Un equipo rocoso

Bienvenido sea el primer punto de la temporada. El Valladolid dejó la portería a cero y el empate le sabe a gloria. Fue lo más justo después de lo que se vio anoche en Montilivi. El Girona apretó más durante muchos minutos pero no obligó a Masip a un esfuerzo extraordinario y el Valladolid destacó en las tareas de contención porque su trabajo en ataque resultó discreto. El objetivo era sumar y el empate tiene gran valor. En la Liga de las Estrellas hay muchos equipos modestos que también piensan en la permanencia y quién sabe si el Girona peleará hasta el final de temporada por evitar el descenso.

El Valladolid aguantó el tipo sin grandes apuros en los primeros 20 minutos con un Girona lanzado que llevó la iniciativa y remató a puerta en varias ocasiones aunque sin peligro alguno, exceptuando un lanzamiento de Granell al sacar una falta que desvió Masip bien colocado. El Valladolid debutó en la Liga con el mismo cuarteto defensivo que alineó Sergio en el tramo final de la pasada campaña y la misma seguridad y consistencia que se vio entonces se repitió ayer en Montilivi.

Los intentos del Girona por poner a prueba a Masip resultaron baldíos. La defensa del Valladolid ganó la partido a los atacantes del Girona y a medida que avanzó el partido las fuerzas se nivelaron. El Valladolid comenzó a ganar terreno en campo contrario mediada la primera parte y contó para ello con Toni, el jugador más incisivo. Con su velocidad y fácil regate desbordó a los jugadores que le salían al paso. El problema es que el Valladolid se desvaneció cada vez que pisó el área. Keko y Chris Ramos apenas intervinieron y la única vez que Bono tocó el balón fue tras un lanzamiento lejano de Alcaraz. Las imprecisiones de ambos equipos en los pases ofrecieron un fútbol insulso durante muchos minutos. El gran favorecido fue el Valladolid, que vio cómo el esfuerzo de los centrocampistas locales por buscar los desmarques de Portu y Stuani moría siempre en las botas de Kiko Olivas y Calero, firmes en el eje de la zaga y bien apoyados por Moyano y Nacho en las bandas. Stuani apenas tocó el balón en la primera parte y en la única acción en la que se anticipó a los centrales su cabezazo salió desviado.

El Valladolid fue más incisivo al comienzo del segundo tiempo y trató de aprovechar la velocidad de Toni, que salió airoso en todo momento del duelo personal que mantuvo con el lateral Porro. En la primera llegada del Valladolid a los dominios de Bono, Toni centró al segundo palo pero su envío no encontró ningún rematador.

Sergio formó de inicio en el centro del campo con Borja y Alcaraz y situó a Anuar en una posición más adelantada, de enganche con Chris Ramos, pero el Valladolid seguía sin funcionar en su juego de ataque tras el descanso y en el minuto 63 Óscar Plano sustituyó al gaditano. El técnico buscó más profundidad con este primer relevo pero el Valladolid seguía sin mostrar un juego sólido de medio campo hacia adelante. Además, el Girona comenzaba a acercarse con cierto peligro al área de Masip y los blanquivioleta estaban más preocupados por defender el empate. El punto era un buen botín por lo que se estaba viendo sobre el césped y no era cuestión de arriesgar en los minutos finales. El Girona pudo marcar en la mejor ocasión de todo el encuentro pero el lanzamiento de Stuani salió rozando el poste.

Sergio se jugó la baza de Verde en el minuto 70 pero el italiano se encontró solo cada vez que el balón llegaba a sus botas.

BREVE ESTRENO

Míchel juega los 6 últimos minutos

A PUNTO TRAS LA GRAVE LESIÓN DEL PLAYOFF.

Sergio se deshizo en elogios a Míchel la víspera del encuentro y destacó su calidad, experiencia y buen golpeo para ayudar al equipo. El centrocampista jugó los 6 últimos minutos. Su presencia resultó testimonial pero está a punto tras la grave lesión que sufrió en El Molinón en el playoff de ascenso.