Diario de Valladolid

GANADERIA

Enerlácteo, la aplicación que fomenta el ahorro en ganaderías

Vacuno y ovino 265 productores utilizan esta herramienta del Itacyl para «conocer el consumo eléctrico de su granja» y recibir «consejos personalizados» de cara a mejorar su «eficiencia energética»

Un ganadero trabaja en la granja de Gaza ubicada en la localizad zamorana de Santa Cristina de la Polvorosa.-ICAL

Un ganadero trabaja en la granja de Gaza ubicada en la localizad zamorana de Santa Cristina de la Polvorosa.-ICAL

Publicado por
Diego Santamaría

Creado:

Actualizado:

El desequilibrio, cada vez mayor, entre gastos e ingresos dentro de la ganadería láctea obliga a los productores a permanecer constantemente con la calculadora en la mano para garantizar la viabilidad de sus explotaciones. Cada céntimo en la factura cuenta, sobre todo en los tiempos que corren.

Por ello, recurrir a herramientas que ayuden a reducir costes e incrementar la eficiencia de las granjas es ahora más necesario que nunca. Afortunadamente, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) se embarcó hace unos años en un «proyecto competitivo» bianual, enmarcado la Red Rural Nacional en colaboración con la Xunta de Galicia y el Principado de Asturias, que propició la creación de la aplicación digital Enerlácteo. 

El «impulso» de esta herramienta que hasta la fecha ha ofrecido «resultados muy positivos» se oficializó en junio de 2017 con motivo del arranque oficial de la Plataforma de Competitividad del Vacuno de Leche. No obstante, el investigador del Grupo de Rumiantes del Itacyl, Raúl Bodas, detalla que durante los primeros compases del proyecto se llevó a cabo una «toma de datos» a partir de «160 auditorías energéticas, 80 en Castilla y León, a granjas de vacuno lechero». A partir de ahí, se puso en marcha la aplicación enerlacteo.com y se publicó el Manual de Buenas Prácticas de Ahorro y Eficiencia Energética de Vacuno Lechero.

En vista de la utilidad de este programa y teniendo en cuenta la necesidad de brindar medidas de ahorro a otros subsectores estratégicos en la Comunidad, el Itacyl decidió apostar por una versión centrada en el ovino que nació al amparo de la Plataforma de Competitividad del Sector Ovino y Caprino. Para ello, tal y como señala Bodas, se realizaron«estudios y auditorías energéticas en 10 granjas de ganado ovino lechero» que desembocaron en el diseño de esta herramienta, durante «aproximadamente un año», antes de su presentación en sociedad el pasado mes de octubre. La «novedad», en esta versión, residen en que «está diseñada para móvil», concreta.

¿Qué aporta Enerlácteo a los productores lácteos castellanoleoneses? En primer lugar, «invita al ganadero a conocer el consumo eléctrico de su granja». Gracias a este «sencillo paso», los profesionales pueden «tomar conciencia del gasto que supone, ofreciéndose como recomendación la revisión de la tarifa eléctrica y del contrato de suministro con la compañía comercializadora en busca de opciones más competitivas».

Por otro lado, Enerlácteo presta atención a las «características» de cada explotación y a los «equipos de mayor consumo» para brindar «consejos personalizados». Por ejemplo, distintas «posibilidades de instalación de variador de velocidad en las bombas de vacío asociadas al equipo de ordeño».

A día de hoy, Enerlácteo ronda los 265 usuarios. Sin embargo, el objetivo del Itacyl es «dar a conocer a los ganaderos y técnicos del sector la herramienta y su utilidad». Para ello, se han celebrado hasta la fecha una veintena de jornadas divulgativas -la última, el pasado miércoles en Aranda de Duero- en las que se ha «intensificado la labor de difusión».

Sea como fuere, Bodas remarca la facilidad de entrada a la aplicación, pues «únicamente hay que darse de alta como usuario la primera vez que se accede y disponer de un CEA». Además, el registro es «completamente libre y gratuito» y «los datos no son utilizados para otros fines que no sean la autoevaluación del consumo energético por parte del usuario».

Uno de los principales alicientes de esta herramienta es que su manejo es «muy sencillo».

