Diario de Valladolid

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CASI NUNCA asumen nada. Salvo cuando el ridículo más espantoso amenaza sus cargos, sus bolsillos o su vanidad. Arrogante, soberbio, provocador, altivo, desafiante… Todo un poderoso exvicepresidente económico del Gobierno de Aznar, exdirector general del Fondo Monetario Internacional…, uno de los responsables máximos de la burbuja inmobiliaria…, aquel dirigente modélico de los populares que contribuyó a la quiebra del sistema de cajas de ahorro…, condenado por apropiación indebida en el caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid…, detenido e investigado por fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales… Ese mismo personaje fue incapaz de asumir esta semana en el Congreso ninguna autocrítica en la quiebra del sistema financiero que costó sufrimientos y más de 60.000 millones a la sociedad española.

Rato repartió estopa a sus colegas. Su prepotencia ni siquiera fue aplacada por el «temeroso» diputado popular palentino, Miguel Ángel Paniagua, que le interrogaba como si tuviera que pedir explicaciones al dios de la economía y no a quien está próximo a entrar en la cárcel. Y eso que PP y PSOE le pusieron en bandeja un formato a la carta de sus intereses en la comisión de investigación de las cajas que no permitía preguntas y respuestas.

La autocrítica brilla por su ausencia. Ya da igual que la desidia de Tráfico, de Abertis, de la delegada del Gobierno o de los ministros ‘secuestren’ durante quince horas a miles de familias en la ratonera de la autopista privatizada AP-6. Quieren que un simple mea culpa sirva de penitencia absolutoria frente a su pasividad y no les da vergüenza que todo un director general de la DGT culpe a los conductores de tamaño desaguisado. ¿Imaginan que fueran Puigdemont o Podemos los culpables?

Nunca asumen nada. No está en su ADN. Vieja política en un año nuevo. El presidente del PP regional, Alfonso Fernández Mañueco, dice que su partido está ahora más vivo que cuando lo presidía Herrera. No he visto al líder popular «vivo» exigir responsabilidades a Tráfico como lo hicieron en diciembre de 2004 por situaciones parecidas en carreteras de Burgos, León y Palencia con Gobierno del PSOE.

Más grave me parece que el propio Mañueco, quince años de secretario regional del PP, sea incapaz de asumir alguna responsabilidad en la mayor crisis demográfica de esta Castilla y León, donde «se vive bien porque la gente tarda en morirse», según proclama. Ese es el talante de la clase dirigente que nos rodea. Y lo peor de todo es que la autocrítica hay que sacarla con fórceps en la mayoría de partidos donde faltan espejos y domina el «y tú más».

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