TRIBUNALES
Tres años de cárcel para una mujer por agredir sexualmente a su hijo de 8 años, con la eximente de estar borracha
La condenada propuso a su hijo reproducir imágenes de una serie en la que aparecían miembros de una misma familia manteniendo relaciones sexuales

Audiencia de Palencia en una imagen de archivo
La Audiencia Provincial de Palencia condena a una mujer a tres años de presión tras mantener relaciones sexuales con su hijo de ocho años, a quien propuso mantener relaciones sexuales después de ver un capítulo de House en la que aparecían miembros de una misma familia practicando este tipo de acciones entre sí. Si el menor se negó, terminó sufriendo tocamientos y felaciones por parte de su madre, un abuso que se repitió en diversas ocasiones y que, mientras sucedieron estos actos, la mujer consumía entre 20 y 30 cervezas diarias.
Los hechos se remontan al año 2018, cuando la acusada residía junto a sus dos hijos, uno mayor de edad y otro menor, víctima este último del delito de agresión sexual por el que la Audiencia de Palencia establece la condena. La mujer, "movida por el ánimo de satisfacer su deseo libidinoso", aprovechaba los momentos en los que se quedaba a solas en su vivienda en Palencia con su hijo menor de edad en la vivienda, sufriendo tocamientos por todo su cuerpo, en penetración vaginal, así como felaciones.
Si las relaciones sexuales no consentidas se repitieron en numerosas ocasiones, fue el 5 de agosto de 2018 cuando cesaron tras una llamada telefónica al 112 por parte de la mujer y en la que reconocía que era alcohólica al mismo tiempo que comunicaba que tanto ella como su hijo llevaban varios días sin comer, por lo que necesitaba ayuda para ocuparse de él, pues ella quería ir a un centro a desintoxicarse.
Recibido el mensaje, la Policía Local de Palencia trasladó al menor de 8 años a un centro de acogida de menores y, posteriormente, la Junta se hizo con la guarda provisional. Por parte de su madre, fue ingresada en el centro Aldama para desintoxicación y rehabilitación de su alcoholismo.
Cuatro años después de ocurrir los hechos delictivos llegó la denuncia, formulada después de que el menor comunicase a los monitores de un campamento que había sufrido abuso por parte de su madre. Una de las responsables, en su aportación como testigo, recordó que esa revelación llegó tras tener un arrebato de ira y violencia en un paseo con él, de forma que "explotó" tras decir que tenía miedo de querer a alguien y que le hiciera daño.
Además, la propia directora del campamento y guardadora legal del menor, justificó el conocimiento de los hechos por una terapia psiquiátrica desde el 20 de julio al 3 de agosto a la que se sometió la víctima y en la que removieron toda su historia familiar.
Su hermano, no obstante, ignoraba lo sucedido con su madre pero afirmó que no dudaba del testimonio del menor, que en los detalles sobre los hechos que sufrió también reveló que en el ordenador de la vivienda mostraba fotos de personas desnudas, algunas menores, y que en el momento en el que ocurrieron los hechos su madre se bebía unas 30 latas de cerveza diarias y que cuando abusaba de él estaba en "medianas condiciones", pero algunas veces estaba fatal. Por parte de la acusada, desacreditó la versión de su hijo tras negar los hechos y la existencia de un ordenador en su casa, aunque reconoció que a veces el menor dormía con ella.
"Nada de lo alegado cambia ni desvirtúa la realidad de los hechos", por lo que el juez reconoce que los hechos declarados probados y atribuidos a la acusada son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años, por lo que impone a la mujer una pena de tres años de presión, al aplicarse la eximente incompleta de intoxicación, pese a que el Ministerio Fiscal solicitó una pena de nueve años y seis meses de pena. Y es que el Tribunal considera que la acusada tenía "gravemente" alteradas sus capacidades cognitivas y, principalmente, volitivas, tanto por su alcoholismo crónico de larga evolución como por el consumo abusivo habitual de alcohol, llegando a sufrir en las fases agudas una anulación "total" de sus facultades intelectuales y volitivas.
Además, deberá abonar a su hermano, que ignoraba lo sucedido, con 30.000 euros por los perjuicios morales sufridos. Tampoco podrá aproximarse a menos de 500 metros y de comunicación por cualquier medio con él, su domicilio, lugar de estudio o de trabajo, o aquel lugar en que se encuentre por tiempo de cinco años.
La directora del centro donde vive el menor expresó que el hijo sentía mucho que su madre pudiera ir a la cárcel debido a esta denuncia, aunque se le tranquilizó al decirle que en la prisión su madre estaría en tratamiento y no tendría alcohol a su alcance, por lo que podría curarse allí. "Confiamos en que la prisión cumpla esa labor rehabilitadora y la madre sea capaz de aprovechar esta oportunidad por el bien de ella misma y de su hijo, quien pese a todo lo sufrido, se sigue preocupando por ella", concluyó la sentencia, que no es firme y cabe interponer un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.