Fútbol, segunda B
Un enero para enmarcar
El Promesas suma 11 de 15 puntos este mes y se aleja del descenso / Los fichajes de invierno, Juliá e Higinio, dan la vuelta al marcador
El defensor del Cacereño agarra por la camiseta al extremo Toni.-J. M. Lostau
Qué bien le ha sentado al Valladolid B el mes de enero. Ni cuesta ni rebajas ni resaca navideña. Todo lo contrario. El filial ha dado un salto de calidad y la idea de fútbol de Borja Jiménez comienza a tomar forma. De los últimos 15 puntos en juego se han ganado 11, con tres victorias y dos empates que permiten alejarse de la zona de descenso. Pero sobre todo, con una oferta atractiva de fútbol sin perder la filosofía.
Cada jornada que ha pasado el cuadro blanquivioleta ha crecido. La pareja de centrales otorgan seguridad y sobre todo destaca el centro del campo. Si el mal del primer equipo es la faltad de creación cuando no está Álvaro Rubio, en el Promesas ocurre todo lo contrario. Anuar es un referente que ocupa la zona a la perfección. Corta y distribuye. Y desde hace unas jornadas ha encontrado su pareja de baile perfecta con Juliá. Un fichaje de invierno de lo más interesante.
Ayer fue toda una prueba de madurez. Después de una primera parte en la que el Cacereño se defendió muy bien y encerrado atrás no permitió los avances a los locales, en la segunda mitad se vio la mejor versión de un Promesas que no ganaba en casa desde el 1 de noviembre cuando se hizo contra el Atlético Astorga.
En el minuto 55, el Cacereño se adelantó contra todo merecimiento. Sin perder la filosofía de juego de Borja Jiménez, el equipo siguió tocándola. Sin prisa pero sin pausa. Intentado hacer llegar balones a un Caye Quintana cada vez más entonado, y un triplete ofensivo formado por Toni, Zambrano y Jose, que siempre tienen algo que inventar. Y así llegó el premio .
El venezolano Renzo Zambrano completó una brillante acción individual por la derecha, que con un disparo ajustado al palo contrario hizo justicia. Nueve minutos más tarde Juliá puso la guinda a un gran encuentro con un rechace que batió a Vargas. Lo más complicado ya se había hecho. Fue en ese momento cuando el Cacereño desplegó su ataque. Incluso pudo empatar, pero Julio, hasta entonces sin casi trabajo, demostró que siempre se puede confíar en él, con una parada a Valverde después de uno de los pocos fallos de la zaga blanquivioleta.
Pero aún hubo tiempo para que Higinio, otro de los refuerzos de invierno, fuera objeto de un penalti que él mismo transformó. 3-1 y la sensación de que al más puro estilo de un equipo filial, se marcha de menos a más, y eso que ayer faltaron dos hombres básicos en el esquema como Ángel y Dani Vega.
La próxima semana, contra el Tudelano y sin Casado sancionado, será una nueva prueba para los blanquivioleta, que podrían sumar su tercer victoria consecutiva fuera de los Anexos tras las exhibiciones en León y Guijuelo.