DE VINOS
Al son de la jota de Óscar
Bodegas Díez Gómez
A veces, uno se sorprende de coupages tan interesantes, de cócteles tan contundentes y de recetas tan bien fundadas como las que nos ofrece esta bodega zamorana , Díez y Gómez . En su argumentario aparecen envueltos entre polifenoles y violetas personajes, folclore, alquimias y partituras sentimentales como Américo Vespucio, el célebre navegante coetáneo de Colón y de los pinzones, que diera nombre a las Américas y al que Fernando el Católico le concedió la ciudadanía castellana, precisamente, en Toro en 1505; La jota que se baila en Toro en San Agustín y todas sus indumentarias y lances, el pintor Carlos Deva, la peli de Patino ‘Paraísos perdidos’, el traje de ‘La viuda rica’ que pintara Delhy Tejero, castañuelas que cuelgan del cuello y hasta textos tan bien hilados, de hace apenas unos días, que dicen y hablan del solar de esta bodega. Porque Toro son barrancos, son pagos, lindes y brezos, remolacha, olor a pulpa. Todo regado en el Duero. Todo eso es Toro y es más… Son Ulloas y Molinas, capuchinos y vencejos, santos Julianes y Elviras, Salvadores y Lorenzos. Son Delhys y lienzos viejos, son Cobos y pentagramas, son Dezas con mitra y cetro, son Antonas encerradas… Lo firma el historiador contemporáneo Pablo Calvo y esta bodega toresana lo hace suyo y lo propaga.
Y es que Óscar y Laura , dúo que tira de la bodega , han logrado, en menos de cinco años, lo que muchos organismos culturales del sector vitivinícola tardarían en conseguir décadas. En un mundo del vino asolado por la pandemia, se detectan con claridad los matices y los rasgos que definen el calibre cultural de determinadas bodegas y sus vinos. Díez Gómez es una pequeña bodega familiar toresana que apenas comercializa 30.000 botellas, con mucho esfuerzo. Y que sueña con entrar en Suiza y EE.UU., donde han enviado las primeras partidas de sus vinos, todos amparados por la DO Toro. Los vinos de esta bodega se elaboran y diseñan en las instalaciones de Torrreduero. Hasta que algún día otro sueño se logre, el de construir su propia instalación. Por ahora, es la mejor opción. Algo que Óscar no oculta, aunque sí recuerda que cuenta con 12 hectáreas de viñedo de su familia cuyas cepas él mismo vendimia y con cuyas uvas elabora los vinos. Pero busquemos los matices culturales.
Vayamos a la razón social : Díez Gómez. Díez por Óscar, bodeguero, barman, sumiller, empresario de hostelería, experto en destilados, especialista en mixología, que es el arte de mezclar bebidas con vino, y una tendencia que fusiona al sumiller con la coctelería. Es el creador de WineMixology en Toro. Y, además, colabora con la DO e instituciones y pertenece a los colectivos de la sumillería y barman (UAES y FABE). Entre otras muchas cosas, fue el primer ponente español en el congreso internacional Tales of the Cocktail de New Orleans. Pero antes que todo, Óscar es más de Toro que la torre del reloj. Y, además, es hijo de Bernardo, el de la fuente de vino en la plaza durante las fiestas. Allí aprendió Óscar de niño su primer cóctel: la limonada. Y el bar ‘Capuchino’ de su familia fue su primera escuela profesional. Ahora, el apellido Gómez. Es el de Laura, que aporta la sensibilidad y toda la inercia de la jota y el folclore que traslada de continuo a su imagen comercial y a la etiqueta de sus vinos. Esta maestra zamorana se curtió en uno de los grupos de folclore más rotundos de este país, el Doña Urraca. Por tanto, los vinos de esta bodega, todas las series de Jota de To, cuyas etiquetas son un mosaico de historias, y los tintos Américo, los vermuts, sus destilados y las recetas de cócteles que acompañan a cada vino son una muestra de absoluta integración local, asumiendo los rasgos toresanos para trasladarlos a los consumidores y a todos los lugares donde llegan sus vinos que, por cierto, tienen nivel y buen precio.
DIRECCIÓN : Plaza Mayor 3 Toro (Zamora).
TELÉFONO . 980 046 192
WEB : http://www.bodegasdiezgomez.com/