Diario de Valladolid

La mano que mece los paneles solares

Un estudiante de la UVA diseña un sistema portátil que permite orientar estos dispositivos para obtener un mejor ángulo de incidencia de los rayos del sol / Cuenta con un sistema de baterías para trabajar con maquinaría eléctrica.

Pablo Muñoz en las instalaciones de la Escuela de Ingenieros Industriales de Valladolid.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

Pablo Muñoz en las instalaciones de la Escuela de Ingenieros Industriales de Valladolid.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

Publicado por
Estibaliz Lera

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Tienen el potencial de cambiar vidas. El hecho de tener luz en casa parece algo normal. Sin embargo, en el mundo hay bastantes personas que aún no cuentan con este servicio básico. Para los que viven en zonas alejadas donde la redes eléctricas todavía no han llegado, existe una opción muy interesante: los paneles solares. Pero no sólo es una solución para los que menos tienen sino para la sociedad que busca una transición energética que se apoye en la economía al servicio de las personas basada en la cooperación, el compromiso con el entorno y la sostenibilidad ambiental. Un pilar triple que, además, genera riqueza y bienestar para todos.

Una manera accesible de iluminar el día a día, cargar el teléfono móvil e incluso ver la televisión o cocinar. También sirve para proveer agua caliente. Es una fórmula verde de conectar las comunidades que no tienen electricidad o que quieren reducirse unos cuantos euros a final de mes –el ahorro medio de cada usuario sería de 200 euros al año–. Sea como fuere, son grandes aliados. Por ello, cualquier complemento que mejore su rendimiento es bienvenido.

El estudiante de la Universidad de Valladolid (UVA) Pablo Muñoz ha diseñado un sistema portátil que permite orientar los paneles solares con el fin de obtener el mejor ángulo de incidencia de los rayos del sol. Con esto, añade, se consigue aumentar el rendimiento de los dispositivos. Además, se puede acoplar a cualquier baca de vehículo industrial como furgonetas o pequeños camiones, incluso en el propio terreno.

La invención de este universitario no se queda ahí. El proyecto forma parte de una plataforma mayor denominada Solar Garden, que cuenta con un sistema de baterías cargadas con energía solar fotovoltaica donde se puede conectar cualquier tipo de herramienta o maquinaría eléctrica, en lugares en los que no hay acceso a la energía de la red o para que el público no profesional pueda disponer de energía eléctrica gratuita en una escapada al campo para alimentar una pequeña cocina portátil, luces o calefactores eléctricos.

Pero tanto en el ámbito profesional como en el particular la forma de actuar es la misma: con el sistema se carga el conjunto de baterías de gran capacidad para después hacer uso de esa energía almacenada. En este sentido, subraya que el modo de empleo es «tremendamente simple» tanto si el sistema está colocado en la baca del vehículo como si se encuentra en el suelo. «Primero desplegamos los paneles solares, después colocamos la guía lateral en el mes del año en el que nos encontremos, ya que con este paso conseguiremos la inclinación óptima para esa época del año, y por último giramos los paneles hasta que se encuentren cara al sol», explica.

Para Muñoz, la innovación reside en que tiene un consumo cero de energía eléctrica dado que la orientación del sistema se hace de forma manual a diferencia de los dispositivos de orientación y guiado de paneles solares que existen en el mercado. A esto se une el carácter portátil, lo que supone «un gran avance» para disponer de energía eléctrica gratuita en cualquier parte del mundo con la única premisa de tener acceso al sol, apunta el estudiante de la UVA.

El quid de la cuestión radica en los sistemas de seguidores solares, los cuales optimizan el ángulo de incidencia de los rayos solares maximizando la obtención de energía solar. «Los sistemas con orientación a dos ejes, es decir, sistemas donde podemos variar el ángulo de inclinación de los paneles y girarlos al mismo tiempo que se va desplazando el sol a lo largo del día, captan casi un 40% más de radiación solar en comparación con sistemas sin orientación. Y en el caso de sistemas donde sólo podemos girar al mismo tiempo que el sol pero no podemos variar la inclinación el aumento de la captación de radiación supone alrededor del 30%», puntualiza Muñoz

Estos datos forman parte de un trabajo de la Universidad de Navarra. Un proyecto que le dio la pista al estudiante de la UVA para indagar más sobre la orientación de los paneles solares fotovoltaicos para obtener el mayor rendimiento posible de la energía gratuita que el sol pone a disposición de todos cada día. «Pero estos sistemas en los que nos hemos basado son relativamente complejos en su funcionamiento, por lo que sólo nos hemos quedado con la idea y hemos tratado de simplificar al máximo el sistema de orientación, convirtiéndolo en un sistema 100% manual», detalla para, a continuación, añadir que han quitado todos los motores eléctricos, reductoras y engranajes para simplificar su uso y reducir «prácticamente a cero» el mantenimiento del mismo.

Tras un estudio de mercado, Pablo Muñoz concluye que su invención es el único sistema de orientación de paneles solares con nulo consumo eléctrico. La principal diferencia con los competidores es el consumo cero de energía y la gran modularidad gracias al diseño del soporte el cual puede acoplarse en poco minutos.

La idea surgió como una mejora para otro proyecto presentado en la convocatoria anterior de las becas Prometeo. La iniciativa pretendía eliminar toda la maquinaría de gasolina en el mantenimiento de zonas verdes en las ciudades y limpieza de bosques, y cambiar esta maquinaria por eléctrica. Para ello este sistema constaba de una maleta portátil con baterías de gran capacidad donde poder conectar maquinaria eléctrica pero de corriente alterna, es decir, maquinaria como la que cualquier persona puede enchufar en su casa o en un taller industrial. Además de la maleta con baterías, este sistema pretendía cargar baterías con energía solar mediante unos paneles fotovoltaicos pero sin orientación.

Poco a poco se fue afinando y se presentó al concurso EDPR University Challenge. Como mejoras a la iniciativa existente se hizo un estudio sobre los peligros para los trabajadores por las emisiones de los motores de combustión de la herramienta actual y el sistema de orientación de paneles que, según indica, reduce de manera considerable los tiempos: en apenas dos horas se cargan. Ahora, quiere fabricar un prototipo a escala real y terminar el máster de Ingeniería Industrial.

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