El secreto de reinventarse

Cicerón: ‘Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria’. La victoria pertenece al más perseverante y en el día de ayer el Carramimbre Ciudad de Valladolid, lejos de preocuparse por el hecho de no poder contar con ninguna de sus dos torres, Uta y Kok, ‘víctimas’ del virus ‘Ventanas FIBA’ , supo salir airoso de su complicada visita al histórico Barris Nord de Lérida.

El equipo jugó «a degüello», como adelantaba en la víspera su entrenador. Paco García, más que nunca en su salsa y habituado a tomar parte en ‘Cruzadas’ imposibles, no solo supo leer el partido a la perfección, corrigiendo e inventando sobre la marcha, sino que demostró que la lógica no siempre es una máquina perfecta. El Carramimbre tiró de oficio y sin pívots, logró sacar el partido adelante de una forma espectacular.

El equipo de Paco García rehusó de salida a la fuerza, al juego de contacto en una guerra perdida que no era la suya por su clara inferioridad física por la falta de los centímetros de Uta y los muelles de Jito Kok. Por ello optó por abrir el campo con un ‘cuatro’ que jugó de ‘cinco’, Sergio de la Fuente y con ‘treses’ que actuaron como falsos ‘cuatros’ como Reyes, Graham-Bell e incluso Astilleros. El hecho de sacar a las torres del Lleida de la zona permitió más espacios para que un Wade-Chatman en plan estelar a lo largo de los dos primeros cuartos, con 18 puntos de los 36 del equipo), campara a sus anchas con la sonrisa de oreja a oreja. Unos contra unos al más puro estilo ‘playground’ unidos a triples estratosféricos, sirvieron para que el Carramimbre se mantuviera en partido ante un Lleida que comenzó asustando (12-2) en buena parte por el error de los vallisoletanos de dejar en el banquillo a e la Fuente y apostar por un Hopfgartner con alergia a la zona y que sigue lejos, muy lejos, del jugador que debe de ser. Ayer en un partido en el que se necesitaba sus prestaciones acabó con siete minutos en cancha en un ejercicio de despropósitos en defensa y obcecación por el tiro de tres en ataque.

Pero afortunadamente y pese al desbocamiento una vez más de Sergio de la Fuente, que se llevó más de una filípica del entrenador al querer ir él solo contra el mundo (aunque luego entraría por el aro de la cordura), los ‘pequeños’, ‘benditos pequeños’, dieron la victoria al Carramimbre con triples letales (10 de 21). El mencionado Wade-Chatman, Alvarado y un Gantt por fin enchufado tras su aletargado inicio de partido, unido a la valiosa aportación de Sergio y de Reyes en momentos clave, ejercieron de martillo pilón para aplacar el desparpajo ofensivo del jamaicano-canadiense Ogungbemi y el serbio Dukanovic, en una batalla claramente perimetral lejos de la zona. Y es que por una vez el control del rebote ni siquiera se hizo necesario. Apenas 20 capturas de los vallisoletanos para labrar una victoria que se inició tras el 12-2 y que tuvo su continuidad en el segundo y sobre todo tercer cuarto, donde abrió una brecha, fruto de su perseverancia, que significó el fin para un Lleida incapaz (71-81).

PACO GARCÍA: «HA SALIDO PERFECTO Y LLEIDA HA CAÍDO EN LA TRAMPA». Paco García disfrutó ayer como no podía ser de otra manera jugando a ser entrenador. Su pizarra sirvió para ayudar a su equipo a solventar las ausencias de Kok y Uta. «Con pequeños también se puede ganar. Me voy con el sentimiento de una riqueza táctica espectacular a cargo de mi equipo. Lleida ha jugado como queríamos que jugara cayendo claramente en la trampa. Cuando Feliu se pudo de ‘cuatro’ dijimos: ‘ya está’». El entrenador del Carramimbre tildó el partido de ‘perfecto’ y tuvo palabras de elogio para un equipo en el que ‘casi’ todos respondieron.

LA GRACIA DE LAS VENTANAS  FIBA: JITO KOK 6 MINUTOS JUGADOS Y CRISTIAN UTA, 1.  Ver para creer. El Carramimbre tuvo que dejar libre a sus internacionales Kok y Uta para ‘jugar’ con sus selecciones en las ‘Ventanas FIBA’ de forma testimonial. Kok salió 6 minutos ante Croacia y Uta un minuto ante Italia. Es el circo de la FIBA.