Jose acude al rescate

El Real Valladolid reduce la desventaja con la zona del playoff y Paco Herrera seguirá al menos otra semana en el banquillo. Jose acudió al rescate en el minuto 88 y las aguas vuelven a su cauce en Zorrilla. La afición recibió a los jugadores con pitos tras el vergonzoso 6-2 de Sevilla y los despidió con aplausos. Los hinchas del Pucela no piden milagros, sólo quieren que el equipo luche de principio a fin con ese espíritu competitivo que debe acompañar siempre a un profesional. Y eso es precisamente lo que hicieron ayer los jugadores del Valladolid. Pelearon por cada balón, encerraron al Elche en su área y al final, con suspense, lograron el botín merecido. El Pucela buscó el triunfo mientras al Elche le venía bien el empate y no tenía excesiva prisa por jugar. El reloj corría a su favor pero Jose otorgó al equipo el premio a la ambición.

Hay Liga. Las matemáticas le dicen al Valladolid que es posible meterse en el playoff. Con esa mentalidad afrontaron los jugadores la visita del Elche. La tensión se palpaba en el calentamiento y se mantuvo en los primeros compases del encuentro. El conjunto ilicitano era dueño del balón y lo movía con buenos toques en la zona de medios del Valladolid. Pero no había ningún peligro en sus acciones. André Leão y Jordán y los cuatro defensas cerraban filas y Becerra veía el partido con aparente tranquilidad. El Valladolid no pasaba del centro del campo y eso sí generaba inquietud en la grada.

Pero Míchel entró en escena, vio un hueco junto al vértice izquierdo y le dio un pase fantástico a Espinoza, que a su vez centró para que De Tomás marcase en boca de gol. Premio a la efectividad. Primera llegada al área, primer lanzamiento a puerta y 1-0 en el marcador.

El partido se le ponía en bandeja al Valladolid pero un regalo, otro más de los muchísimos que han concedido los hombres de Paco Herrera a lo largo de la temporada, lo equilibró en tres minutos. Borja Valle chutó desde la frontal, Becerar estaba adelantado y el balón entró como un obús. Vuelta a empezar y de nuevo tensión en el césped con los jugadores del Valladolid enrabietados por el obsequio.

Llegó esa pájara habitual que sufren a menudo los blanquivioleta y Armando tuvo una magnífica ocasión para marcar el 1-2 pero falló. El Valladolid respiró, tomó al fin el mando del partido y buscó de forma insistente la portería defendida por Juan Carlos. Hasta en cuatro ocasiones intentó el Valladolid recuperar el dominio en el marcador. En la más clara, el meta desvió el remate cruzado de Jose.

Paco Herrera cambió de posición a los delanteros tras el descanso. Mandó a Espinoza al extremo derecho, pasó a De Tomás al izquierdo y situó en Jose en punta. Y muy cerca de ellos, Míchel buscando huecos para mover el balón con velocidad. El Elche ya tenía muy claras sus intenciones y sólo pensaba en defender el punto.

La segunda parte fue un monólogo del Valladolid. Tuvo la paciencia necesaria para organizar el juego de ataque, aunque le faltó acierto para culminar las numerosas ocasiones que protagonizaron Míchel, De Tomás, Jordán y Jose. Fue precisamente éste quien encontró al fin esa recompensa que se le negaba al Valladolid. Balbi centró desde la izquierda, Mata metió la puntera para cambiar la trayectoria del balón y Jose batió a Juan Carlos. Era el minuto 88. Júbilo en Zorrilla. El Valladolid sigue vivo.