Toda una lección
ESTOS del PPson unos genios. Se lo habían propuesto y lo han logrado. Ya tienen cabreado a todo el mundo, incluso a los suyos.Porque no se engañen, la gran mayoría de aquellos que este sábado, y otros anteriores, se echaron a las calles para reclamar mejores pensiones metieron su voto para hacer presidente del Gobierno al mismo Mariano Rajoy contra el que ahora cargan.
No caeré yo en el grave error cometido por José Sarrión en una entrevista en este periódico de llamar de todo a los votantes, por el mero hecho de apoyar con su voto a aquello que el dirigente de Izquierda Unida nunca defendería. Pero los números cantan y evidencian que en el PPrizan el rizo y consiguen, con sus políticas, que incluso aquellos de sus más fieles votantes, los pensionistas, se les planten y les pidan que se vayan. Algo que, de momento, va a ser difícil que suceda, entre otras cosas porque para eso están los naranjas de Ciudadanos que volverán a salvarle un presupuesto más, lo que les permitirá continuar haciendo de las suyas.
Para alguien como yo que lleva ya años de cotización y que ve lejos, muy lejos, una jubilación que cada vez más teme no va a poder llegar percibir, la manifestación de los pensionistas resulta toda una lección de personas que, en la mayoría de los casos, llevan toda una vida de lucha, primero contra la Dictadura y después para lograr las ventajas sociales, esas que de un plumazo se llevaron por delante las reformas laborales que nacieron bajo la excusa perfecta de la crisis.
Gente que entiende como nadie que la resignación es el peor de los remedios. Personas que de forma callada y con su sacrificio diario han salvado a este país de la quiebra total. Ellos, los jubilados que este sábado estaban en las calles, son quienes han rescatado al país, y no Rajoy ni el PP como presumen, porque salvaron a muchas familias, que fueron expulsadas del mercado laboral y casi de la sociedad, de la peor de las quiebras que existe, la social. Aquella que todavía hoy se ve, por más que estos del PP se empeñen en querer hacer creer que la crisis ya es historia. Que miren a la cara a estos jubilados, que aquí en Castilla y León no llegan ni a mileuristas, o a la de esos jóvenes que, en el mejor de los casos, ven cómo les firman contratos por horas a razón de 600 euros. Y, con eso, les tiene que dar hasta para un plan de pensiones. Jóvenes a los que, como a mí, los jubilados nos han dado toda una lección.