Valioso golpe de autoridad del Aula en Granollers

Dicen que el progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza. Y en esa naturaleza de un Caja Rural Aula, quizás no acostumbrado a los cambios ni a los ruidos generados de puertas hacia afuera, va encontrando poco a poco la tranquilidad con la que ha convivido tiempo atrás. En Granollers, en un partido complicado no solo por la dificultad que entrama un siempre incómodo rival sino por ese pensamiento traicionero de tener la competición europea a la vuelta de la esquina (próximo domingo en Huerta del Rey), el equipo de salva Puig, quizás en uno de sus mejores partidos desde su llegada, con una seriedad absoluta, da un golpe encima de la mesa para sumar un triunfo que sin lugar a dudas refuerza su autoestima y corrige o cuanto menos apacigua o minimiza esas desconexiones que le han llevado a la tan temida y criticada intermitencia.

El Aula se acercó más que nunca el Aula de siempre, al de antaño. Liderado por su letal y mortífera primera línea con O’Mullony, Jimena Laguna y Martina Romero como envenenadas puntas de lanza (18 goles entre las tres), con una portería (Carmen Sanz con 13 intervenciones ) en su mejor versión abortando cualquier intento de reacción del Granollers, y con una defensa muy seria, desquició por completo a un Granollers que no supo sacar tajada a su ventaja en la primera mitad 6-3) y que pagó cara, muy cara, su terrible sequía (provocada por la defensa vallisoletana y sobre todo por su portera Carmen Sanz) en el inicio de la segunda mitad. Y es que el Granollers, tras llegar empate al descanso tras un gol sobre la bocina de su capitana Capdevila, desapareció en la reanudación siendo víctima de sus nervios, su precipitación y su falta de puntería.

Ni siquiera su portera Marta Mera, que ejerció de valioso flotador, sirvió para que Granollers pusiera en aprietos a un Aula muy superior, con rotaciones muy cortas (Salva Puig solo dispuso de 12 jugadoras) y que supo manejar con maestría los tiempos tras coger una máxima renta de cinco goles (14-19 y 18-23).

El Granollers, totalmente colapsado en ataque, tuvo un atisbo de recuperación gracias a un parcial de 3-0 que le llevó, apoyada en su portera, a colocarse a dos goles (17-19). Pero una superioridad ejerció de alivio de las vallisoletanas que pusieron la puntilla cuando su rival decidió en un todo o nada hacerse el hara-kiri con una defensa abierta que no fue obstáculo alguno para un Caja Rural Aula que protege su sexto puesto.