BALONCESTO / ENTREVISTA
Roberto González: «Quiero que cuando nos vean jugar digan ‘ese es mi equipo’»
Ocho años después el técnico de consenso por excelencia vuelve a sentarse en el banquillo de Pisuerga / «No sucede nada importante sin una pequeña dosis de miedo», apunta tras dejar 'su' etapa docente en el Colegio Agustinas
El baloncesto de élite en Valladolid, llámese ahora Real Valladolid Baloncesto , regresa a sus orígenes, a los tiempos en los que el positivismo mandaba sobre la negación, a los que el entrenador nunca fue un problema, todo lo contrario. Pero han tenido que pasar ocho años para que el ‘elegido’ vuelva a decir el codiciado y siempre buscado ‘sí, quiero’. Roberto González, el entrenador de consenso que siempre estuvo en la primera casilla de salida para ocupar el banquillo de Pisuerga, ya sea CB Valladolid, CBC Valladolid o ahora Real Valladolid, se sube esta vez al barco por decisión propia.
Pregunta.- ... Y por fin Roberto da el ‘sí, quiero’. Ocho largos años han tenido que pasar.
Respuesta.- Yo creo que no hay que medirlo en años sino en momentos. Y el momento que más condiciones favorables reunía es este.
P.- ¿Qué ha cambiado?
R.-Fundamentalmente las condiciones personales. Tengo muchas ganas de cogerlo y a eso se junta que me han dado todas las facilidades del mundo desde el colegio Agustinas donde estoy impartiendo clase.
P.- El colegio Agustinas, ‘su’ colegio, «de diez”.
R.-Si hay que poner una nota, es la máxima. Me han dado todas las facilidades. Es de agradecer a Encarna.
P.- ¿Y las puertas del colegio siguen abiertas para usted?
R.-Sin duda. No sucede nada importante sin una pequeña dosis de miedo. Lo llamamos miedo pero lo he dado mil vueltas.
P.- ¿Ha recibido muchos parabienes con este paso?
R.-Ahora todo es luna de miel.
P.- Dice usted que es mejor entrenador que hace ocho años
R.-No he parado de dar pedales. Seguramente me cueste subir alguna chincheta y tenga agujetas pero no he dejado de dirigir ni de formarme. Me gusta baloncesto, estudio baloncesto y vivo baloncesto.
P.- ¿Qué le ofrece el club?
R.-Me ofrecen seriedad, que para mi es importante. Que esté Pepe Catalina es una garantía y también que la directiva le arrope. Pepe va a ser fundamental a la hora de hacer el equipo porque aunque no estoy oxidado porque no he dejado de entrenar en todo este tiempo, el mercado no lo controlo.
P.- ¿Seguirá con la misma filosofía que le hizo brillar antaño en Pisuerga con un grupo unido, con mucha cohesión...?
R.-Esa es la clave, hacer un equipo. Necesitamos hacer un coche que tenga lo básico y eso lo haga muy bien. Luego ya veremos si podemos poner eleva lunas eléctrico y que pite cuando vas a aparcar.
P.- ¿Habrá borrón y cuenta nueva?
R.-Hay jugadores de este año (Sergio con su renovación es el primero) que nos van a valer.
P.- Parece que se repetirá en la LEB-Oro sistema de competición con dos grupos. ¿Qué le parece?
R.- A mi no me gusta nada este sistema porque no computan todas las victorias. Este sistema estaba hecho para un año excepcional como era este porque había Covid. No entiendo por qué lo excepcional se va a hacer ahora normal.
P.- ¿Es bueno o malo que haya descendido de ACB el Estudiantes?
R.-Siempre es bonito de jugar un partido ante Estudiantes. No cabe duda que a la Liga le da caché.
P.- Con la irrupción de ‘Juangar’ parece que se ven brotes verdes en la cantera.
R.- Hace muchos años que se ven. Pero no depende del entrenador o la competición, sino de las hornadas. ¿’Juangar’? Lo que tiene que hacer es seguir como hasta ahora para seguir formándose. Jugar otra competición y crecer en el primer equipo.
P.- El descenso del filial es un inconveniente. ¿No sería mejor un acuerdo de vinculación con La Flecha o la UVa, ambos en la EBA?
R.- ‘Juangar’ tiene que ser importante en su equipo y hay que tenerle controlado, con tus entrenadores, con tu dinámica... Y eso con una vinculación es difícil.
P.- ¿Quiere usted en su barco a Nacho Martín?
R.-¿Cómo no voy a querer a Nacho Martín? Y más siendo de Valladolid. No tengo ninguna duda de que a Nacho le queda mucho baloncesto. Igual no está para jugar 30 o 35 minutos como estaba jugando. Eso ya lo sabemos y él también lo sabe. Pero 20 o 25 minutos de su nivel no lo encontramos en ningún otro sitio.
P.- ¿Y Astilleros?
R.-Es de Valladolid y también hablaremos con él. En un equipo tiene que haber gente que juegue 25 y gente que juegue poco. Y son tan importante unos como otros. Para mi Astilleros puede ser muy importante si él quiere.
P.- Usted en La Flecha tuvo como ayudante a Alfredo Calle, un bastón de apoyo fundamental. ¿Tendrá cabida también ahora?
R.-Vamos a ver si podemos incorporarle. Es nuestra intención por confianza, por lo que da y lo que vale. Alfredo tiene una capacidad de trabajo increíble. Ahora tenemos a Paniagua de ayudante y a Mateu de ayudante específico de técnica individual. ¿Alfredo? Hay muchas cosas por hacer... sistemas propios y del rival, estadísticas, scouting, big-data... Hay tarea para todos.
P.- ¿Sin saber el presupuesto que contará y sin haber confeccionado el equipo, a qué se agarra?
R.-Me gustaría que cuando se vea al equipo se vea si está bien entrenado. Que la gente que vea a mi equipo se identifique con él y diga ‘ese es mi equipo’ A eso me agarro.
P.- Después de un año tan complicado como este la grada cobra un papel determinante.
R.-Nosotros sin gente somos la mitad.Así de claro.
P.- ¿Le gusta que el club esté adscrito al club de fútbol?
R.-A mi me encanta que se llame Real Valladolid. Porque lo asocias a Pucela y me gusta ese nombre. La fortaleza que te da los dos clubs unidos ayudará a seguir creciendo.
P.- ¿Será posible que algún día Valladolid sea ACB?
R.-No lo sé porque la ACBya la hemos tenido el año pasado. Depende de otras cosas. Ojalá... pero no hay que volverse locos.
P.- ¿CB La Flecha le ha marcado?
R.-Naturalmente. Para mi durante estos años ha sido como una familia. He estado muy bien. Se ha tenido lógica y paciencia. Hay una frase remarcada que el ejemplo seamos nosotros. Y creo que lo hemos sido.
P.- ¿Esta máxima es exportable al Real Valladolid Baloncesto?
R.-Por supuesto. Tenemos que ser coherentes y saber cómo queremos ser. Que a otros les va bien siendo de otra manera, pues perfecto. El ejemplo debemos ser nosotros. Lo tengo claro.