Diario de Valladolid

HIGOS DE GREDOS

El higo resucita en el pequeño invernadero del Tiétar

Hace dos años este fruto fue reconocido con la Marca de Garantía, convirtiéndose en el único de España con esta figura de calidad. Los productores viven estos días inmersos en la primera campaña en la que puedan hacer uso de este reconocimiento

Cada vez es más frecuente el uso del higo en la gastronomía. En la imagen, el cocinero Duque del restaurante Montellén (Valladolid) elabora foie relleno de higos.-J.M. LOSTAU

Cada vez es más frecuente el uso del higo en la gastronomía. En la imagen, el cocinero Duque del restaurante Montellén (Valladolid) elabora foie relleno de higos.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Antonio García

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El Valle del Tiétar, situado al sur de la provincia abulense, en la denominada Andalucía de Ávila, no es el paraíso en el que Adán y Eva se convirtieron en los primeros seres humanos que poblaron la tierra, según las creencias cristiana, judía y musulmana; sin embargo, el Tiétar algo tiene en común con ese paraíso imaginario en el que ya Adán y Eva se cubrieron con hojas de higuera.

Su espectacular naturaleza es una de ellas, con el imponente macizo de la Sierra de Gredos, cuya vertiente sur protege esta comarca en la que florecen cultivos que no se dan en otras partes de la provincia y de Castilla y León, como el higo, que encuentra en este ‘paraíso’ uno de sus principales centros de producción de España.

La importancia de este fruto tuvo hace casi dos años su reconocimiento por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, convirtiéndolo en el primero y único de España con la Marca de Garantía.

Una certificación que fue entregada a la Asociación para la Promoción de los Productos Agrícolas de Gredos, bajo cuyo marchamo de calidad se cultivan en el Valle del Tiétar en torno a medio millón de kilos al año de media, por parte de cerca de un centenar de productores, a través de la cooperativa ‘Capra Hispánica’, situada en El Raso, un anejo de la localidad de Candeleda, próxima a las provincias de Cáceres y Toledo.

Para conseguir ese reconocimiento del que esta campaña podrán hacer uso por primera vez los productores de la zona, fue necesario un trabajo previo por parte de la asociación impulsora y del Grupo de Investigación de Producción Vegetal y Calidad Alimentaria, dirigido por Cristina Lucini, que habla del «pequeño invernadero de Ávila» para referirse a esta zona privilegiada del sur de la provincia.

Fruto de aquel trabajo intenso llegó a finales de 2016 el reconocimiento de la Marca de Garantía Higos de Gredos, con el objetivo de contribuir a mejorar la comercialización de este fruto, así como contribuir a su mayor competitividad en el mercado nacional. De hecho, una parte de la producción va a parar a conocidas y potentes empresas españolas vinculadas con este tipo de productos.

Aunque muchas veces el higo seco ha sido asociado a la Navidad, lo cierto es que poco a poco ha ido perdiendo peso frente al fresco, que supone más de la mitad de la producción anual de este fruto dulce, de pequeño tamaño y con forma de bombilla, que cuenta con numerosas e importantes propiedades nutricionales para quienes los consumen.

De hecho, ya en la antigua Grecia, los atletas olímpicos los consumían, al proporcionarles energía, minerales y abundante fibra. En contra de lo que pudiera pensarse, esta fruta dulce y jugosa, tiene pocas calorías. Por ejemplo, el fresco cuenta con un aporte calórico algo superior al de la manzana y su porcentaje de grasas y proteínas es bajo.

Su gran aporte de fibra contribuye al control del colesterol y la glucosa en sangre, contribuyendo a controlar el tránsito intestinal. Además, según los expertos, los higos tienen un efecto preventivo en enfermedades como el cáncer de colon y ayudan a controlar el peso por su efecto saciante.

Si los atletas de la antigua Grecia ya consumían en este fruto de la higuera, los atletas de hoy en día también lo hacen. Al menos en ‘La Carrera del Higo’, que cada verano se desarrolla en la localidad de Poyales del Hoyo, situada entre las localidades de Arenas de San Pedro y Candeleda, y considerada uno de los principales centros de producción de higos.

De hecho, allí no sólo se organiza ‘La Carrera del Higo’, sino que hay una fiesta en torno a este fruto que incluye, entre sus actividades, un concurso de recetas, en el que los participantes presentan todo tipo de platos y recetas en las que el principal ingrediente el higo.

