baloncesto vallisoletano en volandas hasta la Primera División (actual ACB). «Los cuatro que vinimos de Madrid teníamos una forma de jugar muy parecida e integramos a Doyle. Fue una experiencia fantástica. Huerta del Rey se llenaba... fueron ocho años de idilio», reconoce el exjugador. Sin embargo, no se pueden poner puertas al campo y Arturo Seara necesitaba expandirse. Así, después de negar un año al Barcelona y de que el club le cerrara la puerta al siguiente, a la tercera fue la vencida y vistió la camiseta blaugrana en un movimiento que colocó al Fórum en una casilla segura. «Los siete millones y medio de mi traspaso y los siete que puso el Fórum Filatélico fueron la salvación del club», recuerda.

La aventura en la Ciudad Condal no comenzó con sabor dulce. «El primer año fue duro. Yo estaba acostumbrado a jugar muchos minutos. Veía en Nacho Solozabal cualidades que se complementaban con las mías, pero me di cuenta de que mi papel era el de revulsivo. Fue duro hasta que asumí mi rol, pero el segundo y el tercer año fueron muy buenos», celebra. Serra no había perdido de vista el número de matrícula del vallisoletano y le captó para un Barcelona que con iconos de la canasta como Epi, Solozabal o Chicho Sibilio vivió una Década prodigiosa regada por los primeros títulos internacionales: dos Recopas y un Mundial de los que Seara formó parte. «Para un chaval de Ourense haber ganado todo eso... es inolvidable», admite, al tiempo que reconoce: «Me quedé con la espinita de haber ganado una Liga».

Arturo Fernández Seara tiene sobre la mesa la propuesta de renovación con el Barcelona, «una oferta brutal de Málaga y una llamada cada semana de Gonzalo Gonzalo para volver a Valladolid». Las aguas fueron a parar al Pisuerga, donde tenía pendientes sus estudios de medicina, profesión que ejerce en el Centro de RehabilitaciónTenerías .

Dos años más de juego en Valladolid y dos en Canarias fueron el prólogo de su carrera deportiva. El nacimiento de su hijo ‘Turi’, también jugador de baloncesto formado en la cantera del CB Valladolid y exjugador del Ciudad de Valladolid, precipitó su salida de las pistas con 34 años. «Mi mujer se quedó embarazada y decidí colgar las botas, como había prometido». Aún quedaba clase en su juego para dar cuerda a un jugador de época que decidió aparcar un tráiler lleno de éxitos y buenos recuerdos que condujo durante 25 años y que volvió a arrancar cuando Luis Ángel Hermoso le pidió que fuera el director general del club: «Estuve dos años, pero sabía que había ido para echar una mano a esa persona, al club y a la ciudad -una misión con fecha de caducidad. El básket es una etapa que ya ha pasado», una etapa dorada que ha dejado su huella en el paseo de la fama del deporte vallisoletano, como las estrellas del celuloide lo hacen en la entrada del Teatro Chino de Hollywood.

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