Epílogos mortales
Los blanquivioleta han encajado 13 de sus 45 goles en el último cuarto de hora / En los cuatro partidos más recientes han recibido cinco a partir del minuto 79, que le han costado 6 puntos
Molina marca de penalti en el minuto 95 el 2-2 ante el Getafe.-J. M. LOSTAU
La película blanquivioleta semanal de esta temporada rara vez ha sido una comedia con final feliz. Sus filmes más bien han tomado la forma de thriller sórdido con asesinato final. Sobre todo en los últimos tiempos.
El suspense angustioso se ha afincado en el Real Valladolid, hasta el punto de que el miedo a perder lo obtenido se ha apoderado de él, agarrotándolo en los tramos finales de los partidos. Las cifras de la temporada lo reflejan de forma meridiana.
De los seis cuartos de hora en que se puede dividir un partido, los de Sergio han encajado más goles en el último. 13 de 45 desde el minuto 76 hasta el pitido final, lo que supone casi el 29% del total sufrido.
El siguiente tramo negativo es el del primer cuarto de hora tras el descanso (minutos 46 al 60), con 9 goles recibidos. Después van el inicio (1 al 15) y el final (31 al 45) del primer tiempo, con 7 cada uno. Los menos lesivos son los dos espacios centrales de cada periodo. El Pucela ha encajado 5 goles del minuto 61 al 75, mientras que su mejor registro son los 4 sufridos del 16 al 30.
Esos 13 tantos en contra del cuarto de hora final de sus encuentros presentan una particularidad digna de ser consignada. Cinco han llegado de forma consecutiva en los últimos cuatro partidos y, además en los estertores: desde el minuto 79 hasta el 95. Estos goles han costado seis puntos que parecían casi en el bote.
El primero fue el de Oyarzabal (79) para el empate de la Real en Zorrilla. Volaron dos puntos con el 1-1. El siguiente fue el cabezazo de Carrillo en el minuto 95 del encuentro contra el Leganés (1-0). Otro punto perdido. El Sevilla marcaría por partida doble. Mesa lo hizo en el 83 y Munir remató la faena con el 0-2 en el 91. Un punto más a la basura. El último revés llegó el domingo, con el penalti marcado por Molina en el 95 que privó de dos puntos a los locales.
A cambio los de Sergio se han llevado alegrías similares ante Éibar, Valencia, Espanyol, Athletic y Celta. La diferencia es que, excepto la de Ipurúa, todas llegaron en la primera vuelta. Otro hecho digno de análisis.
