Diario de Valladolid

Creado:

Actualizado:

LAS PUERTAS giratorias tienen su aliciente y nadie se peleó nunca por pasar del sillón al tajo. Quizá por eso, un par de presidentes y más de cuatro ex ministros decoran consejos energéticos, de los que cotizan alto y no tiznan. Están ahí, no por sus conocimientos, sino por la influencia. Y por lo que se ve, parecen rentables. En cambio, la mina se cierra y entierra. No se acabó el carbón, pero sí su negocio. Desde hace un tiempo, cada vez que alguien reclama, lo remiten a Bruselas o más lejos. Pasó este martes con la pregunta de Ángela Marqués en las Cortes sobre consumo de carbón autóctono. En cambio, vamos sabiendo que la cúpula de Industria descuidó la reclamación de casi cuatro mil millones de euros, que fue el exceso embolsado por las eléctricas para compensar inversiones.

Mientras, el carbón prolonga su agonía. Asturias acudió a los tribunales por la deuda acumulada hasta 2011 y le dieron la razón. Pero el canario se pone farruco y asegura que no pagará antes de revisar el cumplimiento de los convenios. Lo cierto es que no hay garantía de que llegue el dinero para la supervivencia del carbón. En estos años del ministro Soria, el presupuesto energético se lo tragan los mares. Por una parte, la fulminante indemnización (1.350 millones) por el gatillazo del almacén de gas Castor, y por otra, las exploraciones petrolíferas en aguas canarias. En realidad, la broma mediterránea que desató los terremotos levantinos hace poco más de un año recibió el pago un mes después de renunciar a la concesión. Sin analizar su gestión ni evaluar responsabilidades.

Se trata de una empresa colgante del futbolero Florentino Pérez y quizá por eso. La factura, que repercutirá en los consumidores, alcanza 3.500 millones repartidos en los recibos de treinta años. Pero el gas y el petróleo sí tienen puertas giratorias y saben a quién invitan a pasar. A la mina se baja en una jaula y quien sale lo hace con la cara tiznada. Por eso, los poderes ya ni siquiera disimulan su desprecio.

tracking