PREMIOS LA POSADA 2025
Premios La Posada 2025: El Mundo de Castilla y León ensalza la figura de Jesús Yllera
El jurado de los Premios La Posada otorga el Premio a Toda una Vida a uno de los ‘padres’ de la DO Rueda, por su contribución al desarrollo de la DO más antigua de la región y su capacidad de innovación

Reunión del jurado de los Premios La Posada de El Mundo de Castilla y León 2025.
Una vida de trabajo y sacrificio dedicada al vino. Jesús Yllera simboliza la modernización, la visión y el futuro de una zona de larga tradición vinícola, Rueda. Una figura clave para entender la revolución que experimentó la verdejo antes de que se creara la denominación de origen en 1980, cuando comenzó a elaborar los primeros verdejos modernos. Los miembros del jurado de los Premios La Posada han querido ensalzar el nombre de una familia que ha estado ligada a la vid y al campo desde hace cinco generaciones, que ha puesto los cimientos sobre los que se ha levantado la primera DO de Castilla y León.
Jesús Yllera nació en tiempos de adversidad, en 1939, en plena posguerra española, en el seno de una familia de viticultores a conocida en la comarca de Medina del Campo por el apodo de «Los Curros» que producía vino y lo vendían en pellejos recorriendo en carro los pueblos de la provincia de Valladolid, Fue en 1970 cuando los hermanos Pepe y Jesús Yllera fundaron la SAT Los Curros, atraídos por el potencial de la uva autóctona de Rueda fueron pioneros en la elaboración de los primeros verdejos modernos de esta denominación de origen, dando paso a un legado que sigue vigente. Desde entonces Bodegas Yllera ha sido un referente en innovación y tradición vinícola. Una marca que ha sabido evolucionar y adaptarse a los tiempos.
Hombre de carácter afable y con fuertes convicciones, Jesús Yllera ha demostrado una vida de sacrificio y trabajo; su nombre se ha forjado un camino a base de inconformismo, ideas claras e innovación. Así lo demostró la bodega en los setenta cuando irrumpió en el mercado con su emblemático Cantosán (ni cava ni champán), un vino blanco pionero en la variedad verdejo. El éxito comercial de sus etiquetas les llevó a buscar nuevas oportunidades en la región de la Ribera del Duero y a un crecimiento sostenido de la empresa. Una trayectoria en la que mucho tuvo que ver la incorporación de Ramón Martínez en 1983, El enólogo riojano, se une al equipo y lanza el ‘Tinto Yllera’, que se convirtió en un gran éxito comercial de la bodega. En 1986 la bodega amplió sus operaciones a la D.O. Ribera del Duero con la adquisición de instalaciones en Boada de Roa, donde nace la marca Bracamonte.
El espíritu de lucha constante se puso de manifiesto cuando en 1998 un gran incendio arrasó su histórica bodega de Rueda ocasionando graves pérdidas. Aquella experiencia se convirtió en un punto de inflexión, pues la familia supo convertir una tragedia en oportunidad. La bodega resurgió de las llamas, como el mito del ave Fénix, creando la experiencia ‘El Hilo de Ariadna’, que conecta la historia de Ariadna y el minotauro con la mitología del vino y la visita a las galerías subterráneas del siglo XV, siendo un espacio pionero dedicado al enoturismo que refleja la esencia y la historia de Yllera.
La primera década del siglo XXI fue decisiva en el desarrollo de la empresa familiar. El crecimiento continuado lleva a crear un nuevo departamento de ventas y marketing, se plantea un nuevo modelo de gestión y se va consolidando el desarrollo de la bodega. Años más tarde, en 2009, vuelven a irrumpir en el mercado con el lanzamiento del Yllera 5.5, el primer frizzante nacional, un vino de aguja ligero y afrutado que enamoró a todos desde sus primeras botellas consolidando su liderazgo en esta categoría. Su apuesta por la calidad más estricta está avalada en el sistema de calidad ISO 9001 2000, medio ambiente ISO 14001 y seguridad Alimentaria IFS entre otros.
En 2014 se produce el relevo generacional a manos de sus hijos Carlos y Marcos Yllera, quienes, junto al enólogo Montxo Martínez han consolidado la madurez de la empresa. En estos años se amplía también El Hilo de Ariadna con comedores subterráneos. Y más tarde surge su otro proyecto de envergadura, Vivaltus, una bodega ubicada en Curiel de Duero que elabora sus tintos combinando tradición y modernidad bajo la asesoría del prestigioso enólogo francés Jean Claude Berrouet.
Con un enfoque sostenible y una apuesta por la excelencia, Bodegas Yllera se ha posicionado como un referente tanto en el ámbito vinícola como en la experiencia enoturística. De los primeros blancos de verdejo con la DO Rueda, la bodega ha pasado a elaborar vinos en algunas de las zonas más exclusivas de España en lo que a producción vinícola se refiere. El grupo bodeguero cuenta con viñedos propios en DO Rueda, en la DO Ribera del Duero, DO Toro y DO Rioja, donde elaboran tintos con un marcado carácter propio.
A sus 86 años el empresario Jesús Yllera sigue siendo aquel chico de mente inquieta que tuvo que ponerse a trabajar en las labores de campo con tan sólo 19 años. Yllera sigue investigando nuevas técnicas de vinificación y ha centrado sus esfuerzos en nuevas variedades de uva para crear vinos sorprendentes.

Jesús Yllera, en una imagen de archivo.
Premio a 'Toda una vida'

Luis Alberto Lera
Premio al Mejor Restaurante - Restaurante Lera

Puente de entrada al Castillo de los Templarios
Premio a la Mejor Iniciativa Turística - Castillo de Ponferrada
Símbolo de los Templarios, el 7 de febrero de 2024 cumplió un siglo de su declaración como Monumento Nacional tras décadas de abandono en los que pasó a ser lugar de huerta y cantera. Hoy, el castillo es uno de los iconos del Camino de Santiago y buque insignia de la ciudad. Más allá de ser escenario de la novela romántica ‘El Señor de Bembibre’, escrita por Enrique Gil y Carrasco, se considera el mayor referente, desde el punto de vista turístico, de las fortalezas del norte de España, con casi 2 millones de visitas desde que abrió sus puertas en 2010. Un espacio vivo que acoge representaciones teatrales y conciertos.

Carmelo Rodero entre sus viñedos
Premio a la Mejor Iniciativa Enológica - Carmelo Rodero
Convencido de que la calidad de sus “perlas negras” (como le gusta llamarlas) eran una excelente materia prima para elaborar unos de los mejores vinos del mundo, apostó por crear un proyecto propio, saliendo al mercado con la cosecha de 1991. Desde esta época y cada año sus creaciones han recibido infinidad de reconocimientos por la prensa y crítica especializada. Apostó por la calidad, por el viñedo propio (cuenta con 173 hectáreas en distintas parcelas) por la selección rigurosa y por una vinificación moderna pero respetuosa con el terroir. Su conexión con la tierra se combinó con una mentalidad abierta a la innovación.

Álvaro Galicia, de POLVORONES EL TORO
Premio Mejor Empresa Agroalimentaria - Dulces Galicia

Ávila - Pan de Panes
Ávila - Pan de Panes

Alberto Angulo.
Burgos - Noel

Juan Andrés.
León - Casa Juan Andrés

Amada de Salas.
Palencia - Bodegas Remigio Salas

Héctor Carabias.
Salamanca - Oro Viejo

Familia Olmos.
Segovia - Monte Nevado

Elena Lucas.
Soria - La Lobita

Dámaso Vergara.
Valladolid - Dámaso

Adrián Asensio, de Taberna Cuzeo