Un pupitre en la canasta
El Carramimbre Ciudad de Valladolid comienza en el colegioMiguel Íscar un proyecto social que pretende que el deporte forme parte de la formación de los estudiantes
Los alumnos delMiguel Íscar estrenan la canasta de minibasket ante la mirada de ‘Feñe’, Puente y Astilleros.-EL MUNDO
Cuesta imaginar qué habría sido de la historia del deporte si MichaelJordan no hubiera tenido una canasta cerca de casa o si la ciudad en la que nació Michael Phelps no hubiera contado con una piscina climatizada. Las grandes estrellas explotaron porque en algún momento tuvieron acceso a la mecha. Más allá de canastas o marcas, el deporte se convierte para cientos de niños en una universidad en la que doctorarse en valores, una realidad a la que han querido dar acceso el Carramimbre Ciudad de Valladolid y la Obra Social La Caixa en el colegio Miguel Íscar de Valladolid.
Dos canastas de minibasket y un lote de balones de las ardillas se quedaron como recuerdo del día en el que el baloncesto puso la primera piedra en el colegio ubicado en el barrioEspaña; una de las paradas que la Escuela LaloGarcía tiene en su itinerario en trece colegios de la capital. Después de pasar por elGonzalo de Córdoba, Nuestra Señora delDuero, Cardenal Mendoza y CEIPEntrerríos, la iniciativa desembarcó ayer en elMiguel Íscar con la idea de plantar la semilla de la canasta entre sus alumnos, que disfrutaron de una de las cuatro sesiones que el club carmesí desarrollará en el CEIP.
Aprender de los entrenadores del Ciudad de Valladolid o del jugador del primer equipo DaniAstilleros hizo de la mañana un día de fiesta en elMiguel Íscar. Esa es la meta de un proyecto que trata, a través de sesiones deportivas y lúdicas, de que el baloncesto forme parte del crecimiento de los niños y las niñas de la ciudad.
Antes de que el balón tomara el protagonismo, los alumnos presenciaron la inauguración oficial del programa, que corrió a cargo del alcalde deValladolid, Óscar Puente; la concejala de Educación, María Victoria Soto; el responsable de la cantera del Ciudad de Valladolid, Juan José Fernández Feñe; el director del Área de Negocio de La Caixa en Valladolid, Fernando Lores, y el directivo de la entidad carmesí y representante de Clínicas Sur, Nacho Pereda.
Sentir el respaldo de autoridades y empresas es un motor para el colegio vallisoletano, como reconoce el director del centro JuanIgnacio Diazdegueras: «Es un barrio complicado, con muchas necesidades y este tipo de apoyo para nosotros es muy importante, porque el trabajo que hacen mis compañeros todos los días se ve gratificado y nos hace que seguir luchando por estos niños y este barrio sabiendo que tenemos el apoyo», asegura.
El CEIP Miguel Íscar es una de las prioridades educativas dentro del Consistorio vallisoletano, que este año ya ha llevado a buen puerto varias propuestas en el centro, como recuerda el alcalde de la ciudad, Óscar Puente: «Para nosotros este colegio es una apuesta muy clara por la ubicación y por las necesidades especiales educativas que tiene. Para que progrese construimos una escuela infantil y estamos desarrollando incitativas para mejorar. Hoy (por ayer) hemos decidido canalizar este proyecto para intentar estimular el trabajo que hacen aquí los profesores, que sientan el respaldo del Ayuntamiento, de la sociedad y que sigan adelante con un trabajo que no es fácil. Con iniciativas como ésta se consigue el objetivo que perseguimos: la igualdad social», declara.
Una de las vías para conseguir esa igualdad social desemboca en la práctica deportiva, una asignatura no obligatoria pero sí necesaria en el marco de la educación:«El deporte es una escuela de valores, el baloncesto lo es y a un colegio de estas características les viene bien una iniciativa como ésta», asegura el regidor.
La propuesta cuenta con la gasolina que aporta un club como el Ciudad de Valladolid, que porta el compromiso social en su ADN: «Para nosotros darse a la ciudad es fundamental.No es sólo el primer equipo, estar en élite, y la mejor manera es hacerlo en los colegios públicos.Nos ha parecido una idea fenomenal hacerlo en este colegio, porque es un colegio muy querido y muy especial para todos», asegura Feñe.