Exposición ‘El laboratorio de la moda’
Greene, el fotógrafo de las estrellas llega a pasión
La sala reúne hasta el día 9 de junio más de un centenar de fotografías de actrices y modelos, con Marilyn Monroe como protagonista indiscutible
Marilyn Monroe, principal musa de Greene, es protagonista de la exposición.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS (PHOTOGENIC )
Milton H. Greene (1922-1985) elevó la fotografía de moda a la categoría de arte. Sin embargo, fueron sus retratos de artistas, sobre todo de mujeres, los que acabaron siendo legendarios. Fueron innumerables las celebridades que posaron ante su cámara. Pero, sin duda, fue Marilyn Monroe la que acaparó el mayor protagonismo. Ella fue su principal musa. La actriz posó para él en más de 50.000 fotografías. Ahora, algunas de ellas se pueden disfrutar por primera vez en España en el Museo de la Pasión.
La exposición Milton H. Greene. El laboratorio de la Moda, reúne hasta el 9 de junio un total de 111 obras propiedad de la coleccionista alemana Elisabeth Margot. Pertenecen a un fondo de 1.500 instantáneas que adquirió en una subasta en Nueva York en 2012.
La mayoría son mujeres. Tan sólo un retrato de Cary Grant ‘se cuela’ junto a destacados rostros femeninos de la moda o del cine como Audrey Hepburn, Kim Novak, Marlene Dietrich, Lucía Bosé, Shirley Mac Laine, Jacqueline Bisset o Geraldine Chaplin, entre otros muchos. Pero entre todos, es Marilyn Monroe la que se alza como protagonista indiscutible.
Las fotografías que se presentan ahora en Valladolid están realizadas entre 1950 y 1984. Muchas fueron portada de revistas como Life, Harper’s Bazaar o Vogue. Y es que como ayer señaló la comisaria de la exposición, Anne Morin, «la peculiaridad del trabajo de Greene es que no buscaba que sus modelos fueran simple perchas de ropa o de joyas. Él quería que tuvieran su propia identidad». Richard Avendon afirmaba, en este sentido, que Greene «era el mejor» porque «tenía el don de hacerlas sentir cómodas».
Y prueba de ello son los retratos de Marilyn Monroe. La actriz aparece relajada y mucho más cercana, «desafiando el estereotipo de rubia tonta». El supo captar «el ser humano más allá del mito», celebró Morín. Ya en la primera sesión fotográfica, en 1952, cuando Milton envió a la actriz sus pruebas, ella respondió con dos docenas de rosas y le llamó para decir que eran «las fotos más hermosas que había visto».
Junto a las fotografías, la sala reúne también negativos, documentación de sus sesiones de trabajo y originales de las revistas para las que trabajó.
Una exposición que, según destacó Morín, «es un homenaje a este fotógrafo casi invisible, que murió sin tener el reconocimiento debido, quizás, a que su obra apenas se ha dado a conocer pero que, sin duda, abrió la puerta a la siguiente generación de retratistas de moda».