TRES SEGUNDOS
Llegó la hora de la resurreción del basket
Recurriendo al famoso anuncio de Coca-Cola... Para los que creen; para los que no. Para los que siempre estuvieron del lado del baloncesto; para los que no. Para los que se borraron cuando los negros nubarrones que supuso la desaparición por ruina del anterior club, el CB Valladolid, estuvieron a punto de apagar la llama del baloncesto; para los que no. Para los que decidieron dar un paso al frente refundando un nuevo club; para los que no. Para los que hicieron borrón y cuenta nueva rompiendo con la lacra del pasado que hizo tambalear los cimientos del basket; para los que no. Para los muchos románticos del basket que dieron una oportunidad al heroico proyecto salvador de Mike Hansen y Cía; para los que no.
Para los que sufrieron al ver que más de 40 años de historia se iban al traste por culpa de la ineptitud de más de un dirigente (no todos) del desaparecido CB Valladolid; para los que no. Para los que prefieren gastar lo que tienen en vez de prometer lo que no pueden tener; para los que no. Para los que ahora se apuntan a caballo ganador; para los que no. Para los que fueron capaces de ayudar económicamente al baloncesto aún sabiendo el erial provocado por el difunto CB Valladolid; para los que no. Para los que volvieron al basket por Navidad para los que no. Para los que se siguen resistiendo a ir al pabellón pese a ser gente de basket por no pasar el mal trago de las odiosas comparaciones del pasado; para los que no. Para los que el sueño de volver a la ACB no les deja ya dormir; para los que no... Los brotes verdes en el baloncesto de élite en Valladolid parecen ser ya, por fin, una realidad y no un sueño utópico.
La llamada ‘tormenta perfecta’ asombra en Pisuerga con un equipo construido bajo la milagrosa lupa focalizada conjuntamente por el ‘arquitecto’ Pepe Catalina y el ‘ingeniero’ Hugo López. Nacido de la nada (bueno, del corazón de Mike Hansen y sus fieles jinetes de ese apocalipsis romántico) y después de cuatro años navegando prácticamente en el anonimato, dos en la LEB-Plata y dos en la LEB-Oro, a la quinta puede ser la vencida. Un ascenso, otro ascenso en el que se puede soñar como el de la histórica campaña 2008-2009. Aquel año mágico y todavía recordado que puso final al infierno de la LEB-Oro de la mano de Porfi Fisac y Roberto González. Un equipo para los románticos, hoy, once años después, todavía recordado con los Dumas, Chris Hernández, Puyada, Van Lacke, Grunfeld, Battle, Baldo, Jorssen, Fornás, Pavlidis y los ‘nuestros’ Sergio de la Fuente e Iván Martínez. Un dato para seguir levitando. Aquel equipo firmó peores números que este Carramimbre en la primera vuelta. 12 triunfos del CB Valladolid (5º en la tabla) por los 14 del Carramimbre (1º en la tabla con billete para la Copa Princesa).