Diario de Valladolid

DESAFÍO INDEPENDENTISTA

Maíllo afirma que Puigdemont «ha conseguido internacionalizar el ridículo»

El coordinador general del PP dice que el 155 sirve para que las instituciones catalanas «recuperen su dignidad»

Pablo Casado, Fátima Báñez, Cristina Cifuentes, Javier Maroto, Ana Pastor, Fernando Martínez Maíllo, Soraya Sáenz de Santamaría, Andrea Levy y Javier Arenas, en el Forum Europa.-RAQUEL P. VIECO

Pablo Casado, Fátima Báñez, Cristina Cifuentes, Javier Maroto, Ana Pastor, Fernando Martínez Maíllo, Soraya Sáenz de Santamaría, Andrea Levy y Javier Arenas, en el Forum Europa.-RAQUEL P. VIECO

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PACHO RODRÍGUEZ / MADRID
Valladolid

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Con máxima expectación mediática y de público, ayer Fernando Martínez Maíllo llenó el Ritz en los desayunos organizados por Nueva Economía Forum. Llenó debido a su condición de coordinador general y vicesecretario de Organización y Electoral del PP y porque todos los caminos políticos de estos días conducen a Cataluña.

Y su opinión cuenta tanto, que, de manera inusual, y aunque fuera para repetir lo dicho, un nutrido grupo de periodistas esperaron hasta el final para tener imágenes de la idea que repitió ayer el líder popular: «El 155 sirve para que las instituciones catalanas recuperen su dignidad», dijo, entre otras ideas dirigidas a justificar el plan que el Gobierno desarrolla ante el desafío secesionista de los independentistas catalanes.

Con una amplia presencia también de altos cargos del Gobierno y del PP, Martínez Maíllo pudo desplegar su oratoria. Que es la de siempre y aunque sea para lanzar mensajes de partido lleva siempre su sello propio. Y en esta ocasión, incluso desde el sello de lo entrañable. Porque salió a la palestra Zamora desde el momento en que Ana Pastor, presidenta del Congreso, fue la encargada de presentar el acto y al protagonista del encuentro.

En su intervención, Martínez Maíllo resaltó más la evolución de la gestión del PP al frente del Gobierno y en la figura de Mariano Rajoy, que en los hechos concretos. Por eso, explicó que «se ha trabajado por el interés general. Sin demagogias. Algunos confunden la prudencia con la inacción», afirmó, en clara referencia a las críticas que en este sentido recibe el presidente Rajoy cuando no se detectan movimientos para afrontar los problemas.

En lo que sería esa panorámica general de la situación política, Martínez Maíllo aseguró que desde 2011 el PP practica una política económica centrada en el crecimiento económico y el aumento del empleo. «Nos preocupan las personas, el empleo, que las familias tengan futuro, el mantenimiento del Estado del Bienestar», dijo, para añadir que España ahora es un país más resistente.

El alto cargo popular explicó que el éxito no ha sido fácil sino que al contrario: «El Gobierno tomó decisiones difíciles y complejas pero que han servido porque han dado resultado», relató. E incluso fue optimista en sus predicciones al creer que antes del 2020 se puede alcanzar el objetivo de 20 millones de ocupados.

Toda esta labor fue resumida por Fernando Martínez Maíllo con una máxima que quedó clara en la mañana de ayer en el Ritz, en donde hubo que habilitar una sala aledaña al salón principal ante la masiva asistencia de representantes de todos los sectores socioeconómicos de España. En este sentido, Maíllo matizó que «lo que hay que hacer ahora es no destruir lo construido. No desandar lo andado. Y lo haremos con la minoría mayoritaria más importante de la democracia», afirmó.

Respecto a esta situación y como paso previo para abordar la realidad del conflicto catalán, Martínez Maíllo destacó la línea de diálogo que desarrolla el Gobierno de Rajoy y para la que pidió más comprensión y más reconocimiento. «El Gobierno de Rajoy desarrolla la agenda de diálogo más ambiciosa de la historia de la Transición Española», aseveró.

