Inexo logra aliados para comprar el Real Valladolid y espera ahora una oferta en firme de Ronaldo

La posibilidad de que la constructora Inexo, junto con otras empresas, compre el paquete accionarial mayoritario de Ronaldo Nazário en el Real Valladolid no sólo es posible sino que da pasos adelante para consolidar su oferta.

El bufete en Valladolid de la prestigiosa firma Garrigues ya ha contactado con cinco posibles inversores en ese paquete accionarial del 40% que Inexo (a través de la firma Dexmo, propiedad de los mismos dueños) pondrá a disposición de quienes quieran entrar en la prevista ampliación de capital, quedándose Dexmo con el 60% restante de las acciones.

Las empresas han atendido la llamada de CaixaBank y en especial del Banco Santander y el bufete Garrigues, que son quienes están buscando firmas de reconocida solvencia para entrar en esta aventura. Era la condición puesta por las entidades financieras para la concesión de los 25 millones de préstamo a los nuevos dueños del club, si se produce su entrada. La mitad de ese dinero iría destinado a Inexo y la otra a los nuevos accionistas. 

Los inversores interesados en entrar en el club, según fuentes de Inexo y del Real Valladolid, son vallisoletanos y de otras ubicaciones de Castilla y León, pero con fuerte presencia y arraigo en la ciudad. Sobre la mesa se colocó la posibilidad de que los cinco interesados pusiesen una aportación inicial líquida de medio millón y avalasen tres millones cada uno. Al menos dos están dispuestos a cubrir la mitad de ese 40% a disposición de nuevos inversores.

¿Quiere esto decir que la operación está cerca de cerrarse? No.

Cabe recordar que lo suscrito entre Ronaldo Nazário e Inexo fue una carta de intención, documento que jurídicamente no es vinculante, dado que únicamente persigue confirmar que las partes están en negociaciones dirigidas a cerrar un contrato.

Y, sobre todo, hay que hacer memoria para recordar la fecha en que se realizó esta carta de intención para comprender bien el contexto en que se confeccionó. Fue el 21 de marzo. Cuatro días antes, el Real Valladolid había perdido su partido de Liga contra el Racing de Ferrol por 2-0, cayendo a la séptima posición, fuera incluso de la zona de promoción. El juego era tan malo que el ascenso directo era contemplado como una opción remota.

Dos meses después todo ha cambiado. El equipo no ha perdido desde esa visita a Ferrol, ocupa zona de ascenso directo e incluso puede certificar este mismo domingo su retorno a Primera si gana al Villarreal B y el Éibar pierde en Gijón.

Inexo es consciente de que, en caso de ascenso, la película cambia completamente de guión. Dado que su acuerdo con Ronaldo no es vinculante, espera una contraoferta del brasileño para la compraventa. La carta de intención fijaba un precio por sus acciones en Segunda de 33 millones. Los posibles compradores esperan ver cuál fija para Primera, si el equipo vuelve a la máxima categoría.

En este caso, tanto Ronaldo como Inexo y las firmas que pueden entrar junto a la constructora en esta aventura, son conscientes de que habrá más ofertas, sobre todo del extranjero. En el caso de que sean fondos de inversión, dadas sus especiales características, la auditoría podría durar un año. El brasileño debería sopesar qué le conviene más, aunque la lógica empuja a pensar que, como casi siempre (no fue su caso con Suárez), se impondrá la oferta más alta.

Si el Real Valladolid no logra su objetivo deportivo, la propuesta de Inexo en condiciones finales muy parecidas a las de la actual carta de intención cuenta con casi todas las posibilidades de ser la elegida, pues el eco internacional de un equipo de Segunda baja muchísimos enteros respecto a los de la élite.