Diario de Valladolid

PERSONAJES ÚNICOS / JESÚS GONZÁLEZ CIDÓN

El leonés que vuela al futuro

Este ingeniero aeronáutico es el encargado de recopilar los datos de los diferentes departamentos de Airbus para informar a los clientes que quieren incorporar aviones a sus flotas / Viaja constantemente a Ottawa para acordar términos del contrato.

El ingeniero aeronáutico leonés Jesús González Cidón.-EL MUNDO

El ingeniero aeronáutico leonés Jesús González Cidón.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Aceptó el reto. Si las leyes de la física no lo prohiben, ¿por qué se iban a cerrar las puertas del cielo? Los aviones llegaron para mejorar el transporte. Maquetas maravillosas hechas realidad que en sus inicios se limitaron a garantizar que los pasajeros llegaran a su destino pero ahora miran al futuro desde cabinas con paredes transparentes para disfrutar del paisaje y estructuras más propias de una película de ciencia ficción.

El leonés Jesús González Cidón es un amante del motor. No podía ser de otra manera. Su padre y su hermano tienen como afición restaurar vehículos clásicos. En su casa los temas de conversación giran alrededor de los coches y el motor. «No te queda más remedio que amarlos u odiarlos», reconoce. Así que optó por la primera opción.

Estudió Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de León. En su opinión, es «uno de los mejores» centros para cursar esta carrera, sobre todo, por la base militar de la Virgen del Camino, donde disponen de «mucho material» para hacer prácticas. A esta titulación también le empujó Adrián, su hermano mayor, que años atrás se enamoró de la licenciatura. «Es un referente en mi vida y siempre he seguido sus pasos», sostiene. Durante su etapa universitaria realizó un año académico en la Universidad de Beira Interior en la ciudad portuguesa de Covilhã. Un tiempo que le sirvió para, aparte de aprender un nuevo idioma y abrirse «muchas puertas», conocer «un poco más» el mundo espacial y los helicópteros.

En 2013 terminó Aeronáutica con la especialidad en Aeromotores. Ese mismo año consiguió una beca en Indra, «una de las empresas más importantes a nivel tecnológico». Rodeado «de grandes profesionales» dio sus primeros pasos como ingeniero en un proyecto llamado iCAT, que se centraba en el diseño y fabricación de simuladores de vuelo de marcas tan importantes como ATR, Boeing o Airbus.

Tras 24 meses sintió que su carrera «se estaba estancando», ya que Indra se dedica más a la parte informática que a la aeronáutica. Entonces, dio un giro de 180 grados y rompió con todo. Cogió su petate y se fue a Zúrich dejando atrás a su familia, amigos y pareja. Una decisión complicada pero necesaria.

A los seis meses de estar en Suiza una nueva oferta de empleo con sello español llamó a su puerta. La consultora americana Accenture solicitó sus servicios. No se lo pensó dos veces. Regresó a su país. En su nuevo trabajo se encargaba de la logística y mantenimiento que necesitaba realizar el A400M –el avión de transporte militar de la compañía–. Después de dos años en Accenture otro contrato llegó a sus manos. Airbus quería que formase parte de su plantilla para un nuevo proyecto con el gobierno canadiense tras la venta de 16 aviones C-295.

En la actualidad es el responsable de Reference Data del programa L&M (Light and Medium). «Mi cometido dentro de la compañía es recopilar la información de los diferentes departamentos como son la configuración del avión; esto quiere decir qué equipos lleva instalados cada avión con su correspondiente número de serie, las tareas de mantenimiento que debe realizar cada vehículo como, por ejemplo, cada cuánto tiempo se realiza esta tarea de revisión y control o qué pasos debe tener en cuenta el especialista, así como qué materiales o herramientas necesita para la realización de dicha operación», explica González Cidón.

Tras la adquisición de los aviones por parte de Canadá, cuenta que debe negociar con ellos cómo se va a gestionar la logística y el mantenimiento de su flota de vehículos en servicio una vez que se entreguen. «Debido a esto estoy constantemente viajando a Ottawa para acordar los diferentes términos del contrato», apostilla. También prepara nuevas ofertas para clientes en Nueva Zelanda que quieren añadir Airbus a sus flotas.

Su rutina es estar en contacto con todos los departamentos. Lleva a cabo reuniones de seguimiento para asegurarse de que cumplen con los datos que necesitan y las fechas planificadas. «Una vez que tenemos todos los datos, nuestro departamento se encarga de extraer toda la información de las diferentes fuentes y elaborar el entregable que se realizara al cliente con cada entrega de aviones», indica el leonés.

El cliente, tal y como señala, carga toda la información en su sistema logístico y de mantenimiento. De hecho, cada vez que vuela y regresa a la base militar se vuelca toda la información del vehículo a la herramienta de mantenimiento y dicha plataforma es la encargada de informar de si es necesario inspeccionar algún aspecto, cambiar piezas o llevar a cabo reparaciones. «Nuestra responsabilidad se basa en trazar todo lo que lleva cada avión y validar la calidad de esta información».

Para Jesús González Cidón, la inversión en investigación y la innovación en España es «escasa». El problema, a su juicio, es la zona de confort. Y lo argumenta: «Existen determinadas áreas de las empresas o incluso personas que están muy seguras en su rutina y no luchan por sus sueños, por crecer, por inventar o por desarrollar algo que revolucione el mundo». No obstante, presume de paisanos y asegura que si por algo se diferencian los castellanos y leoneses es por «su potencial y sus ganas de comerse el mundo». Dos acicates que han borrado las fronteras, ya que muchos para superarse y hacer realidad sus anhelos han tenido que abandonar sus hogares.

El ingeniero afirma que las administraciones públicas luchan por colocar a Castilla y León en lo más alto de la aeronáutica, no obstante, por temas logísticos como infraestructuras aeroportuarias, puertos o comunicación por carretera, las empresas se decantan por ciudades principales del territorio nacional.

Recuerda que están invirtiendo en Clean Sky 2, el mayor programa aeronáutico europeo de I+D con un cometido muy claro: «Mejorar el comportamiento medioambiental de los aviones y el transporte aéreo mediante la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y ruido». Un avance que espera que tenga continuidad para que la Comunidad vuele hasta la cima.

Es consciente de su complicación, si bien resalta que la sociedad cada vez está más concienciada con que la innovación y el desarrollo tecnológico son bastones claves para avanzar «a pasos agigantados». Dos sectores donde cada vez se premia a más gente lo que «motiva» a los demás para que continúen innovando.

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