Diario de Valladolid

Triunfo desde la pasión

El Recoletas Atlético Valladolid en su mejor versión gana su primer derbi regional al Ademar de León tras su regreso a la Asobal (27-26) / Gran partido de César Pérez

Serdio se 'pelea' con la defensa leonesa.-PABLO REQUEJO

Serdio se 'pelea' con la defensa leonesa.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Dicen que la pasión es una emoción crónica, un torrente. Con las pasiones uno no se aburre nunca y el Recoletas Atlético Valladolid supo por fin viajar a su corazón para sacar el animal que lleva dentro y romper un gafe, el de hacerse por primera vez desde que se fundara el club con el derbi por antonomasia del balonmano español (27-26). Un derbi trepidante como los de antes, como los que enfrentaron años atrás al desaparecido BM Valladolid con el Ademar de León. Un duelo que por exigencias del guión había perdido su electricidad desde que Valladolid recuperó sus galones de Asobal.

Pero como hiciera Don Quijote, el conjunto del siempre impasible David Pisonero se inventó en un Viernes Santo esa pasión necesaria en todo derbi para hacer vivir al hombre. Sujetado en la gran actuación de César Pérez en la portería, un seguro de vida en la primera mitad hasta con nueve paradas y con la decisiva, la última del partido que podía invitar a un empate posiblemente que no hubiera hecho justicia a su grandísimo partido, el Recoletas Atlético Valladolid dio muestras de sus avances en una temporada irregular pero claramente trenzada y desarrollada  de menos a más.

El duelo sobre el tablero de Huerta del Rey era desigual entre dos equipos separados por el dinero de sus presupuestos. Un simple dato, el del número de extranjeros de uno y otro equipos, cero de Valladolid por los 8 de León, explicaba sobradamente los objetivos de ambas escuadras. Pero el Recoletas Atlético Valladolid, lejos de arrugarse, sacó su mejor versión a relucir con el ‘cuarentón’ hecho niño Diego Camino sacando su cartabón y su escuadra para trenzar un ataque virtuosista activando la letal conexión con el pivote Serdio (7 goles). Un conjunto vallisoletano en el que cada peón supo avanzar sobre el tablero de Huerta del Rey cortando las alas a un Ademar seco desde su primera línea y que tuvo que encomendarse al acierto de su extremo zurdo Mario López (8 goles) y a su  pivote Pesic para aguantar las embestidas de los gladiadores azules.

Con las fuerzas niveladas al descanso (14-14) el inicio de los leoneses en la segunda mitad con un 0-3 que les puso 17-20 arriba hizo temer que la historia de los derbis en la nueva vida de Valladolid en la Asobal se repitiera drásticamente. Pero todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas y el Recoletas Atlético Valladolid, con Adrián Fernández aprovechando cada penalti lanzado (hasta ocho sin error), supo reaccionar desde el corazón, primero para nivelar el encuentro 20-20 y 24-24 y después desde la defensa, la apuesta ciega y obstinada de Pisonero, para dejar seco a su rival. Un Ademar esclavizado que cayó una y otra vez en la trampa defensiva de su rival.

De poco o de nada sirvió la sorprendente defensa abierta de los leoneses para cambiar el sino del partido. El Recoletas estaba por fin metido en el partido. Y además lo estaba haciendo como local, su gran caballo de batalla a lo largo del presente ejercicio con hasta seis derrotas cedidas. Serdio puso en el marcador el 25-24 a cinco minutos para el final y el Ademar, que supo agarrarse al flotador lanzado por su portero Slavic, comenzaba a desangrarse víctima de su impotencia para leer la defensa vallisoletana. Ni el tiempo muerto de Guijosa a cuatro minutos para el final sirvió para cambiar el nuevo guión de este derbi. Porque enfrente estaba un equipo desatado que por fin supo quitarse sus miedos de encima. El gran trabajo de Víctor Rodríguez, visionario en defensa forzando faltas en ataque y con un trabajo entre líneas más que eficaz, unido al ya mencionado portero César Pérez, con un penalti detenido a un minuto para el final además de la última bola de partido, pusieron en bandeja el triunfo para su equipo.

El Ademar naufragaba, por fin, como hiciera tantas y tantas veces antaño, en Huerta del Rey, ahogado por su ínfima producción ofensiva en el tramo final de partido (dos goles en los últimos 15 minutos de juego y uno en los últimos nueve).

Con susto final (el Recoletas vio peligrar un punto tras obrar el 27-25 a poco más de un minuto para la conclusión) el derbi de la pasión se quedó como no podía ser de otra manera, en casa (27-26) dando valor a la fe ciega de la directiva en Pisonero y en este grupo.

PRÓXIMO PARTIDO EN GRANOLLERS, EL VIERNES. Tras el Viernes de pasión el Recoletas Atlético Valladolid, con la mirilla puesta en esa octava plaza de nuevo al alcance de la mano, volverá a la competición de nuevo en siete días. El viernes día 26  rendirá visita a la cancha del Fraikin Granollers a las 20.30 horas.

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