Diario de Valladolid

POLIDEPORTIVO | EL DEPORTE DE BASE, A ESTUDIO

El deporte de base, un bien de lujo

Los padres de los deportistas son el gran sostén económico de las categorías de formación en clubes y colegios

Derbi de cantera de rugby.-J. M. L.

Derbi de cantera de rugby.-J. M. L.

Publicado por
GUILLERMO VELASCO / J. I. FERNÁNDEZ VALLADOLID
Valladolid

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El deporte base o de categorías de formación sobrevive gracias al romanticismo, el empeño, el deseo y... los bolsillos de los padres. En el deporte actual el deporte que practican los niños no existiría sin la figura de los padres. En la gran mayoría de los casos, por no decir todos, de sus bolsillos sale el dinero que hace posible la práctica del deporte como si se tratara de una actividad extraescolar, sin hacer distinción entre clubes (de élite o no), colegios de renombre (en cuanto a materia deportiva se refiere) o colegios públicos o sin mirar si el deporte en sí practicado es de competición, tecnificación o simplemente social como una actividad más.

El deporte de formación, la base que debería ejercer el peso visionario del mañana, de esos jugadores llamados s ser un día el reflejo y justificación de las canteras en los clubes de élite, sufre la cruda realidad económica en la que manda la máxima de ‘se juega si se paga’.

Ante esta tesitura salen varias preguntas a colación. ¿Dónde se queda el dinero destinado por las instituciones a las categorías de formación? ¿El deporte de base es sinónimo de negocio para partes interesadas? Lo cierto es que la mejoría de las competiciones, por otra parte una realidad latente e incuestionable en la gran mayoría de los casos, es posible por la buena y a la vez obligada predisposición de los padres de los jóvenes deportistas a desembolsar cuotas económicas como si de una actividad de inglés, música o danza, por poner unos ejemplos de extraescolares, se tratara. La falta de ayudas de la administración y por ende de las Federaciones obliga a los padres a pasar por taquilla para poder recibir un servicio, en este caso practicar un deporte. Lejos, muy lejos, queda el tiempo en el que el deporte era sustentado por los propios centros escolares o por los clubes, que bajo la fórmula del patrocinio (que ahora también existe aunque ejerce de tapadera), el costo del deporte era mínimo para el deportista en cuestión y por ende para los padres, los grandes ‘paganinis’ del deporte.

No son todos los que están ni están todos los que son pero DIARIO DE VALLADOLID-EL MUNDO intenta llevar el deporte de base vallisoletano y su cruda realidad, a estudio. 16 ejemplos en los que los números de clubes de élite, clubes y centros escolares, ilustran la cruda realidad de un deporte, el teóricamente más sano, el de los valores y el principio del todo, sujetado por los hilos de los padres. Y en cada caso hay particularidades y condicionantes que no hacen si no abrir nuevos interrogantes.

EL BALONCESTO, EL MÁS CARO. Vestir los colores de las ‘ardillas’ tiene un coste anual para los padres entre 280 euros (escuela) y 600 euros (equipos autonómicos). Una cantidad económica a la que hay que añadir (por obligación) cada año el coste de la ropa deportiva (entre 70 y 140 euros). En el CB La Flecha el coste baja a los 300 euros, aunque la ropa se dispara hasta los 180. En otros clubes como el CDU femenino las jugadoras pagan 350 euros (con equipación) aunque a diferencia de los casos anteriores los padres deben de llevar a sus hijos por su cuenta a los desplazamientos en las Ligas Autonómicas.

CONTAR CON UNA INSTALACIÓN DEPORTIVA. El poder gestionar una instalación ya sea propia (equipos universitarios. CB La Flecha o colegios) o por cesión de la FMD como es el caso del Real Valladolid (Anexos), BM Aula (Cristóbal Colón), los dos equipos de rugby (Pepe Rojo), CB Ponce (pabellón Ponce), CD Parquesol (campo José Luis Saso), CPLV (Canterac), Tenis de Mesa (CTD Río Esgueva), CAV (Río Esgueva), debería redundar en los bolsillos de los deportistas, algo que en la gran mayoría de los casos no sucede. Clubes con la etiqueta de élite como el BM Atlético Valladolid de Liga Asobal, paradójicamente con los precios más ajustados de todo el deporte local (entre 225 y 350 euros), se ven agraviados con el resto de clubes de la ciudad al no poder gozar sus equipos de cantera de la ‘gracia’ del Ayuntamiento, en este caso de la FMD, con el no pago de los alquileres.

LA PUBLICIDAD DE PATROCINADORES. Este apartado abre otro gran interrogante. ¿Por qué una empresa se dice que patrocina a la cantera si realmente patrocina al primer equipo? El dinero, que es mucho, que aportan empresas como BMW Fuenteolid, Clínica Sur o IVECO, como patrocinadores de las canteras del Real Valladolid y CBC Valladolid (escuela y equipos), no tiene el destino (al menos íntegro) de la cantera, en la gran mayoría de los casos que casi se autofinancia con las aportaciones de los padres. ¿Dónde va ese dinero? Su publicidad aparece en las camisetas de los equipos de formación sin que tampoco redunde en forma de rebaja en el bolsillo de los padres. ¿Por qué no se dice que ese dinero va directamente con destino al primer equipo?

EL NEGOCIO DE LA VESTIMENTA. Si en el pasado, todavía cercano y reciente, la indumentaria de juego iba de jugador en jugador, de generación en generación a préstamo, en el deporte actual la vestimenta se ha convertido en un bien de primera necesidad al servicio de los clubes y equipos, que ‘obligan’ (entre comillas) a sus jugadores a comprar cada año las nuevas equipaciones. ¿Es acaso un negocio? Parece primar la imagen, lo que se ve, antes que el producto en sí que es el propio jugador. Y hay casos que la ‘obligación’ lleva no solo a comprar la equipación de juego sino el chándal, el ‘cubre’, la bolsa, el abrigo... Por contra, en colegios como el Lourdes, todavía se mantiene la tradición de aportar desde el centro las camisetas de juego.

EL REGALO DE SER SOCIOS DEL EQUIPO DE ÉLITE . Sin el problema de perder clientes por cabida en el pabellón, muchos de los clubes de élite incluyen en las tarifas de pago de sus jugadores de cantera el regalo de acceder (sin los padres, que tienen que pasar por taquilla) a los partidos del primer equipo. Un privilegio que este año, con la llegada de Ronaldo y su equipo de colaboradores y... pensadores, ha quitado en los niños que visten la camiseta del Real Valladolid.

LA CASUÍSTICAS . La crisis económica, la incapacidad de gestión, la dejadez o simplemente la imposibilidad de encontrar un patrocinador global ha llevado a que los jugadores de los equipos de la Universidad de Valladolid, el mayor club multideportivo de Castilla y León, tengan por primera vez en su historia que pasar por el peaje. Así cada jugador tiene que pagar una cuota de 150 euros o hacer 15 carnets de socio ( de 10 euros) de temporada a familiares o amigos.

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