Diario de Valladolid

Peridis reivindica el poder del humor desde sus ‘mundos’

«El grafismo a través del ordenador pierde el pulso, yo sigo dibujando con el Rotring», afirma

Una joven contempla algunos de los trabajos de Peridis expuestos en la Casa Revilla.-J. M. LOSTAU

Una joven contempla algunos de los trabajos de Peridis expuestos en la Casa Revilla.-J. M. LOSTAU

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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Como un «activista en multitud e ámbitos» y un «currante nato de principio a fin» presentó ayer el secretario ejecutivo del Instituto Quevedo de las Artes del Humor de la Fundación General de la Universidad de Alcalá, Juan García Cerrada, a José María Pérez Peridis, un hombre polifacético cuyas muchas facetas profesionales se dan la mano ahora en la Casa Revilla, que acoge hasta el 12 de enero la exposición Los mundos de Peridis.

El dibujante, arquitecto y escritor cántabro inauguró la exposición subrayando que «lo más importante que hay en la vida es el humor, ya que la vida te va sirviendo tragedias en pequeñas dosis y sobrellevarlo sin humor, amistad o amor es casi imposible».

Tras su paso por Alcalá de Henares y Madrid, la muestra recala ahora en Valladolid con decenas de viñetas originales ordenadas cronológicamente desde su publicación, y en áreas temáticas que prestan atención a ámbitos como el humor gráfico, la caricatura, la música, el dibujo, la arquitectura, la divulgación del Románico, la literatura y la emprendiduría social, áreas todas en las en las cuales Peridis ha dejado su huella.

Cuestionado sobre su evolución como viñetista desde sus inicios, el artista señaló que ha pasado del blanco y negro al color «por una exigencia del guion». Además, en declaraciones recogidas por Ical recalcó que uno de los principales retos que se ve obligado a afrontar como dibujante es «convertir a un político, que son gente serie y estirada en cierta medida, en un personaje».

Respecto a ello afirmó que siempre pensó que lo peor que le podía suceder era «que se murieran los personajes o que perdieran las elecciones» («imaginad que a Charles M. Schulz o a Quino se les muriera Carlitos o Mafalda», evocó), si bien lo que inicialmente consideraba «un problema» finalmente se convirtió en «una suerte», puesto que cada vez que hay un cambio se tiene que «reinventar» y «el fundamento de todo esto es renovarse o morir».

Sobre los personajes que más le han inspirado a la hora de afrontar el folio en blanco, reconoció que «los mejores fueron los de la transición». «Como Carrillo ha habido muy pocos, como Suárez casi ninguno. Felipe González, Guerra, Cardenal Tarancón… eran grandes personajes, aunque luego a lo que tienes le terminas sacando partido. Yo pensaba que a Rajoy no le podía sacar ni dos naturales, pero ha dado mucho de sí. Le puse rápidamente en el diván y de ahí ya no se levantó», bromeó.

Además, aseguró que «el político que no tenga humor debería dedicarse a otra cosa», e inquirido sobre la evolución de la clase política española en las últimas décadas apuntó que «igual que el mundo, estamos al final de las especies». «Las especies degeneran. Al Gobierno de Suárez lo llamaron el Gobierno de los penenes» (siglas de la denominación Profesores No Numerarios, acusando a buscar a personalidades menores para componer el Ejecutivo) «pero eran todos catedráticos y gente preparadísima», subrayó. Además, consideró que los humoristas gráficos son a día de hoy «una especie en extinción», algo que achacó a la paulatina muerte de muchos compañeros de profesión de su generación, y a la irrupción digital en la profesión: «El grafismo a través del ordenador pierde el pulso. Yo sigo dibujando con el Rotring y sigo teniendo un pequeño temblor, pero el temblor es la respiración del personaje».

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