Diario de Valladolid

GALERÍA JAVIER SILVA ‘SUEÑOS Y ECLIPSES’

Luis Cruz atraviesa el espejo de Alicia

El vallisoletano libera su imaginario burlón y turbador en unos ‘collages’ en los que por primera vez se sirve de elementos no pictóricos

Luis Cruz Hernández, ayer, junto a varios de sus trabajos.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS - PHOTOGENIC

Luis Cruz Hernández, ayer, junto a varios de sus trabajos.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS - PHOTOGENIC

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

Creado:

Actualizado:

La Galería Javier Silva despide el año a lo grande, mostrando los últimos trabajos de uno de sus creadores más queridos: Luis Cruz Hernández (Valladolid, 1950), el artista con el que el espacio comenzó su andadura allá por octubre de 2012.

Tras su Ojo azul vencido por el ojo ardiente, y después de su Mitología encontrada de 2016, Cruz Hernández vuelve a la sala con Sueños y eclipses, una serie inédita que tuvo su germen, hace dos años, en una colectiva celebrada en la sevillana Rafael Ortiz en la que autores como el vallisoletano, Miki Leal, Carmen Laffón, Daniel Verbis, José Miguel Pereñíguez o Guillermo Pérez Villalta, hacían un guiño a los creadores que habían marcado su mirada, en la muestra A la manera de...

Luis Cruz dedicó su homenaje a un icono del dadaísmo como Hannah Höch, maestra del fotomontaje, en una obra presente desde ayer en la Galería Javier Silva: en ella el artista reproduce con su pincel un retrato fotográfico de la artista alemana e integra, al mismo tiempo, elementos de otras de sus obras –como unas piernas o una máscara similar a la usada en The flirt–.

Guiado, quizá, por el espíritu de aquella, Cruz Hernández vuelve a liberar su inquietante, burlón y turbador imaginario trabajando por primera vez con materiales no pictóricos para sus habituales collages.

Sobre papeles de aguas y viejos documentos oficiales timbrados recogidos en India, y sirviéndose de antiguas fotografías adquiridas en un mercadillo –la memoria de una venerable y anónima anciana celebrando su cumpleaños a la venta... qué tiempos más prosaicos–, Cruz Hernández plasma sus ensoñaciones invitando al espectador a atravesar el espejo de Alicia y a encontrarse con las singulares criaturas que rodean a la mujer, a la que el vallisoletano imagina con tentáculos –como los que le serán ofrecidos a modo de regalo– en una de las obras.

E imagina Luis Cruz seres de entrañas pedregosas, hombres árbol coronados de nubes y misteriosas criaturas enmascaradas que recuerdan a las presentadas en su Mitología encontrada.

Y en esa reinterpretación de un banquete familiar en torno a la buena dama –¿una Reina de Corazones para el vallisoletano?–, con la que, por cierto, rinde homenaje a Duchamp plasmando su famoso L. H. O. O. Q. –‘Ella tiene el culo caliente’– en uno de sus collages, Cruz Hernández fabula con un cuerpo que parece succionado por los comensales.

Y en la única tela presente en la galería, la obra de mayor formato en Sueños y eclipses, imagina el artista a un oscuro hombre que parece a punto de ser tragado por un agujero, mientras sostiene lo que parece una rana –como los lacayos que imaginó Lewis Carroll–, frente a un fondo ajedrezado –otra clara referencia al universos del escritor inglés, que también recuerda a los soldados naipe de la célebre novela–.

Sueños y eclipses permanecerá en la Galería Javier Silva (calle Renedo, 8) hasta el próximo 3 de febrero

tracking