Indra, un trampolín a la innovación

La innovación emerge como uno de los elementos claves para afrontar los retos del futuro. Un ingrediente básico en la rápida transformación para alcanzar el liderazgo tecnológico y económico. Las compañías se afanan en conquistar el mundo empujadas por el talento. Corren el doble para posicionarse en lugares estratégicos desde los que manejar una situación, en la que sólo los mejores tendrán algo que decir.

El Centro de Producción y Desarrollo de Software de Salamanca forma parte de Minsait, la filial de Indra que agrupa todos los negocios de Tecnologías de la Información de la empresa. «La sede salmantina ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años», afirma su director, Manuel Martín, quien, además, asegura que aún tiene que tener un desarrollo mayor, dado el buen resultado que está dando la mezcla de profesionales procedentes de las dos universidades salmantinas y de los centros de Formación Profesional con los que tienen relación. «Todos ellos cuentan con una excelente formación».

Indra es una de las compañías españolas y de su sector en Europa que más invierte en I+D+i, con más de 1.000 millones de euros invertidos en los últimos seis años. A esta circunstancia se une que son la empresa española más destacada dentro del Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, que supone «el principal instrumento de financiación» de actividades de investigación, desarrollo tecnológico, demostración e innovación en Europa. Y lideran algunos programas y proyectos europeos y nacionales más ambiciosos de I+D+i.

Pero además, en Indra cuentan con «un potente modelo de innovación abierta» que es «clave» para impulsar la transformación y el crecimiento y para reforzar su relación con el ecosistema emprendedor. «Nuestra apuesta por la innovación nos permite mejorar nuestra oferta y reforzar nuestro liderazgo tecnológico, generar nuevas ideas disruptivas y promover una cultura más innovadora en la empresa», sostiene Martín.

A través de la unidad Indraventures la compañía mantiene «una estrecha relación» con startups, spinoffs, universidades y emprendedores. Por ejemplo, la sede salmantina colabora con el mundo académico, tanto para la formación y la generación de talento como la transferencia de tecnología y la investigación. Prueba de ello es «la excelente relación» con las universidades salmantinas y, en especial, con la Universidad de Salamanca, con la que colaboran desde hace más de 10 años.

En cuanto a Minsait, la filial de Indra de la que forma parte el centro de Salamanca, es la empresa líder en consultoría de transformación digital y Tecnologías de la Información en España y Latinoamérica, así como en innovación en este mercado.

ATRAER AL TALENTO

En Indra están llevando a cabo «una profunda transformación cultural», entendida como una necesidad estratégica, que se basa «en la decidida apuesta» por el talento y las personas y tiene como objetivo convertir a la empresa en el proyecto más atractivo para el talento global en la era digital.

Uno de los pilares sobre los que se sustenta esta transformación es la apuesta por el talento joven. A través del programa global Smart Start, están haciendo «un gran esfuerzo» para adaptarse a los jóvenes de la generación Z, tanto en el fondo como en las forma, utilizando su modo de comunicarse y mostrándoles el potencial de una carrera en Indra de acuerdo a sus intereses, expone Manuel Martín. Gracias a ello, al finalizar 2018, se habrán incorporado a la compañía en España más de 2.000 jóvenes.

El director del Centro de Producción de Minsait en Salamanca afirma que la idea es atraer a jóvenes que impulsen el cambio cultural y la apuesta por la transformación digital y el desarrollo de nuevas soluciones y servicios. En el caso de la ciudad del Tormes, también han estado incorporando jóvenes y buscan recién titulados de grado y máster o que estén finalizando sus estudios, especialmente en el ámbito científico-tecnológico, así como titulados de Formación Profesional, con grados superiores en Informática y Comunicaciones, Electrónica y Fabricación Mecánica.

Además, informa de que están reforzando la relación con los centros de FP, colaborando no sólo como compañía en la que los jóvenes puedan hacer sus prácticas, sino participando también en su formación. En esta línea, manifiesta que están apostando por la FP Dual, un modelo que permite participar en la formación de los jóvenes, mejorar su empleabilidad y captar profesionales preparados para dar respuesta a las necesidades de Indra.

En concreto, explica que el programa Smart Start ofrece a los jóvenes talentos iniciativas específicas de formación, desarrollo, evaluación y progresión profesional para sus dos primeros años en Indra. «Se está enriqueciendo y adaptando constantemente», señala para, más tarde, comentar que se han organizado jornadas de un día que, mediante formación y mentorización, ayudan a potenciar la creatividad y la innovación con la meta de identificar y dar respuesta mediante la tecnología a retos concretos. El primero de ellos se dirigía a mujeres universitarias para poner en valor el talento femenino y mostrar la confianza de Indra en su poder para mejorar la sociedad y el compromiso de la compañía con el progreso profesional de las mujeres.

De igual manera, a través de la Universidad Corporativa, Indra Open University, ha organizado bootcamps para dar formación intensiva a posibles candidatos en diferentes tecnologías muy demandadas, como Java, Angular o Front Analytics, entre otras, durante varias semanas. Esta formación se ha complementado con talleres de habilidades como proactividad, comunicación, responsabilidad o compromiso.

Emprendimiento

Están muy unidos al emprendimiento. En los dos últimos años han analizado más de 700 startups y han alcanzado acuerdos con algunas de ellas, como AutoDrive Solutions (ADS), enfocada al sector del transporte; la italiana Greenrail; o Zero 2 Infinity, especializada en transporte espacial; así como entidades como Enisa o Socios Inversores...

Indra fue la primera en instalarse en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca. Desde entonces, tal y como expone Martín, la evolución ha sido muy significativa. «La llegada de más empresas, unidas a las startups y spinoffs de la universidad, sólo puede traer beneficios para todos al generar un ecosistema tecnológico del que la ciudad y la Universidad deben estar muy orgullosas», concluye.