Tan solo se requieren conocimientos de «navegación básica por internet» para rellenar una serie de datos sobre la explotación como su «ubicación, características, datos de los equipos de mayor consumo, producción de leche y factura eléctrica». Acto seguido, Enerlácteo analiza estos baremos para obtener «indicadores de eficiencia energética como el consumo de electricidad por litro de leche producido y por animal ordeñado».

Asimismo, Bodas precisa que la aplicación «genera un informe con la estimación de la distribución de este consumo entre los equipos que ha introducido el usuario y una comparativa respecto al dato medio de consumo en explotaciones», de tal manera que el ganadero «tiene una idea de su eficiencia energética respecto a la media del sector» y la posibilidad de analizar su consumo con una «etiqueta de color variable desde el verde (muy eficiente) al rojo (nada eficiente)».

Según los cálculos del Itacyl, el coste eléctrico de cada 1.000 litros de leche asciende a 4,6 euros en el vacuno y a 12 en el ovino. Además, la factura eléctrica puede reducirse un 65% en la bomba de vacío cuando se usa un variador y un 25% en el tanque cuando se usa un sistema de preenfriamiento de la leche. En cualquier caso, Bodas explica que «la partida de gastos más importante, sin lugar a dudas, es la alimentación de los animales, seguida de la mano de obra, maquinaria e instalaciones, combustibles y electricidad».

Partiendo de esa premisa, la Consejería de Agricultura cuenta con una herramienta de simulación d costes de ovino y vacuno que permite a los ganaderos «introducir las características de su granja y los costes asociados a la producción de leche para determinar el coste medio real del litro de leche y compararlo con la media del sector».

¿Cuáles son las medidas más eficaces para asegurar el ahorro energético? La «primera y más sencilla» es la «revisión de la factura» para «conocer el precio y buscar alternativas más competitivas». No en vano, tampoco hay que obviar el «adecuado mantenimiento de la maquinaria» para evitar que la tarifa «se dispare» o la adquisición de «sistemas de ahorro» que «proporcionan reducciones interesantes». A modo de ejemplo, Bodas señala que las mediciones del Itacyl en granjas de vacuno lechero revelan que «un variador de velocidad puede ahorrar casi un 70% de la electricidad que consumen las bombas de vacío».

Próximo Proyecto

El Itacyl trabaja en el desarrollo de un ambicioso proyecto, en colaboración con siete empresas y cooperativas de la Comunidad, con el objetivo de «optimizar los parámetros reproductivos del vacuno de carne» para «incrementar la fertilidad y valorar su impacto económico». En estos momentos, según apunta Bodas, «se están analizando los índices productivos y condiciones de manejo en 17 explotaciones en las que se aplicarán medidas de mejora».El siguiente paso, una vez obtenidos los resultados, será valorar su «impacto» con el fin de «establecer un modelo óptimo de gestión y manejo de la explotación».

El proyecto se enmarca en el Plan de Impulso a la Bioeconomía Agroalimentaria, diseñado para «alcanzar una economía agroalimentaria altamente innovadora, más eficiente y sostenible, capaz de conciliar las demandas de productividad y competitividad de la actividad agraria». De esta forma, la Consejería de Agricultura y Ganadería pretende garantizar un «incremento de la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas mediante una producción sostenible y competitiva en un entorno de cambio climático». Por ello, el Itacyl cobrará especial protagonismo en el desarrollo de «actividades de divulgación y apoyo a las herramientas ya desarrolladas» y sus técnicos seguirán «abiertos a nuevas demandas o iniciativas que pueda plantear el sector ganadero en este caso».

Precisamente, la búsqueda de la sostenibilidad en el ámbito agroganadero está relacionada con el ahorro, dado que «cualquier medida encaminada a reducir el consumo de electricidad redundará en un mayor eficiencia y en un menor impacto ambiental de la producción de leche». En este sentido, Bodas señala que la compra de energía eléctrica procedente de fuentes renovables favorece, «para un mismo consumo», la reducción de la huella de carbono. Y para ser más preciso, recuerda que «las comercializadoras de electricidad proporcionan el dato de impacto ambiental de la electricidad consumida por el usuario en la factura».

Así pues, el factor de emisión varía entre 0 y 0,4 kilos de CO2 por kilovatios hora (kWh) -es decir, las emisiones de CO2 a la atmósfera- «en función de la procedencia de la energía según sea esta de fuentes renovables o no renovables».

tracking