La industria de la madera pisa en verde

Las empresas recorren su camino y dejan señales. Malos humos que ensucian la atmósfera y contaminan el aire que respiramos. Escuchar al planeta es la mejor manera para combatir el cambio climático. El clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León, Aeice, ha desarrollado una herramienta «sencilla e intuitiva» para conocer y perfeccionar el comportamiento ambiental en huella de carbono de las industrias de la madera y mueble. Ya ha sido validada por dos pymes industriales.

Se trata de una plataforma de medición que identifica las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero de una organización. Esto, por tanto, permite definir mejores objetivos, políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorros de coste mejor dirigidos, todo ello consecuencia de un conocimiento más avanzado de los puntos críticos para la reducción de emisiones. Además, la organización contribuye a demostrar ante terceros su compromiso con la responsabilidad social y ambiental, respetando su reputación en el mercado.

Aeice, junto a las empresas Lino Alonso y Medgon, Cartif y la Fundación Centro Tecnológico de Miranda de Ebro, ha realizado un manual que ofrece la posibilidad de categorizar el estado actual frente a un nuevo modelo productivo basado en la reducción de la huella de carbono corporativa. En este sentido, David Gay, gerente del área Contract Duero del clúster Aeice, explica que la innovación de esta iniciativa radica en la identificación de oportunidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la mayor parte de ellas derivan en la disminución de consumos energéticos y, por tanto, se obtendrán ahorros económicos.

A eso se suma mejorar el posicionamiento de las empresas; identificar nuevas oportunidades de negocio; usar tecnología a través de plataformas online que permitan a las industrias de la cadena de valor de hábitat conocer su huella de carbono corporativa, y abordar los retos de la economía global a través de soluciones que posibiliten la toma de decisiones a favor de procesos y productos respetuosos con el medio ambiente para evolucionar y posicionarse como «un sector competitivo y referente» a nivel internacional.

Gay señala que la tecnología se basa en una plataforma interactiva, donde se aplican distintas técnicas de derivación de conocimiento de expertos y extracción de conocimiento de bases de datos, fundamentadas en la minería de datos e inteligencia computacional. Movimientos internos que, tal y como expone, dan lugar a ventajas como la identificación de las emociones de gases de efecto invernadero asociadas a los distintos eslabones del mapa de procesos de la cadena de producción en la industria.

«Ello permite priorizar las oportunidades de reducción de emisiones y centrar esfuerzos en los puntos de mayor potencial de reducción». No es el único valor añadido que aporta esta iniciativa. También es una herramienta «efectiva» para la gestión ambiental y energética de la empresa. Y utiliza los sistemas digitales para la evaluación, identificación y mejora de los procesos industriales clave desde el punto de vista medioambiental.

La idea arrancó en junio del año pasado cuando las empresas del grupo Contract Duero del clúster comenzaron a tener inquietudes sobre la huella de carbono de sus organizaciones; desde entonces plantearon diferentes acciones en esta línea, como este proyecto u otro que tienen consistente en un concurso de ecodiseño para estudiantes. Cuenta que el pistoletazo oficial llegó el pasado mes de septiembre con la aprobación de la iniciativa por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de un programa de apoyo a los conglomerados de empresas con actividades comunes, y finalizó en marzo.

Asegura que existen diversas metodologías disponibles en materia de cálculo de huella de carbono, como guías, herramientas para calcularla en organizaciones y en productos, si bien no encontraron un producto que unificase todos los criterios, así que decidieron crearlo. Su iniciativa aúna toda la información identificada en las diferentes normativas de referencia internacional, adapta estos criterios y requisitos a la cadena de valor de la industria de la madera y del mueble, en concreto a sus procesos, y obtiene las recomendaciones específicas para cada uno de ellos.

De momento, declara que la aceptación ha sido «muy favorable», sobre todo de cara a las recomendaciones finales que ofrece la herramienta, puesto que sirven para «ayudar» a la industria a tener una perspectiva a medio o largo plazo sobre posibles acciones de cara a minimizar su impacto medioambiental. Su meta es hacerlo extensible a otras muchas más industrias interesadas. Ya lo han probado Medgon en Carrión de los Condes y Lino Alonso en Serrada.

De cara al futuro, avanza que continuarán en el uso intensivo de la tecnología de la mano de la marca colaborativa Contract Duero, formada por industrias fabricantes vinculadas a la arquitectura y el diseño con el objetivo de hacer frente de forma colaborativa a través de proyectos de innovación conjuntos a las nuevas oportunidades y retos a los que se enfrenta la industria: sostenibilidad, digitalización y nuevos modelos de negocio.

«El proyecto pretende seguir creando un entorno favorable para la mejora, la aparición y la puesta en marcha de ideas de negocio innovadoras, alineadas con el concepto de construcción 4.0 y huella de carbono, sobre todo, en pymes, a través de acciones que analicen digitalmente los procesos de las industrias de la cadena de valor del hábitat desde el punto de vista de la sostenibilidad de sus procesos y por tanto de la organización en general», resume David Gay. En esta línea, barajan la posibilidad de conectar la plataforma con sensores instalados en las industrias, los cuales aporten mediciones reales e, incluso, en tiempo real sobre el comportamiento ambiental de la actividad de la empresa.