Pero la prueba atlética, que discurre entre higueras, se ha convertido en una fórmula de promoción para esta zona y uno de sus productos estrella, logrando reunir este verano a 650 corredores en un pueblo de apenas 500 habitantes, según subraya el coordinador de este evento, Sergio Núñez, quien afirma que en esta comarca se produce el mejor higo del mundo. A ello contribuye la confluencia de los vientos cálidos de la vega del sur, con el frío que llega de la cercana Sierra de Gredos.

Pues bien, en esa zona, y entre las higueras existentes en los alrededores de Poyales del Hoyo, discurre esa carrera única en el mundo, cuyos voluntarios recogen a primera hora el higo fresco que sirve de avituallamiento, así como el seco que se les entrega en una bolsa para reponer fuerzas después de los kilómetros realizados.

Núñez destaca el impulso adquirido por esta prueba deportiva que trata de dar a conocer esta zona como destino interior y, al mismo tiempo, promocionar su fruto más característico y querido, vinculado a una tradición que se remonta muy atrás en el tiempo y que ha llegado a servir como alimento de subsistencia, que aún es recogido de forma manual y artesanal.

Por ejemplo, en la posguerra este fruto fue vital ya que, junto a la nuez, sirvió para elaborar el conocido como turrón de pobre, que ahora se comercializa casi como si se tratara de un producto gourmet y continúa siendo una importante fuente de ingresos para muchos vecinos del Valle del Tiétar que esperan que con la Marca de Garantía, la demanda comience a crecer dentro y fuera de España.

Tal es el arraigo del higo en la zona, que aún se mantienen tradiciones como el juego del ‘Al higuí’, cuyo origen se remonta muchos siglos atrás, sin poderse determinar exactamente el momento.

Se trata de un juego en el que participan dos personas. Mientras una de ellas sostiene una especie de caña de cuyo hilo pende un higo, la otra trata de morder el fruto con las manos atadas a la espalda, mientras el ‘pescador’ mueve el higo de un lado a otro para dificultar la maniobra. Mientras tanto, los asistentes gritan la frase: «Al higuí, al higuí, con las manos no, con la boca sí».

Junto a estas tradiciones, los vecinos del lugar también recuerdan frases relacionadas con el periodo de la campaña de recogida, durante la cual hay quien sigue pronunciando la frase: «En época de higos, no hay amigos», por el ajetreo y el trabajo que conlleva.

Por su parte, el presidente de la Asociación para la Promoción de los Productos Agrícolas de Gredos, José María Rosillo, recuerda que hay un dicho que señala que «para el higo seco, el agua, de Portugal para allá», que es lo mismo que señalar que «el agua, ni en pintura», porque daña el fruto, tal y como está ocurriendo en las últimas semanas, dando la razón a la sabiduría popular.

Según Rosillo, la que se preveía como una campaña bastante superior a la del año pasado, que fue floja, se ha visto afectada por las últimas tormentas, que han contribuido a reducir una cosecha que inicialmente se estimaba que podía rondar los 400.000 kilos, frente a los 300.000 del año pasado.

Sin embargo, el agua que ha descargado en esta zona del Valle del Tiétar ha hecho que la presente campaña vaya a repetir prácticamente las mismas cifras que en 2017 o incluso se sitúe por debajo de aquellos parámetros.

Así, la campaña del higo fresco, que está a punto de terminar, rondará los 150.00 kilos, frente a los 160.000 del pasado ejercicio, mientras que la del seco, que se prolongará hasta bien entrado octubre, alcanzará los 140.000 kilos, una cifra similar a la de 2017.

El presidente de la Asociación, lamenta que en los últimos quince días se haya estropeado una campaña que arrancaba con buenas perspectivas.

Aunque buena parte de este producto es vendido a diferentes puntos de España, es el cercano mercado de Madrid el que se lleva la palma en este sentido, aunque también viaja a varias provincias de Castilla y León y país Vasco fundamentalmente.

En el caso del higo seco, se ha observado un cambio de tendencia ya que, sus ventas ya no sólo se ciñen al periodo navideño, sino que también su comercialización se realiza a lo largo del año. En este sentido, José María Rosillo señala que el higo seco que no vale para la venta directa, es molido y convertido en una pasta que es convertida en bloques y barritas que se reparten en eventos como ‘La Carrera del Higo’, por ejemplo.

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