Diario de Valladolid

FÚTBOL / OVIEDO-REAL VALLADOLID

El enfermo está muy vivo

Magnífico partido del Valladolid, que vence al Oviedo en el Carlos Tartiere y recupera las opciones de luchar por el playoff / Espectacular segunda parte con dominio aplastante en todo momento / Mata abre el camino del triunfo

Mata celebra eufórico el 0-1 con Óscar Plano, autor del pase, anoche en el Carlos Tartiere.-PHOTO-DEPORTE

Mata celebra eufórico el 0-1 con Óscar Plano, autor del pase, anoche en el Carlos Tartiere.-PHOTO-DEPORTE

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Javier Álamo
Valladolid

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El Valladolid no ha dicho la última palabra. El Sporting le mandó el pasado domingo a la UVI pero anoche pasó a planta. Este enfermo está muy vivo. La Liga le da una nueva oportunidad. Ha sido necesario esperar hasta la jornada 36 para ver la tercera victoria del Valladolid a domicilio. Los tres puntos en el Carlos Tartiere tienen un valor extraordinario porque además de meterle de nuevo en la pelea por el playoff frena al Oviedo, un rival directo en esta lucha por disputar la promoción y que sigue en su línea irregular. El conjunto de Anquela empezó la jornada en el sexto puesto y podría perderlo hoy o mañana.

Pero por encima de todo hay que destacar el cambio radical del Valladolid. El juego desplegado anoche en Oviedo no tuvo nada que ver con lo que habíamos visto en la etapa de Luis César. Ayer, el Valladolid llevó la iniciativa en todo momento y anuló por completo al Oviedo, al que terminó sacando de quicio pese al gol de Linares en el minuto 87 que le otorgaba la esperanza de igualar el marcador tras el 0-1 firmado por Mata y el 0-2 que llegó después de un autogol de Folch cuatro minutos más tarde. La realidad es que el definitivo 1-2 no refleja en absoluto lo que se vio en el Carlos Tartiere. El Valladolid fue mucho mejor y mereció un triunfo más amplio.

La neta superioridad del equipo de Sergio ya fue manifiesta en el primer tiempo. Esta vez sí se notó la diferencia entre Luis César y Sergio. Actuaron de inicio muchos de los jugadores que eran titulares con el técnico gallego y lo que cambió, mucho y para bien, fue la forma de afrontar el partido. El Valladolid tuvo el balón y frecuentó el área local con la incorporación de muchos jugadores, mientras el Oviedo se estrellaba una y otra vez con la defensa visitante.

La gran novedad en la alineación inicial fue la presencia de Toni Villa, relegado al banquillo desde hacía tiempo. Está llamado a ser uno de los jugadores de futuro en Zorrilla y Sergio no ha tardado en darle una oportunidad. El míster retrasó a Míchel para cubrir la ausencia de Borja por sanción y situó a Toni Villa más adelante junto a Hervías y Óscar Plano. El chaval acabó reventado. Se ha pasado gran parte de la segunda vuelta sin jugar y la falta de ritmo de competición le terminó pasando factura.

La derrota ante el Sporting obligaba a ganar en el Carlos Tartiere y el Valladolid jugó con más ambición que en anteriores desplazamientos. Los empates sirven de poco -así se viene demostrando tras los puntos logrados ante Alcorcón y Lugo- y el Valladolid de Sergio ofreció una imagen totalmente distinta a la que había ofrecido en la etapa de Luis César.

Las declaraciones de los jugadores tras el cambio de entrenador eran llamativas. Antes, cuando se les preguntaba por Luis César, se referían a la unión en el vestuario y al apoyo al cuerpo técnico. Ahora, con Sergio, se oye otro discurso. Se aprecia una relación distinta entre el técnico y los jugadores, más cercana, y esa misma diferencia se plasmó anoche con el juego. El Valladolid jugó con más rapidez, juntó más las líneas y mostró, al fin, esa imagen de equipo sólido y poderoso que no se arruga. Lo visto ayer en el Carlos Tartiere no tiene nada que ver con las actuaciones anteriores en las visitas a Córdoba, Alcorcón, Lugo y Tarragona. A pesar de que la derrota ante el Sporting puso el playoff cuesta arriba, El Valladolid de Sergio dio ayer una lección de fútbol con autoridad en el centro del campo, ideas claras a la hora de culminar los ataques y firmeza en defensa con la excepción de algunos despistes.

El gol de Mata al culminar una buena asistencia de Óscar Plano dio paso a un Valladolid demoledor, un equipo dispuesto a dar varios pasos adelante, precisamente lo que no ocurría con Luis César.

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