Diario de Valladolid

La revolución del chupete

Ninguno de los cuatro canteranos del último once inicial era titular al comienzo de la Liga / La edad media del equipo ha bajado más de dos años: de 27,4 ante el Barça B a 25,1 en Reus

Ángel (2º arriba), Calero (4º arriba), Anuar (4º abajo) y Toni (5º abajo) forman en Reus antes del partido.-LOF

Ángel (2º arriba), Calero (4º arriba), Anuar (4º abajo) y Toni (5º abajo) forman en Reus antes del partido.-LOF

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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La alineación blanquivioleta de Reus registró un hecho con ribetes casi históricos: cuatro jugadores de la cantera formaron parte del mismo. De los Campos Anexos volvía a manar petróleo después de muchos años de sequía y de una evidente incapacidad en los últimos tiempos para calibrar la calidad de todo el producto surgido, dejando que alimentase con poderío motores ajenos.

Ángel, Toni, Anuar y Calero. Los cuatro productos forjados en el filial se han incorporado de forma paulatina al equipo titular profesional, hasta el punto de preterir a jugadores contrastados de amplio currículo y muchos galones.

¿La prueba? Ángel fue capitán en el Municipal reusense, ante la ausencia sobre el césped de los cuatro futbolistas elegidos para portar el brazalete. Míchel salió mediada la segunda parte. Borja y Deivid se quedaron en el banquillo. Moyano no fue ni convocado.

La inyección de juventud inoculada en el equipo castellano es evidente. El primer once liguero, que perdió en casa con el Barcelona B, estuvo formado por Masip en la portería; Moyano, Guitián, Deivid y Nacho en defensa; Borja y Cotán como mediocentros; Antoñito y el ahora barcelonista Jose en los extremos; Míchel de mediapunta y Salvador como delantero centro.

De este once repitieron en Reus el intocable Masip; Antoñito, desplazado a su puesto natural de lateral derecho, tras el ensayo como extremo ante el filial azulgrana; y Salvador, reubicado desde la posición de delantero centro a la de mediapunta. Por lo tanto sólo dos jugadores de campo sobreviven del primer once, y juegan en distinta zona.

Este equipo del estreno liguero contaba con una media de edad de 27,4 años. Borja, con 36, marcaba la cúspide y Salvador, con 21, la zona baja. Moyano pasaba de la treintena (31) y Míchel y Antoñito la frisaban (29). Una presencia y una ausencia bajaban esa media de edad. Jose (22) se fue la semana siguiente al Barcelona B. Y Mata (29) que salió en los últimos diez minutos, ya no se apearía de la titularidad.

El Real Valladolid que formó anteayer contra el Reus presentaba una media de edad de 25,1 años. 2,3 menos que el primer once de Liga. Ningún futbolista llegaba a la treintena. Los más añosos eran Antoñito, Oliva y Matas (29). El otro extremo del arco lo ocupaban Salvador (21), Calero, Anuar y Toni (22) y Ángel (24).

La revolución de la cantera y, por ende, la edad, parece que ya está en marcha por parte de Luis César. Es comprensible por la parte que atañe a su estilo de juego. El Real Valladolid necesita transiciones rápidas en ambos sentidos para recuperar rápido el balón y, cuando lo pierde, recuperar el sitio.

Los cuatro jugadores ya han dado el salto. Una tarea de gran dificultad. Ahora resta lo más difícil: la consolidación en el once. Para nadie es fácil y, como siempre, dependerá de los resultados.

Cada nombre escribe una historia propia. Toni fue el más destacado en Reus, su juego toma cada vez más cuerpo y parece aferrarse a un puesto del que será muy difícil, descabalgarle, ya que su capacidad de invención no la tiene nadie en la plantilla y, además, ahora defiende mejor.

Anuar también está aguantando el tipo. Cada vez comete menos errores, pasa mejor en largo y ejecuta esas ayudas a compañeros que no son muy visibles para el común pero que se tornan imprescindibles para el juego.

Ángel presenta un panorama bipolar. Su contribución en ataque está al alcance muy pocos laterales en Segunda. Ha forzado tres penaltis y marcado un gol. Pero sus lagunas defensivas son evidentes. Si no las mejora, Nacho volverá a su puesto, aunque sólo sea por cuestión de supervivencia.

Respecto a Calero, en su debut liguero no debe pesar demasiado el error en el primer gol. Entró blando al balón, pero fue una acción en la que el árbitro pudo perfectamente pitar falta del atacante. Si algo ha demostrado el boecillano es capacidad de aprendizaje. Estos fallos curten y apartarlo tras este partido equivaldría a señalarlo. Algo que Luis César sólo hace cuando los errores son reiterados.

VIAJE A GIJÓN. La federación de peñas organiza un viaje para animar al equipo frente al Sporting, con precios entre 30 y 40 euros para el viaje y la entrada.

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