Diario de Valladolid

BALONCESTO / CAMPUS DE VERANO

Maestros dobles

Víctor del Tio y Ángel Pardo ponen el broche al campus de Almirantes

Los globos fueron protagonistas de la lección de Del Tío (al fondo).-E.M.

Los globos fueron protagonistas de la lección de Del Tío (al fondo).-E.M.

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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Con la cara de sueño que se suele arrastrar tras una noche de convivencia en un campus, el de Rioseco recibía hoy dos visitantes de postín. En primer lugar era para Ángel Pardo, ex entrenador de la selección nacional en diferentes categorías con las que consiguió cuatro medallas. En esta ocasión el veterano entrenador hizo especial hincapié en fundamentos de defensa, trabajando movimientos de defensa individual y ejercicios de trabajo en equipo.

A continuación le llegó el turno a Víctor del Tío. Especialista en fundamentos y técnica individual y sobre todo gran investigador sobre técnicas de comunicación, consigue que los que caen en sus manos se sientan atrapados durante todo el periodo de entrenamiento. Es capaz de, con repeticiones y repeticiones y correcciones y más correciones, (combinando todo con juegos para mayores y pequeños), que los jugadores salgan de su entrenamiento con varios conceptos muy claros, pero sobre todo con la conciencia de que pueden y saben hacerlo y hacerlo a un nivel de velocidad suficiente como para que les permita solucionar situaciones en los partidos. Si para ello hace falta que se entrenen con guantes de gasolinera, con globos, con pelotas de tenis, con balones sobredimensionados o con instrumentos casi de tortura para poner entre sus dedos y que los jugadores no toquen el balón con la palma de la mano, todo ello lo llevará Víctor del Tío en su bolsa y no solo lo utilizará si no que reforzará sus enseñanzas con proyecciones de vídeos donde jugadores de universidades americanas practican lo que él ha enseñado durante la jornada de ayer por la mañana.

Del Tío y Pardo pusieron el broche de oro a un campus por el que un día antes había pasado Roberto González, un entrenador que habla muy bajito, como los buenos profesores, pero consigue que a su alrededor se haga silencio suficiente como para no tener que subir la voz en un polideportivo lleno de niños con un balón en la mano y eso solo se consigue cuando la expectativa que generas en muy grande. Roberto volvió a conseguirlo con los 50 participantes del Campus CD Almirantes que no perdieron ripio de todo lo que el entrenador invitado les transmitía.

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