El nieto de Eutiquia, una estrella de la cocina soriana

Es de la añada del 82 y tiene casi 20 años de oficio. Nació en el seno de una familia cuya cocina ya forma parte de la historia de la hostelería en Almazán. Su abuela Eutiquia y Soledad, su madre, son sus fuentes de inspiración. Jose Luis, su padre, en sus memorias cuenta que de niño andaba siempre enredando en la cocina; ya apuntaba maneras en aquellos años del desaparecido ‘El Ventorrillo’. Juan Carlos Benito, que ejerce de adnamantino en toda su proyección profesional y personal es, sin duda, uno de los mejores ejemplos de cocinero completo. Formado en Escuela de Hostelería, es Técnico Superior en Hostelería y Técnico de Cocina; una formación que le ha permitido significarse en la trilogía de la gastronomía con notable éxito. Además, es el responsable de cocina de su propio negocio familiar ‘Grumer Catering’, así como un docente muy valorado en sus cursos de cocina. Una de las parcelas más destacables de su curriculum, es la de ser un excelente representante de la cocina de Castilla y León - y por supuesto de la soriana- en cualquier acto, jornada u acontecimiento donde lo gastronómico tenga relevancia. Su profundo conocimiento y su talante apacible le han granjeado el respeto de todos los compañeros, prescriptores y del propio sector hostelero.

Juan Carlos, desde su restaurante familiar el ‘Convento’ de las monjas clarisas, ha demostrado que es perfectamente posible trasladar al catering -o a la denominada restauración colectiva-, el fomento de los productos tradicionales y la elaboración de platos que respondan a los recetarios vernáculos. Juan Carlos, desde ‘Grumer Catering’, ha logrado lo que pocos cocineros consiguen: que algunas de sus creaciones sean referencias en la comanda soriana. Su tratamiento de los boletales -’migueles’ en soriano-, su capacidad para hacer crujir al torrezno de Soria y su fina mano a la hora de domeñar la potencia del perfume de la ‘tuber melanosporum’ le han valido el ser hoy considerado como uno de los cocineros españoles que mejor domina el mundo de la trufa negra, la truficultura y las posibilidades de la trufa soriana, sin olvidar el célebre ‘somarro’ local.

Juan Carlos Benito está al frente del complejo hostelero en Almazán. La situación geográfica y el volumen del negocio familiar le impiden mantener la actividad del restaurante a diario; un sueño que no descarta en el futuro.