Diario de Valladolid

León

Entrenar con tecnología espacial

Investigadores del Ibiomed aplican ejercicios excéntricos para aumentar la fuerza en personas mayores / Se trata de una modalidad que reduce el coste energético y tiene una gran repercusión osteomuscular.

Aspecto de la máquina utilizada para los ejercicios excéntricos.-Bruno Moreno

Aspecto de la máquina utilizada para los ejercicios excéntricos.-Bruno Moreno

Publicado por
Estibaliz Lera

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Una medicina. Solo una. Prevenir la obesidad, la hipertensión, la diabetes, la depresión, los problemas cardiacos y óseos, incluso diversos tipos de cánceres, tiene un mismo nombre y ése es: ejercicio físico.

También es verdad que no existe el deporte perfecto. Por tanto, cada persona debe buscar el más adecuado y el que más se adapte a sus necesidades. Sin embargo, la actividad no solo sirve para poner la tirita antes de la herida, sino que también aumenta la autonomía de los ancianos y alarga la vida. En este punto, entra en juego un equipo de investigadores del Instituto de Biomedicina (Ibiomed) de la Universidad de León, que aplica desde hace varios años una modalidad basada en el ejercicio excéntrico.

«Es un entrenamiento que aumenta la potencia muscular, a la vez que el músculo se alarga», explica José Antonio de Paz, responsable del Área de Ejercicio del grupo de excelencia de la Junta de Castilla y León GR17, al tiempo que añade que esta modalidad se realiza gracias a YoYo Technology, un instrumento desarrollado para un proyecto subvencionado por la NASA por un investigador sueco, y que actualmente está comercializado y utilizado por la Agencia Espacial Europea, para el entrenamiento de los astronautas, ya que ofrece resistencia independientemente de la gravedad.

La metodología cuenta, además, con varias ventajas. En primer lugar, indica, aumenta el tono muscular. Además, provoca más hipertrofia y es más rápida, se ven los resultados en menos tiempo. «El ejercicio excéntrico es fundamental para generar fuerza, puesto que se relaciona muy bien con la capacidad funcional de las personas».

Consiste en unas masas inerciales, en forma de discos, cuyo giro hace que una cinta se enrosque sobre un eje. «La máquina funciona como un yoyó». Sin embargo, estos leoneses han implementado un asiento para hacer la tecnología más segura para personas de avanzada edad.

En este contexto, recientemente, este equipo ha realizado un estudio basado en 69 personas de más de 65 años (36 en el grupo experimental y 22 en control) durante 20 semanas para determinar los beneficios de este entrenamiento. Según De Paz, los pacientes han aumentado su masa muscular un 3%, han experimentado cambios en la fuerza de aproximadamente un 12%, han tenido ganancias en la potencia muscular de cerca de un 35%, y han mejorado en las pruebas funcionales, es decir, en su vida diaria, un 12%.

«Este entrenamiento les ha proporcionado una gran repercusión osteomuscular y muchas ganancias», comenta, para añadir que la innovación no radica en la máquina utilizada, sino en metodología, ya que ese instrumento se aplica también en el mundo del deporte. «El primer equipo en utilizarlo fue el FC Barcelona, sin embargo, ahora lo usan también Rafa Nadal, la Juventus, entre otros».

Pero este equipo no se basa solo en pacientes mayores, sino en niños y pacientes con esclerosis múltiple, fibromialgia y accidentados cardiovasculares. En este último punto, el responsable del Área de Ejercicio comenta que los trabajos excéntricos activan más cantidad de corteza cerebral, consumen menos energía y reducen el riesgo lesional. «Tenemos varias publicaciones internacionales en las que se manifiesta que este entrenamiento reduce el daño producido por el exceso de ejercicio», señala.

Por otro lado, se ha demostrado que el músculo posee una función endocrina que entre otros efectos ayuda a mantener el sistema nervioso central (por la liberación de factores neurotróficos). «Desde el año 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el entrenamiento muscular en todas las poblaciones de los niños de cinco años hasta los ancianos».

También este equipo ha realizado un estudio a 36 pacientes con esclerosis múltiple de León durante cuatro meses. «Se están contrastando actualmente los beneficios del entrenamiento excéntrico frente al concéntrico», cuenta, a la vez que destaca que los resultados estarán listos a finales de noviembre. No obstante, José Antonio de Paz se muestra esperanzado.

Una esperanza que se basa en muchos años de investigación. En 2014, estos investigadores del Ibiomed demostraron que el entrenamiento de la fuerza provoca una disminución de las enfermedades inflamatorias asociadas al envejecimiento. «Es especialmente interesante estas estrategias para frenar las patologías asociadas a la edad», concluye.

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