Luis Pérez, el reincidente
El jugador ha protagonizado al menos siete acciones polémicas con aficionados y compañeros desde que fichó por el conjunto blanquivioleta hace cinco temporadas / Su agresión a Latasa ha dado la vuelta al mundo

Luis Pérez propina un golpe a Latasa ante Cömert en el banquillo del Real Valladolid.
«Soy de mecha muy corta». Luis Pérez se conoce mejor que nadie y esta frase que él mismo pronunció en una entrevista le define. Un futbolista profesional debe estar adornado de muchas virtudes no sólo inherentes al juego, sino también externas al mismo, como la paciencia y la asimilación de la crítica. Dos cualidades que en el utrerano brillan por su ausencia. Su episodio de agresión en el banquillo a Latasa es la gota que colma el vaso.
MUTISMO. Luis Pérez desembarcó en Zorrilla en la temporada 20-21, procedente del Tenerife. Llegó con 25 años y enseguida se vio que era un jugador alegre y chistoso, siempre de buen humor. Pero tenía una cara B. No hablaba con sus compañeros de posición, que podían apartarle de la titularidad. Janko se lo tomó con filosofía y el hecho de que el suizo no dominase el español se esgrimió como parte de la causa.
No ocurrió así con Fresneda yRosa, dos laterales derechos emergentes, ahora uno en el Sporting de Portugal y otro en el Ajax, con los que tampoco dialogaba. No recibieron ni un consejo de un jugador más veterano. Con Rosa el panorama cambió... cuando pasó al lateral zurdo.
INCIDENTE EN LA BOCA DE VESTUARIOS. Después de tres temporadas sin asperezas con la afición, la primera bronca de Luis Pérez con un espectador aconteció en el descanso del Real Valladolid-Cartagena de la pasada temporada. Era la sexta jornada y los blanquivioleta habían estado en puesto de descenso en la cuarta. Tras la primera mitad el resultado era 0-0 y un espectador insultó al lateral. Éste se revolvió y también le faltó. Tuvieron que llevarle hasta el vestuario compañeros y técnicos, porque se iba directo a por el aficionado.
Después ambos se disculparon en redes sociales. «La gente tiene que entender que somos personas y no es agradable estar escuchando insultos de forma constante», dijo el futbolista. «Reconozco mis fallos y pido perdón. No he actuado como debe actuar una persona con principios», admitió el espectador. En lo que no hubo acuerdo fue en que Luis Pérez dijo que el aficionado había mentado a su madre y por eso saltó. Éste lo negó de forma tajante.
DOS ‘CALVOS’ A LA GRADA. Sobre Luis Pérez ya pendía la sospecha de jugador polémico y él mismo la incrementó con nuevos enfrentamientos con el público. El 24 de marzo de 2024 el Pucela recibía al Éibar. En el partido anterior, en Ferrol, Luis Pérez había pedido el cambio en el minuto 21 por un problema físico. Algunos aficionados pensaron que quiso quitarse de en medio y la titularidad ante el Éibar era, para ellos, la demostración. Bautista marcó el 0-1 en el minuto 2 para los guipuzcoanos y los gritos, en especial contra Luis Pérez, arreciaron. El Real Valladolid remontó para ganar 3-1 y en dos ocasiones el jugador se acomodó el pantalón bajándoselo (por dentro tenía los calentadores) pero colocando el culo en pompa, una vez hacia el Fondo Norte y otra hacia la Zona Este.
Algunos aficionados pidieron al club que sancionase al jugador, pues para ellos no fue un acto casual. Ahí se forjó la enemistad casi total entre una parte cada vez mayor del graderío y el defensa.
'QUE LOS IDENTIFIQUEN’. La temporada 23-24 avanzaba y el Real Valladolid iba escalando posiciones, pero la tensión con Pezzolano se seguía mascando. El Huesca visitó Zorrilla el 28 de abril y parte de los aficionados habían colocado de forma constante el foco de sus críticas en él. El partido había sido durísimo en la carrera por el ascenso y el Pucela defendió con uñas y dientes el gol de Meseguer en el minuto 9.
Con el pitido final, todo el estadio explotó de alegría. Todo, menos Luis Pérez, quien se acercó al personal de seguridad a pie de césped para señalarle a unos aficionados que, según él, le habían insultado todo el partido. Mientras sus compañeros eran una piña celebrando el triunfo, Luis Pérez pidió en reiteradas ocasiones, sin éxito, que la seguridad identificase a esos espectadores. Se marchó al directo al vestuario, sin celebrar el triunfo.
Entonces se consolidó su apodo de Mululu. El jugador se lo dedicó a algunos aficionados y cuando le contestaron con la misma palabra, le sentó fatal. Mululu, según explicó el jugador, es un apelativo propio de Utrera con el que se designa a las personas de escasas luces y entendederas.
DECLARACIONES INCENDIARIAS. Ya en esta temporada, el 7 de febrero, el Pucela perdió 1-0 en Vallecas. Luis Pérez, uno de los capitanes, fue entrevistado al final del partido por DAZN. En lugar de expresar su sentir por la derrota o hablar del equipo, se dedicó a criticar a su hinchada delante de toda España. «Recibo insultos de mi propia afición, cuando lo único que quiero es lo mismo que ellos, salvarme y trabajar como el que más. Voy a seguir haciéndolo, pero obviamente no es agrado cuando el fondo de animación va en contra de su propio jugador».
A partir de se momento la ruptura entre jugador y grada fue total. Con Rubio, Luis Pérez ya no juega los partidos de casa y sólo actúa en los de fuera, en una situación surrealista de un equipo roto.
LÍO CON AMALLAH. El Real Valladolid perdió el 1 de febrero 5-1 en Villarreal y Amallah, que no había hecho más que el gol en el tiempo añadido, llegó agrandado al vestuario, echando en cara la escasa capacidad defensiva de los de atrás. Javi Sánchez y Luis Pérez, defensas y a la vez capitanes, saltaron como un resorte sobre él y tuvieron que ser separados. Esta vez el lateral tuvo un motivo fundado para su explosividad.
AGRESIÓN A LATASA. El último y parece que definitivo incidente con Luis Pérez como protagonista fue el puñetazo a Latasa en el banquillo tras un intercambio verbal entre ambos, el domingo ante el Getafe. Ambos cuentan con un expediente abierto que derivará en sanción.
Luis Pérez acaba contrato en junio.Le restan ocho partidos de Liga y, dado que no juega en Zorrilla por esos enfrentamientos verbales con la afición, tiene cuatro por delante. Lo más cómodo para todas las partes es rescindir ya su contrato, después de unas imágenes de agresión a un compañero que han dado la vuelta al mundo.