La intérprete del clima
PERSONAJES ÚNICOS / Mª TERESA ORTEGA VILLAZÁN Es investigadora universitaria y profesora titular de geografía física de la UVa / El comportamiento del agua en diferentes rasgos del paisaje, sobre todo analizando los procesos de inundación, centra buena parte de su producción científica.
Reconoce que tiene la suerte y la capacidad de poder interpretar el mundo en el que vive, y, en su caso, esa parte pertenece al medio físico. Mª Teresa Ortega Villazán estudió geografía porque siempre le interesó comprender el mundo, es decir, la interacción entre la naturaleza y las acciones del hombre sobre ella. «La geografía es siempre analizar la relación del ser humano con el medio, a muy diferentes escalas, y entendiendo las dependencias ecosociales en constante cambio».
Dentro de ella se especializó desde el principio en la geografía física porque le interesaba entender el funcionamiento de los distintos factores geográficos que la conforman y cómo estos podían llegar a condicionar a la sociedad. «Estudiar el relieve, el clima, las aguas, la vegetación… pero no de forma aislada sino como un conjunto integrado de elementos que se relacionan entre sí y crean constantes sinergias. El análisis de estos comportamientos me hizo ver que se podían aportar soluciones para que estas relaciones hombre-medio fueran lo más beneficiosas posibles para ambos», sostiene.
Nada más terminar sus estudios solicitó una beca del Plan de Formación Personal Investigador al Ministerio de Educación y Ciencia, de 1985 a 1988, y así comenzó a trabajar en el departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid, entonces denominado así. Más tarde, pasó por varios tipos de contratos, desde ayudante de Escuela Universitaria, Ayudante de Universidad, Profesora Asociada, Profesora Titular interina, hasta obtener la plaza de Titular de Universidad en 1996, puesto que ocupa en la actualidad. «Es el duro camino de la consolidación laboral en la universidad pública española», admite Ortega Villazán.
Su amplio desarrollo docente ha incidido de forma muy positiva en su formación académica y en tener una visión completa de lo que es la geografía. No obstante, apunta que ha tenido una mayor especialización por los temas del clima y el agua en la Tierra dentro de su actividad investigadora, lo que le ha permitido transmitir en el aula todos sus resultados.
En sus inicios su investigación se centró más en el estudio del medio físico en su conjunto, de una forma integrada, viendo la imbricación de los elementos abióticos y bióticos, así como sus relaciones con el hombre para conocer las diferentes dinámicas territoriales y la organización del espacio. También durante una época destacaron los estudios geomorfológicos del relieve dada su formación de la mano del catedrático de Geografía Física Jesús García Fernández, con el que tuvo una relación estrecha durante más de 20 años.
Sin embargo, en su día a día pone el foco en la climatología, al principio, recuerda, centrada en el conocimiento de las características de las variables meteorológicas en diversos territorios a muy distintas escalas. En esa época predominaban los estudios geográficos del clima. Ahí se inscriben trabajos como su tesis doctoral Estudio geográfico del clima del sector norte de la Cordillera Ibérica, y otras publicaciones relacionadas directamente con ella o artículos de carácter climático en otros espacios geográficos. En ellos, comenta que una parte muy importante la constituyeron los análisis sobre dinámica atmosférica, ya que siempre ha sido un objetivo prioritario relacionar los caracteres climáticos de un territorio con los tipos de tiempo (situaciones dinámicas) que los producen.
Al mismo tiempo fue desarrollando otra línea de investigación climática volcada en la prevención de sus riesgos. En este punto, expone que fueron diferentes las publicaciones sobre riesgos climáticos en Castilla y León, o el tratamiento pormenorizado de algunos de ellos, como los estudios sobre las nieblas o las nevadas en dicha región. El análisis de la peligrosidad climática en espacios de riesgo ha estado presente en sus trabajos. «Poco a poco, el tema de los riesgos naturales fue mucho más allá, sobre todo relacionado con la hidrogeografía. El comportamiento del agua en diferentes ecotopos, principalmente analizando los procesos de inundación, también comenzó a dirigir buena parte de mi producción científica», subraya Ortega Villazán.
Preguntada por la situación de la investigación y la innovación en Castilla y León, asegura que la Comunidad tiene varias universidades importantes desde hace siglos, sin embargo, hoy no están al nivel de otras del país en cuanto a presupuesto y medios con los que cuenta. «Partiendo de esta base, que es una realidad, no hay que desmerecer en absoluto la investigación que se realiza en la región. Contrariamente a lo que se piensa de que las grandes ideas se encuentran en los lugares punteros, hay un gran nivel en la investigación en Castilla y León. Eso pone aún más en valor los resultados a pesar de las dificultades que tiene una Comunidad como la nuestra. Siempre se ha entendido que las dificultades agudizan el ingenio, aunque esto no tiene que ser excusa para invertir más en esta región».
En su opinión, la Junta de Castilla y León sí que apuesta por colocar a la Comunidad a la vanguardia. «El problema es la orientación prioritaria a la que destinan los recursos. La investigación no es solo la de bata y laboratorio, hay muchos campos de investigación, menos visibles, que quizá tengan menos impacto mediático, pero que desde el punto de vista del conocimiento son fundamentales y trascendentales», apunta para, a renglón seguido, añadir que habría que insistir en optimizar la inversión con una mejor coordinación en las líneas de investigación y favorecer los retornos de los beneficios que se puedan obtener.
A esto se suma la «pérdida lenta y continua de talentos». A su juicio, es descorazonador ver como los domingos por la tarde los transportes públicos se llenan de jóvenes que se marchan a estudiar fuera de la región, y cuando acaban, los medios, las retribuciones y el reconocimiento a sus capacidades solo lo encuentran en el extranjero. «La sociedad española está aún muy lejos de entender lo importante que es invertir en la actividad investigadora para el desarrollo de un país», concluye esta profesora titular de geografía física.