Familia reconoce que las residencias no tenían ni epis ni profesionales para afrontar la pandemia
El informe sobre estos centros en la primera ola revela que se cerraron tarde y que «el virus llevaba diez días dentro»
Las residencias de Castilla y León cerraron tarde, con «el virus dentro» y sin profesionales ni equipos de protección (epis) suficientes para afrontar la pandemia.
La Junta reconoce que antes de que se detectaran los primeros casos de Covid-19 en estos centros existía carencia de epis y problemas para contratar personal que se acentuaron a medida que las bajas relacionadas con el coronavirus aumentaban.
Así lo recoge el informe presentado por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, realizado por la propia Junta, que analiza la situación de estos centros en Castilla y León durante la primera ola de la pandemia, desde su inicio hasta el 30 de junio. En ellos fallecieron por Covid 2.598 residentes .
El documento refleja que a finales de febrero y principios de marzo «el 74% de los centros no disponía de stock suficiente de equipos de protección», y trata como un problema crónico el déficit en las plantillas: «Las dificultades para la contratación de personal sanitario y de atención directa siempre han sido frecuentes».
Entre sus casi 200 páginas detalla que, «en los meses anteriores a la declaración del estado de alarma, el 46% de los centros habían tenido problemas para contratar personal de enfermería y el 29% para contratar personal médico y durante la pandemia se han elevado».
En marzo y abril la situación se complicó . «Las bajas con dificultades de sustitución alcanzan su máximo en los primeros días de abril para descender a la mitad una semana más tarde».
Esto provocó que uno de cada tres centros con contagios tuviera dificultades para sustituir al personal médico y cuando el profesional era de Enfermería el problema para cubrir esas plazas alcanzaba a la mitad de las residencias.
Ante esta radiografía inicial, Isabel Blanco asegura que «el sistema de protección residencial en su conjunto, y el de la atención sanitaria pública al mismo, dio la mejor respuesta que pudo con los precarios medios de los que disponía para hacer frente al inmenso desafío que supuso inicialmente el virus».
Por otro lado, el documento concluye que si hubieran cerrado sus puertas antes se podría haber evitado la evolución sufrida. Apunta que «existía transmisión comunitaria en Castilla y León 10 días antes del cierre de los centros» , que se produjo el 13 de marzo, e indica también que «teniendo en cuenta que el tiempo medio de incubación del coronavirus es de 4-5 días, y que puede llegar a los 10 días, parece claro que, cuando se produjo el cierre de los centros, el virus estaba dentro en la mayoría de los casos».
De hecho, la propia consejera reconoció que «se deberían haber cerrado antes» , pero precisó que «ahora es fácil decirlo, pero anteriormente no se podía saber».
El informe revela cifras que dan una medida de la agónica situación vivida en muchos de estos centros en la Comunidad: uno de cada cuatro residentes contagiados falleció . Si este dato de letalidad se observa por provincias en algunas, como Segovia y Salamanca, el resultado es aún peor: uno de cada tres.
El 36% de las residencias concentraron todos los casos, pero en ellas reside el 49% del total de los usuarios de este servicio.
Respecto a la incidencia en el conjunto del país, Castilla y León es la sexta comunidad con mayor tasa de mortalidad sobre el total de plazas de residentes: el 5,6%, ligeramente por encima de la media nacional (5,3) y por detrás de Madrid, Castilla-La Mancha, Navarra, Cataluña y La Rioja, tal y como puede apreciarse en el gráfico que acompaña a esta información.
El estudio establece una «relación directa» entre la mortalidad en residencias y la incidencia del Covid en las comunidades. También señala como factores el tamaño de los centros, a mayor tamaño más riesgo.
Tanto el informe como la consejera subrayan que «hay que desterrar la idea profusamente difundida de que la existencia de contagio dentro de una residencia equivale necesariamente a una mala gestión o a actuaciones negligentes de los responsables y trabajadores de los centros».
En cuanto al análisis por provincias, el informe coloca a Segovia con los peores registros, ya que acumula los datos más altos de morbilidad, mortalidad y letalidad de la Comunidad, en torno a un 37%, mientras que los más bajos los anotaron Palencia y Zamora, por debajo del 10%.
ÁVILA . La cuarta tasa de mortalidad más alta la acaparan las residencias de Ávila: el 6,5%, por encima del 6% autonómico. La mitad de sus centros no contabilizó ningún caso Covid.
BURGOS . Es la provincia con una menor tasa de letalidad, del 22,5%, cinco puntos por debajo que la de Castilla yLeón. La tasa de mortalidad también fue la tercera más baja.
LEÓN . Registra la cuarta tasa de letalidad más alta: el 29,1% de las personas contagiadas falleció. Los casos se concentraron en el 35% de las residencias y su mortalidad fue del 5,8%.
PALENCIA . Junto con Zamora presenta mejores indicadores. El 84% de sus residencia no sufrió contagios y la mortalidad fue la más baja: 2,5%.
SALAMANCA . A esta provincia pertenece la mayor tasa de fallecidos sobre contagiados con el 32,5%, por encima de los 27,9 de la Comunidad. El 66% de sus centros no tuvo casos.
SEGOVIA . La situación más crítica se dio en su residencias. El 77% presentó casos y la tasa de mortalidad es la mayor: 13,9%, frente al 6% de lamedia autonómica. La letalidad –los fallecidos sobre contagiados– llega hasta el 31,8% por encima de los 27,9% de Castilla y León.
SORIA . La segunda peor tasa de mortalidad, un 8,8%, ante el 6% de Castilla y León, solo superada por Segovia. Casi el 70% de sus residencias tuvo casos Covid, pese a que en la Comunidad las residencias afectadas representan el 36%.
VALLADOLID . Uno de cada cuatro residentes contagiados de los centros de Valladolid falleció. Es la quinta con una mortalidad mayor, un 6,1% sobre el total de residentes, y el 76% de sus residencias estuvo libre de contagios.
ZAMORA . Es con Palencia la que menor incidencia registra. El 82% de sus centros no tuvo casos y la tasa de mortalidad (3%) fue la mitad que en la Comunidad.