Diario de Valladolid

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SE ESTRENA agosto y para la mayoría de la ciudadanía, creo, acontece la traición a la rutina, la deslealtad con la costumbre. Adiós a la dulce monotonía. Y tal vileza, no crean ustedes, se paga cara. Por ejemplo, las crisis matrimoniales o de pareja que se alimentan bajo la canícula y ofrecen sus consecuencias en los meses siguientes. No es lo mismo verse un par de ratos al día, al mediodía y por la noche, que estar 24 horas al día en permanente e indisoluble contacto con el cónyuge y, en su caso, la prole. Si el veraneo se plantea con la familia política el asunto ofrece una magnitud de desbordamiento fluvial.

Digamos que el veraneo, y agosto por excelencia, equivale a una hoja en blanco en la que cada cual debe plasmar su diaria hoja de ruta. Y para muchos es un verdadero terror enfrentarse a ese vacío. Nada más relajante para la mayoría de las mentes que cumplimentar una hoja-formulario, con pocos espacios para rellenar, apenas unos sí o no, a las preguntas que lo cotidiano desliza, con gran previsibilidad, al arrancar cada hoja del calendario.

Nada tengo contra la seguridad que ofrece la monotonía de los días, las semanas y los meses laborables… Nada frente a frecuentar esos caminos, temporales y espaciales, que sabemos dónde nacen, dónde mueren, de dónde viene y adónde vana.

Pero, eso sí, creo que no se trata, hablo de ese sometimiento a la comodidad de las plácidas y monótonas rutinas, de algo muy diferente a la alienación que supone para muchos la inquebrantable tendencia a consumir las marcas de moda, jugar con las aplicaciones del móvil que causan furor…

Qué difícil sustraerse al itinerario prefijado, al horario previsto, a la ropa que se lleva, al móvil que más se anuncia… y a la vida que hay que vivir porque uno cree estar encajado en un determinado sector o segmento social.

Así que, para una legión de la sociedad, las vacaciones son la insufrible tortura de levantarse sin saber qué hacer, salvo que sacar al perro a la calle sea el mejor modo de liberarse de un desayuno lleno de preguntas sin respuestas.

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