Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID

El empeño del Real Valladolid de jugar a funambulista

La flor de Pezzolano vuelve a sonreír a un Real Valladolid que vuelve a ganar in extremis con un gol en la prolongación (minuto 92) de Marcos André en un partido, de nuevo de escopetas de feria

Marcos André celebra el gol salvador del Real Valladolid en Oviedo. / RVCF

Marcos André celebra el gol salvador del Real Valladolid en Oviedo. / RVCF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El Real Valladolid respira aunque para ello tuviera que estar al borde de otro ataque de nervios en el ocaso del partido. Porque si ante en su último partido ante el Cartagena tuvo que esperar al último minuto para lograr los tres puntos, ayer en el Carlos Tartiere, en el enésimo partido de escopetas de feria, sobre todo lejos de Zorrilla. Pero afortunadamente y pese a caminar en el alambre sobre todo en la segunda mitad por el errático planteamiento táctico con los cambios a cargo de Pezzolano, apareció Marcos André para sacarse de la chistera un golazo desde la fuera del área cuando el partido se encaminaba al empate sin goles o cuanto menos a sufrir lo insufrible ante un Oviedo resucitado.

La flor de Pezzolano le volvió a salvar sobre la misma campana. Bailó y bailó sobre el alambre en esa habilidad para desenvolverse ventajosamente entre diversas tendencias u opiniones opuestas, cual funambulista con  muchos errores y muy pocos aciertos Quizás el acierto más determinante fue el cambio de dibujo sobre la marcha a los 20 minutos olvidando su negada, empecinada y casi obsesiva apuesta de jugar con cinco atrás (un 4-1-3-2 que se convirtió en un 5-3-2)  para pasar a un 4-4-2 con Juric a los mandos del centro del campo, como debía de ser desde el principio.

Pero...¿por qué, como Don Erre que Erre,  ese deseo de ir contra natura apostando por un Kenedy perdido y de nuevo convertido en mero espectador en vez de Moro? Por qué Sylla, ausente y desconectado, en vez de Marcos André?  ¿Por qué la línea de cinco atrás al comienzo y al final del partido? Preguntas sin respuesta. Deseo de vivir en el alambre, errores que le obligan a la corrección.

Caer en Oviedo ante otro equipo del furgón de cola, en crisis y con estreno de entrenador (Luis Carrión por el cesado Cervera) hubiera podido desembocar en el adiós de Paulo Pezzolano , de nuevo pedido y cantado por los aficionados blanquivioletas que fueron a Oviedo tras el gol de la victoria.  Pero el entrenador uruguayo, agarrado al resultado final, pese a que su equipo demostró poco, muy poco, sigue en pie, con esa flor, con esa suerte que le dio el tramo final no solo con el gol de calidad de Marcos André sino por la última jugada del partido con el Real Valladolid metido atrás de nuevo con una línea de cinco, a cargo de Costas que acabó impactando en el palo. Sudores fríos y mirada al cielo a cargo de Pezzolano.

  • No era para menos. Su Real Valladolid volvió a sacar oro cuando nadie lo pensaba. Estuvo a merced del rival en los primeros 25 minutos sujetado, curiosamente por el cuestionado John, convertido en valioso flotador con tres paradas, una de ellas determinante volando hacia su escuadra izquierda para detener un envenenado chut de Colombatto.

La corrección sobre la marcha le quitó el sonrojo de tener solo el 28% de posesión de balón para superar la presión alta del Oviedo y desactivar sus ataques. Vuelta a empezar con 45 minutos por delante pero con 0-0. En la reanudación Monchu dispuso de una doble ocasión que obligó a Leo Román a lucirse.

Siguieron las correcciones con los cambios, lógicos y esperados con la entrada sobre todo de Raúl Moro y Marcos André, a la postre este último determinante.  Sin embargo en esas ventanas de cambios y con un Oviedo confundido y ya sin apenas chispa, Pezzolano pinchó en hierro al quitar Meseguer, el apoyo letal de Juric. Error al que se sumaron las entradas de Quintana y Lucas Rosa pero a pierna cambiada. Y todo hasta cuando el partido se encaminaba al empate sin goles y a otro partido sin ver puerta como visitante, apareció el milagro de Marcos André tras robo de Juric. Minuto 92. Gol salvador, delirio del banquillo e... inconformismo otra vez de la afición que pedía otra vez la dimisión del funambulista Pezzolano.     

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