Diario de Valladolid

A centímetros de la sorpresa

El Recoletas se sobrepone a su mal comienzo en ambas partes y pone entre las cuerdas al Ademar (30-29) a cuatro minutos para el final / Dos exclusiones visitantes en ese lapso pusieron en franquicia la victoria leonesa

El pivote del Recoletas, Nico López, intenta impedir el pase del central croata del Ademar, Tin Lucin, durante el derbi disputado ayer en León.-FERNANDO OTERO

El pivote del Recoletas, Nico López, intenta impedir el pase del central croata del Ademar, Tin Lucin, durante el derbi disputado ayer en León.-FERNANDO OTERO

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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La semifinal de la Copa de Castilla y León metió hace veinte días el miedo en el cuerpo de los seguidores del Recoletas. Si en lo que no dejaba de ser un bolo veraniego, Ademar había ganado a su eterno rival autonómico por 25-36 y en terreno neutral (Nava de la Asunción), ¿qué podía pasar en León y en partido de Liga?

Pues dos cosas. Que el deporte no son matemáticas, reglas de tres ni silogismos. Cada partido cuenta con vida propia. Y, consecuencia de ello, el Atlético soñó con la victoria en cancha del Ademar.

Fue un sueño efímero y trabajado, pero los de Ollero fueron capaces de ponerse 30-29 en el marcador, a menos de cuatro minutos para el final del choque y después de ir seis goles por debajo. 21-15 fue la máxima diferencia, a los seis minutos de la segunda parte.

La pena es que los gladiadores azules no supieron gestionar ese final, lastrados por las dos exclusiones de Turrado y Nico López, de la misma manera que tampoco fueron capaces de mostrar la suficiente solidez en los comienzos de ambas partes. Carencias que les pusieron cuesta arriba la sorpresa.

Un severo error doble que les costó la derrota en un partido que, justo es reconocerlo, hizo la goma durante muchos minutos pero con Ademar dando siempre el do de pecho cuando la situación lo requería. Sobre todo con ese 30-29 que se transformó en 34-31 definitivo con un parcial de 4-2. Los leoneses cuentan con un impresionante fondo de armario, comparados con sus vecinos. El Atlético exhibe una plantilla enchufada y competitiva, pero navega por una órbita económica muy diferente. Y eso al final, en un deporte como el balonmano, se suele pagar.

La amenaza de la paliza planeó por el Palacio de los Deportes en el nacimiento del partido. Un 3-0 a los cuatro minutos y el 5-1 a los ocho y medio impedían tragar saliva a la parroquia azul, que temía unos guarismos de escándalo. El Recoletas entró somnoliento al encuentro, mientras los de Cadenas volaban. Aunque en las poco pobladas gradas había escaso ambiente, un derbi es un derbi.

La lentitud de piernas de los azules en su 5:1 provocó tiros fáciles desde seis metros de los locales, ya fuese por penetración de la primera líneas o por el pivote Marchán, y el extremo Mario López, que se pusieron las botas.

Por fin despertó el Atlético, gracias a un juego rápido y coral en el que brilló Diego Camino, bien secundado por Rubén Río y Víctor Rodríguez. Un tiempo muerto de Ollero sirvió para recomponer al equipo, que se puso 7-5.

Ademar se marchó de nuevo hasta el 16-12 del descanso e inició la segunda mitad fuerte, hasta llegar al citado 21-15. Pero el Recoletas se resistía a entregar la cuchara. Adrián tomó los mandos y junto a Dourte creó una conexión diabólica, aunque la reacción no llegó a ser culminada.

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