Diario de Valladolid

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ASCO. Es lo primero que sentí la tarde-noche del miércoles cuando leí las 55 páginas de la querella del fiscal Anticorrupción contra Rafael Delgado, exviceconsejero de Economía de la Junta de Castilla y León hasta 2007, y otros 20 implicados. Asco, porque la trama eólica que describe Tomás Herranz y los minuciosos trabajos de su equipo y el de la Agencia Tributaria revelan cómo durante años gente sin escrúpulos dedicaban tiempo pagado por los ciudadanos y un espacio público como la Consejería a engordar los bolsillos propios y de sus amiguetes como revela el documento del fiscal.

Ahora no me extraña que esta semana, estimado Juan Vicente Herrera, su consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, mostrara en las Cortes apatía, resignación y se sintiera “abrumado” por los problemas internos y sin ilusión para combatir la lacra del paro, la precariedad y la pobreza, y que algún destacado procurador del PP me dijera que a usted le falto sangre para reaccionar a tiempo. Todos sabemos lo que Rafael Delgado mandaba en aquella Consejería y ahora conocemos mejor a qué dedicaba parte de su tiempo.

Cómo no voy a sentir repugnancia cuando, justo a partir de aquel 2007, cuando dejó la Viceconsejería, este país y esta Comunidad autónoma sufrieron una crisis brutal que llevó al paro, a la miseria y a la desolación a cientos de miles de familias, mientras otros -en casi todo el país- aprovechaban para engordar sus cuentas a costa del erario público o del poderío de la Administración.

A Herrera le esperan dos años duros en la Presidencia de la Junta. El fondo de la trama eólica de presunta corrupción apenas se conoce aún. Por él y por toda la gente digna de esta Comunidad me gustaría que el presidente se pusiera al frente del combate de esta lacra; que diera ejemplo; que se implicara dando la cara; que alzara la voz para pedir perdón por lo que ocurrió en estos despachos cuando él presidía la Junta y que extremara la colaboración con la Justicia. Caiga quien caiga. Infundir ánimo a su gente también es necesario. Sobre todo, cuando ha perdido unas primarias y el equipo del ganador en el PP regional, encabezado por Alfonso Fernández Mañueco, todavía no ha dado la más mínima muestra de beligerancia con la trama eólica ni ha ordenado desbloquear la investigación parlamentaria. La autocrítica y unas buenas dosis de humildad nos vienen bien a todos para recuperar la confianza y la pasión. Que ningún desalmado gane esta y otras batallas por la dignidad.

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