Sánchez se ve como "la solución política" para Cataluña porque reconocerá "singularidades"

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que él y su partido representan "la solución política" para Cataluña en estos momentos, ya que apuestan por una reforma de la Constitución en clave federal que se traduzca en la unidad de los pueblos de España y, al tiempo, incluya reconocimiento para "las singularidades" del territorio catalán sin que ello signifique fomentar la desigualdad..

Sánchez, que ha presidido una reunión de los grupos socialistas de Congreso y Senado y en presencia también de algunos de sus europarlamentarios ha subrayado que frente a los que piensan que la patria es sinónimo "de tener cuentas en Suiza", los miembros de su organización política vuelcan su patriotismo en las redes de colegios, hospitales o las redes de viviendas para mujeres víctimas de violencia de género. "En lo público: esa es nuestra patria", ha enfatizado.

En este contexto, el líder de la oposición cargó contra el presidente Mariano Rajoy el president Artur Mas y, aprovechando la cercanía de las elecciones catalanas, sacó a colación que ambos políticos han sabido ponerse de acuerdo a lo largo de esta legislatura para sacar adelante una amnistía fiscal o una reforma laboral como la vigente, además de "compartir excusas" para los escándalos de corrupción que atañen a sus partidos. "Ninguno de ellos merece la confianza ni de los catalanes ni de los españoles", ha aseverado.

LOS CINCO "FRAUDES" DE RAJOY

El breve discurso de Sánchez -se advirtió a los convocados en la reunión que su jefe tenía que marcharse pronto por tener comprometida una entrevista en televisión- sirvió principalmente para hacer balance de la legislatura de Rajoy y concluir que el ahora presidente del Gobierno es "un problema para España" que sólo pasando a la oposición tras las generales de diciembre, según dijo, puede propiciar que haya de verdad regeneración democrática y estabilidad política en el país.

Espetó que Rajoy "mintió" antes de llegar al poder, estando ya en La Moncloa y auguró que lo volverá a hacer para perpetuarse al frente del Ejecutivo. En este contexto, el secretario general del PSOE achacó al presidente hasta cinco fraudes con tal de mantenerse en su cargo: el primero, el "fraude fiscal", dado que el PP llegó a las urnas en el 2011 prometiendo que habría bajada de impuestos y subió la carga fiscal en más de 20.000 millones. "Este año ha habido bajada que favorece principalmente a las clases más altas y supone una pérdida de recaudación de 10.000 millones", denunció, agregando en este capítulo la amnístía fiscal y la "politización" de la Agencia Tributaria.

Como segundo "fraude" eligió Sánchez la reforma laboral de los conservadores, que supone al final de legislatura "tener los mismos parados que había al principio" pero con "menos protección". "Lo que ha implicado fundamentalmente esta reforma es cambiar empleo estable por empleo precario [...]. Ellos quieren hablar de número de contratos y nosotros [los socialistas] debemos hacerlo de horas trabajadas", dijo, reiterando que si gana las próximas legislativas derogará la ley vigente y reformará el Estatuto de los Trabajadores.

En esta línea, mencionó como supuesto "tercer fraude" del jefe del Ejecutivo su compromiso de no tocar la educación, sanidad, dependencia o pensiones en sus años de mandato. Sánchez le reprochó que haya recortado la plantilla de profesionales en estos campos y haya tocado las becas, además de limitar la universalidad de la sanidad. "Y está tratando de imponer una cifra de déficit a las comunidades que es revanchista y que va a perjudicar a la sanidad y la educación", apuntó.

El "cuarto fraude" sería la "connoviencia" del PP de Rajoy con la corrupción, según explicó, y el "quinto" la autoproclamación del presidente como el garante de la estabilidad política y la regeneración. "El legado que nos va a dejar Rajoy es muy complejo: dejará una España fracturada en lo social, en lo económico y confrontada en lo territorial", concluyó.

LA REFORMA DEL TC

Por último y dado que esta misma semana se debate en el Congreso la reforma del Tribunal Constitucional, auspiciada por el grupo Popular, el jefe del PSOE reiteró que no la van a apoyar en su trámite parlamentario porque no está consensuada. "Es mentira eso de que habían informado al líder de la oposición... el líder de la oposición no ha recibido ninguna llamada del presidente del Gobierno apra esta modificación", aclaró, añadiendo que no puede compatir una reforma de estas características "ni por la forma ni por el fondo".