Para justificar esta demostración de capacidad de diálogo de Mariano Rajoy, el lider del PP remarcó los acuerdos conseguidos con el horizonte puesto en conseguir la aprobación de los presupuestos de 2018. Y, por supuesto, la aprobación del artículo 155 como gran demostración de logros obtenidos a través del diálogo, partiendo de la base de que la fuerza mayoritaria tiene sólo 137 diputados. Aunque sobre esta limitación para desarrollar las tareas de Gobierno, el político castellano y leonés quiso ver el lado positivo: «La situación actual parlamentaria es una oportunidad para alcanzar acuerdos», dijo.

A partir de estas bases, Martínez Maíllo abordó lo que para el aforo que le escuchaba constituía el principal motivo tanto de duda como de escucha y debate. «El independentismo nace de las mentiras y del engaño y crece a través de la manipulación. Han construido un relato lleno de de falacias». «Falacias que parten del ‘España nos roba’; luego del ‘España nos reprime’ y, finalmente, con la promesa de un futuro de ensueño para Cataluña. ¿Viven mejor que o peor después de este proceso? ¿Tienen mejor imagen, más expectativas laborales y económicas...?», relató Martínez Maíllo.

Pero a partir de lo que lamentó como «cuántas energías gastadas...», además de los efectos judiciales, el líder del PP remarcó que «lo que se está internacionalizando es el ridículo», en referencia al peculiar periplo que realiza en la actualidad el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.» Varios y complejos procesos judiciales son el resultado del procés», sentenció Maíllo.

Ya en claras expectativas ante las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, Martínez Maíllo se mostró hasta pedagógico al indicar que «por mucho que un programa electoral prometa la independencia no hay que dejarse engañar. Cuando se invoca a la democracia y se atenta a las leyes se atenta también a la propia democracia», relató. Además de poner el acento en lo cuantitativo que supone que «no cabe la independencia por la vía de la imposición. Dos millones de personas no se pueden imponer a 44 millones».

También para ser más ilustrativo, Fernando Martínez Maíllo ofreció lo que sería un irónico consenso basado en la reciprocidad. «¿Derecho a decidir? Yo también. ¿Votarem? Yo también, pero todos. Leyes y diálogo, también», puntualizó en el sentido de que es más que necesario que todos jueguen con las mismas reglas del juego. «Porque no puede hablar de diálogo quien ignora al 50% restante de la población catalana», dijo. Y de hecho así criticó a los independentistas porque consideró que el diálogo que siempre ha surgido desde esa parte se ha basado en la «hipocresía» y desde un mundo paralelo a la realidad. «Pero a Puigdemont no se le va a juzgar por sus ideas, sino por sus hechos. Nos alegramos de que el Gobierno haya recuperado la normalidad y que ahora quede la reconstrucción de las instituciones que han estado secuestradas al servicio del procés», aseguró.

Sobre la aplicación del 155, para Martínez Maíllo, junto al consenso previo para su aplicación, «el Gobierno ha actuado de manera sensata, no invasiva y con eficacia. El Gobierno lo que ha hecho es recuperar la normalidad institucional», afirmó. Lejos de reconocer el conflicto independentista, Maíllo fue más que claro: «Nunca hubo un único pueblo que quería la independencia».

Con el tiempo dedicado al asunto catalán, apenas hubo para asuntos regionales. Tan sólo Maíllo se pudo referir a lo que se calificó como bicefalía en cuanto a liderazgo entre Juan Vicente Herrera y Alfonso Fernández Mañueco, como respectivos presidentes de la Junta y del PP de la Comunidad. «Sin necesidad de que exportemos la idea, creo que si se puede llamar bicefalia está funcionando muy bien», dijo el dirigente popular, que aseguró que el proceso de sucesión, ya definido, también se está realizando de forma satisfactoria.

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